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viernes diciembre 6, 2024 
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En esta época abundan las acusaciones de abuso y agresión sexual por parte de muchas actrices en Hollywood, de igual forma suele señalarse con gravedad cualquier comportamiento fuera de lo profesional y que aluda al acoso. En esta ocasión ha surgido un nuevo caso que involucra a Andrew Adamson, actriz que participa en la famosa serie [Temporada] Orange Is the New Black (6), y a Geoffrey Rush, actor conocido por sus intervenciones en varias películas de renombre, entre ellas [Pelicula] Piratas del Caribe: La Maldición del Perla Negra y [Pelicula] El Discurso del Rey. Yael ha acusado a Rush por conducta inapropiada (vía Deadline).
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Stone ha mencionado que sentía temor de hablar de su experiencia con el ganador del premio de la Academia por Claroscuro, mientras compartieron tiempo durante The Diary of a Madman en 2010 y 2011. De acuerdo con una entrevista publicada en The New York Times, Stone culpa a Rush de varios agravios, entre ellos el de bailar desnudo frente a ella, utilizar un espejo para verla mientras se bañaba, y enviarle algunos mensajes textuales eróticos. En esa época ella tenía 25 años y el 59.
En su testimonio, Yael comentó que no tuvo el valor de presentar acusaciones por miedo a que las leyes de difamación en Australia la introdujeran en problemas legales y financieros. Por su parte, Geoffrey Rush ha negado todos los hechos, mencionó que son incorrectos y que en muchos casos se han tomado completamente fuera de contexto.
Yael Stone fue entrevistada por la periodista australiana Leigh Sales, y en el intercambio de palabras ha dicho que el desdeñable comportamiento de Rush la hizo sentir incómoda y propició en ella una aversión hacia la actuación. La actriz de 33 años ha señalado:
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No es la primera vez que Geoffrey Rush se enfrenta a una situación como esta. El año pasado el actor negó una acusación de comportamiento inapropiado durante una producción teatral del Rey Lear. La Compañía de Teatro de Sydney comunicó haber recibido una queja por la supuesta mala conducta de Rush durante los meses de la producción, la cual terminó en enero de 2016. Fueron presentados algunos documentos judiciales en los que se describe al actor como un “pervertido” y un portador de “comportamiento sexualmente depredador”. Geoffrey negó todo, pero desde aquel suceso decidió retirarse de la presidencia de la Academia Australiana de Cine y Televisión (Australian Academy of Cinema and Television Arts).
Tras el anterior acontecimiento Rush no tardó en presentar un documento al tribunal federal de Australia en el cual solicitó una reposición de daños a The Daily Telegraph por publicar las acusaciones. En meses posteriores el tribunal desechó el caso de difamación concluyendo que carecía de detalles profundos.
Esta es tan solo una de las situaciones de las muchas que se presenta día tras día en la industria cinematográfica y
televisiva. Los movimientos #MeToo y Time’s Up tienen bastante que ver con este nuevo contexto que busca castigar a los agresores sexuales que andan sueltos por Hollywood. Por nuestra parte solo deseamos la imposición de la justicia.
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Stone ha mencionado que sentía temor de hablar de su experiencia con el ganador del premio de la Academia por Claroscuro, mientras compartieron tiempo durante The Diary of a Madman en 2010 y 2011. De acuerdo con una entrevista publicada en The New York Times, Stone culpa a Rush de varios agravios, entre ellos el de bailar desnudo frente a ella, utilizar un espejo para verla mientras se bañaba, y enviarle algunos mensajes textuales eróticos. En esa época ella tenía 25 años y el 59.
En su testimonio, Yael comentó que no tuvo el valor de presentar acusaciones por miedo a que las leyes de difamación en Australia la introdujeran en problemas legales y financieros. Por su parte, Geoffrey Rush ha negado todos los hechos, mencionó que son incorrectos y que en muchos casos se han tomado completamente fuera de contexto.
Yael Stone fue entrevistada por la periodista australiana Leigh Sales, y en el intercambio de palabras ha dicho que el desdeñable comportamiento de Rush la hizo sentir incómoda y propició en ella una aversión hacia la actuación. La actriz de 33 años ha señalado:
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Siempre que las mujeres hablan particularmente de estos temas sus carreras suelen verse afectadas. He valorado mi situación y si eso llega a pasar creo que valdría la pena.
No es la primera vez que Geoffrey Rush se enfrenta a una situación como esta. El año pasado el actor negó una acusación de comportamiento inapropiado durante una producción teatral del Rey Lear. La Compañía de Teatro de Sydney comunicó haber recibido una queja por la supuesta mala conducta de Rush durante los meses de la producción, la cual terminó en enero de 2016. Fueron presentados algunos documentos judiciales en los que se describe al actor como un “pervertido” y un portador de “comportamiento sexualmente depredador”. Geoffrey negó todo, pero desde aquel suceso decidió retirarse de la presidencia de la Academia Australiana de Cine y Televisión (Australian Academy of Cinema and Television Arts).
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Esta es tan solo una de las situaciones de las muchas que se presenta día tras día en la industria cinematográfica y
televisiva. Los movimientos #MeToo y Time’s Up tienen bastante que ver con este nuevo contexto que busca castigar a los agresores sexuales que andan sueltos por Hollywood. Por nuestra parte solo deseamos la imposición de la justicia.
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