Después de medio siglo Mary Poppins volvió a la pantalla grande con El Regreso de Mary Poppins - 74%, y si la nana mágica vuelve con una secuela es probable que la veamos defendiendo los derechos de la comunidad LGBTQ, o al menos eso dijo el director Rob Marshall, responsable de la más reciente cinta del personaje.
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Según lo que CBN News recoge, Marshall habló con The Advocate y aseveró que Mary Poppins es una buena plataforma para hablar de los movimientos sociales y culturales. Ya se hizo en la primera película, Mary Poppins - 100%, donde el personaje fue interpretado por Julie Andrews, que muestra a la madre de familia Winifred Banks formando parte del movimiento de mujeres que buscaban obtener el derecho al voto.
En la secuela, protagonizada por Emily Blunt, la hija de Winifred, Jane, es una defensora de los derechos laborales que trabaja como organizadora sindical con el fin de que los trabajadores reciban el trato que merecen. El director, quien es abiertamente gay, espera que la siguiente generación de Mary Poppins haga lo mismo sobre los derechos de la comunidad LGBTQ.
Quería enraizarlo en un lugar real. Por eso Jane trabaja por los derechos de los trabajadores. Estos son los años 30, la era de la Depresión, cuando fue la gran depresión. Había tristeza en el mundo y Mary Poppins tiene que volver. Nuestra película tiene lugar en los años 30. Pero si tuviera lugar ahora, eso es exactamente lo que debería ser. Entiendo tan profundamente lo que es estar en las afueras y no sentir que eres digno. Y diré que ese tipo de pasión por explorar la aceptación en la vida es algo que es tan importante.
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Durante el mismo evento de prensa de Disney Studios, asegura que las películas de esta compañía deberían ser usadas también para enseñar a los niños sobre los cambios sociales y los movimientos de hoy en día, de esta forma las moralejas irán evolucionando conforme a la sociedad actual y ellos podrán entender mejor lo que está sucediendo.
Rob Marshall no es el primer director de una película de Disney que considera que las películas deben ser poco a poco más amistosas con la comunidad LGBTQ. Bill Condon ya lo hizo con la versión live-action de La bella y la bestia - 71%, que tuvo un momento gay. Este director ya lo había comentado a la revista Attitude.
LeFou es alguien que un día quiere ser Gastón y al otro día quiere besar a Gastón. Está confundido acerca de lo que quiere. Es alguien que se está dando cuenta de que tiene estos sentimientos.
Las opiniones que tenga el público ante estas declaraciones siempre serán mixtas, porque puede ser que algunos estén de acuerdo, pero hay quienes consideran que no son cosas que deben normalizarse.
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