Ayer se suscitó uno de los momentos más violentos y escandalosos en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, cuando las fuerzas de seguridad capturaron a Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín Guzmán Loera "El Chapo", quien fuera líder de la organización criminal conocida como el Cártel de Sinaloa.
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Las calles de Culiacán, Sinaloa, se convirtieron en un caos y se llenaron de sicarios que armaron un alboroto por la captura de su líder, quemaron vehículos, bloquearon calles, liberaron reos de un penal… el terrible suceso no dejó indiferentes a los famosos y uno de ellos, conocido por su activa participación en protestas y exigencias al gobierno, fue Diego Luna, quien expresó en Twitter su descontento con el gobierno actual porque después del caos desatado en la ciudad cedieron a las exigencias de los delincuentes y liberaron a Ovidio.
Inseguridad, violencia, impunidad e ingobernabilidad irrefutable. Hoy una tarde y noche de terror. Gobiernos pasan y nada cambia. Tristes y aterradoras noticias las de Culiacán.
— diego luna (@diegoluna_) October 18, 2019
El mensaje de Luna habría sido muy bien recibido por todos los inconformes con la situación del país de no ser porque él actuó en la serie Narcos: México - 88%, dando vida a Miguel Ángel Félix Gallardo “El Jefe de jefes”, poderoso narcotraficante que en la década de 1980 formó el primer cártel de Guadalajara y fue el rey del tráfico de mariguana.
El tema de las narcoseries es algo polémico, especialmente en México y otros países azotados por el crimen organizado. Las historias de personajes reales que escalaron hasta convertirse en figuras importantes dentro del narcotráfico pueden ser vistas como epopeyas dignas de admiración y a sus protagonistas como héroes. Gran parte de la población educada de México rechaza esta visión y solo las ve como entretenimiento y con cierta distancia y horror, pero muchos otros en situaciones desfavorables ven a los narcos en las series como modelos a seguir y de esta manera se alentan a miles de jóvenes a sumarse a las filas del crimen organizado.
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Si Diego en mucho tienes razón. Pero que esa también te asista para si algún día que actúes como un Félix Gallardo...te cuestione cómo lo percibe un narco. El entretenimiento da aterradoras apologías.
— Juanito_No (@juan_b72) October 18, 2019
¿Que opinas de la repercusión de las narcoseries en la sociedad?
— Chocheman Sports ⚽️ (@chochemansports) October 18, 2019
Deja de interpretar “narcos” o de brindarles diálogos que causan simpatía al espectador . No puede ser que Catalina Creel en su momento era más odiada siendo una novela y hoy todos los narcopersonajes sean como rockstars.
— ☆꧁༒Ahle༒꧂☆ (@un_candadito) October 18, 2019
Según la lógica de Diego Luna, Narcos, como es una producción gringa es muy diferente a El Señor de los Cielos... Para mi es lo mismo solo con mas presupuesto. pic.twitter.com/77tlZDPXIL
— Frank (@frankturcatti) October 18, 2019
Antes de pronunciarte a favor de un gobierno que no garantizaba ningún cambio favorable, hubieras contemplado la posibilidad de estar tragándote tu apoyo como le tendrás que hacer ahora. Se dicen muy inteligentes, difíciles de engañar y se la creyeron entera.
— Roco (@RocoOrozco1) October 18, 2019
Pero las críticas no solo se enfocaron en su participación en Narcos, también se le echó en cara que él fue uno de los que apoyaron con entusiasmo la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador, a quien ahora parece reclamar que no ha cambiado la situación en el país.
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Esta no es la primera ni la última vez que se le restriega a Diego Luna el participar en un serie sobre narcos, sucedió en agosto, el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas el actor acompañó a las familias de personas desaparecidas al Palacio Nacional y pidió justicia. Su acción con buenas intenciones provocó que le llovieran las críticas y lo tacharan de incongruente por su participación en Narcos.
Los cárteles del narcotráfico no solo son responsables de distribuir todo tipo de estupefacientes, gran parte de su negocio se basa en extorsiones, secuestros y explotación sexual, lo cual incluye pornografía infantil y esclavitud a niños y niñas por igual. La periodista Lydia Cacho, autora del libro Los demonios del Edén, expresó en Twitter a principios de año su frustración sobre las narcoseries con estas palabras:
Si las narcoseries dejasen de glamourizar a los criminales y mostraran que ellos detonaron la trata de personas, la explotación sexual comercial de niñas así como la pornificación de las jóvenes, las cosas serían diferentes.
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Acompañó a su texto con un link donde se explicaba cómo “El Chapo” abusaba frecuentemente de niñas menores, de hasta 13 años de edad. Ella reconoce como todos debemos hacerlo que el crimen organizado no es producto de las narcoseries, sino de diversos factores, pero estas producciones parecen promover el estilo de vida de los criminales como algo deseable y omitiendo los lados más oscuros de ese mundo.
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