No cabe duda que las series que retratan crímenes son de lo más popular en la televisión o el servicio de streaming de turno. Solo basta con recordar que en su momento fueron (o son) populares producciones como Criminal Minds, todas las variantes de CSI o Law & Order. Cada una de ellas gira en torno a asesinos que cometen crímenes de lo más horripilantes (no es que alguno no lo fuera) y también acercan al espectador al sistema judicial del país de turno, que suele ser Estados Unidos, y al comportamiento muchas veces cuestionable de las autoridades, pero nunca se ha aclarado qué tanto hay de verdad en la ficción.

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Allí entra en escena un novedoso estudio, único en su clase, revelado por IndieWire en una sección denominada por el medio como “Color of Change”, donde finalmente se cuenta cuán erróneo es el retrato al sistema en las producciones televisivas. Este reporte representa un gran avance en corregir la forma en la que la justicia y los asuntos raciales son presentada a los espectadores, ya que muchas veces la ficción no hace más que distorsionar la realidad, lo cual es peligroso si tenemos en cuenta que cada vez hay un mayor acceso a las redes sociales, el principal medio donde la gente realiza denuncias hoy en dia.

La información comienza indicando que estas representaciones ficticias se basan en percepciones falsas del sistema de justicia penal y en cómo se junta con la raza y la cultura, ocasionando que se ignoren muchas realidades importantes. Debido a que estas representaciones son tomadas por el público como algo real, tienen un gran potencial de influir en la comprensión de los espectadores y hacer que el público se ponga en contra de posibles reformas al sistema judicial del lugar en el que se encuentran.



De esta forma, y para saber qué tan ciertos son los datos revelados por el estudio, cabe destacar que se analizaron 353 episodios de 26 series de televisión, y las temporadas analizadas se ubican entre 2017 y 2018, donde además se tuvo en cuenta a las series que se emiten por canales de televisión y a las que se encuentran disponibles en los servicios de streaming. También se analizó la diversidad entre sus creadores, showrunners y guionistas de las temporadas 2017 a 2018 y 2018 a 2019. Para cada una de las series se revisó un 70 a 80 por ciento de la temporada y se usaron tres métricas con más de cinco mil variables y cerca de dos mil personajes individuales.

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Se examinó la cantidad de veces en las que un “personaje bueno” perteneciente a los profesionales de la justicia criminal (PJC) comete una acción ilícita frente a las acciones ilícitas que comete un “personaje malo”. El Índice de Integridad Racial clasifica cada serie por el número de sus representaciones de PJC en personajes de color, en relación con el porcentaje de escritores de color en la sala de escritores y el Índice de Persona de Color destaca la serie que describió un número relativamente alto de acciones ilícitas que no fueron reconocidas, al mismo tiempo que destacó la presencia de personas de color como PJC.



Los resultados son alarmantes: La gran mayoría de las series que representaban a los PJC cometiendo acciones ilícitas lo hicieron de una manera que los normaliza, haciendo que los “malos” parecieran buenos y las acciones ilícitas parecieran correctas. En total, hubo 3 veces más representaciones de personajes PJC que cometieron acciones ilícitas que personajes (de cualquier tipo); y el reconocimiento incluía alentar o excusar las acciones ilícitas, en lugar de objetarlas. Casi todas las series dieron la impresión de que no es necesario cambiar el sistema. Representaron un sistema que no tiene problemas serios relacionados con la raza, el género, la violencia y el abuso de poder.

Adicional a eso, varias series usaron a personajes de color para validar comportamientos ilícitos, y además las acciones ilícitas asociadas con prejuicios raciales que prevalen en la vida real fueron ignoradas por completo. Algunas de las series analizadas fueron The Blacklist, NCIS, Blindspot y Chicago P.D., que fueron destacadas como las más problemáticas.

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