Es posible que para este momento la película coreana Parásitos - 100% ya haya pasado por las salas de cine de todo el mundo, o al menos de la mayoría de países. El nuevo trabajo de Bong Joon-ho desafía el género al contar una historia hilarante, emocionante e inquietante con una pieza única en su clase (y llena de giros) con la que conquistó el Festival de Cine de Cannes y que podría repetir en los Óscar. Parte de lo que más ha cautivado al público son sin duda las dos familias que dan forma al relato, donde la diferencia entre clases sociales se refleja en la ficción de forma perfecta.
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Pero la historia no sería lo mismo de no ser por el escenario en el que transcurre gran parte de la producción. Sí, la casa de la familia Park, que tiene dos pisos e incluye un gran patio, es el elemento que se roba la película. No se necesita ser un experto para haber quedado impresionado por ella, pero si algo vale la pena es saber qué tan única y especial fue en realidad durante la realización del filme, porque al menos durante su visionado queda claro que es como ninguna otra casa que se haya visto en una película.
Resulta que el responsable fue el propio director, quien junto con la diseñadora de producción Lee Ha Jun se encargó de construir el set. Tan bueno fue el trabajo que hicieron ambos que ni siquiera las audiencias coreanas se dieron cuenta que la edificación es parte del set que diseñaron y no una casa cien por ciento real que descubrieron en algún sector de clase alta. Esto fue lo que dijo el director a Architectural Digest, quien también reveló que crearon historias de trasfondo para los vecinos ficticios en Parásitos, aún cuando nada de esto terminara en el corte que llegó a cines:
Una casa en particular es propiedad de una anciana que envía a sus hijos a las ciudades a recoger basura reutilizable para ganarse la vida. Su espalda está tan doblada que usa una carreta para recoger el reciclaje, así que frente a su casa hay una carreta llena de papel viejo. El resultado es bastante realista. Incluso el público coreano no se dio cuenta de que estaba construido [en un set].
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De acuerdo con la película, la residencia de los Park fue diseñada por un arquitecto llamado Namgoong, quien también fue el primer dueño. Para crear el set, Lee tuvo que pensar más como una arquitecta que como una diseñadora de producción, ya que tuvo que considerar factores relacionados con la realización del filme, pero principalmente se tuvo que enfocar en hacer de la casa un lugar donde el espectador creyera que realmente habitan los personajes. El resultado es simple, elegante y muy moderno. No obstante, no solo debía verse bien, sino satisfacer la intención del director, quien siempre quiso que la sala sea amplia y que junto con el gran jardín se viera como una imagen majestuosa.
Los cuadros que se encuentran en las paredes fueron usados como símbolos. Hay uno de un bosque, que fue usado para transmitir la idea de un espacio solitario y tranquilo, que al ser alternado con otros cuadros llenos de “ruido” reflejan la calma antes de la tormenta, que es lo que ocurre precisamente en uno de los grandes giros de la película. El espacio en el que viven los Park también deja ver que son personas que tienen dinero y un gusto exquisito, aunque lo que más le agradó a Bong Joon-ho fue que logró hacer que la casa también diera la sensación de que hay algo más rondando por ahí sin que ellos se den cuenta, como si tratara de llevarlos a un lugar desconocido para revelar una verdad.
Porque las casas generalmente deberían sentirse muy mundanas, acogedoras y cómodas. Y cuando eso se ve amenazado, es cuando sentimos más miedo.
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