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viernes diciembre 6, 2024 
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Durante varias décadas, la revista francesa Cahiers du Cinéma ha ocupado un lugar muy importante en el mundo del periodismo dedicado al séptimo arte. Su compromiso con la crítica y el reconocimiento del buen cine es intachable, sin embargo, el día de hoy ha ocurrido lo inesperado. De acuerdo con un reporte de Le Monde (vía Deadline), todo el consejo editorial de la revista, conformado por quince personas, ha renunciado, dejando a los medios nacionales e internacionales en el estupor. ¿Será el fin de la publicación francesa?
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Los empleados de Cahiers du Cinéma informaron que esta renuncia masiva se debe a un desacuerdo tal vez irreconciliable entre el consejo y los nuevos propietarios. Desde 2008, la revista perteneció a Richard Schlagman, sin embargo, a principios de febrero la vendió a un grupo de empresarios y productores de cine que llegaron con propuestas drásticas para la línea editorial, amenazando el corte crítico y académico de Cahiers du Cinéma.
El staff de la emblemática revista también informó que los nuevos propietarios son personas muy cercanas a los poderes políticos, quienes podrían guardar el interés de ablandar los textos publicados con el objetivo de convertirlos en piezas más fáciles de leer y más “conectados” con el público. Cahiers du Cinéma siempre se ha caracterizado por rigor periodístico y sus críticas bien formadas, sin temor a herir susceptibilidades; un poderoso bastión que celebra el cine y que durante sus largos años ha guardado y potenciado las voces de los intelectuales entregados al séptimo arte. Aquí un fragmento del comunicado publicado por el la plantilla.
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El reporte de Deadline también rescata la opinión de Jean-Philippe Tessé, editor veterano que durante 17 años ha pertenecido al equipo de Cahiers du Cinéma, y que ha expresado su inconformidad ante los deseos de los nuevos accionistas. Le parece deleznable la intervención de estos sujetos, así como sus objetivos de convertir a la revista en una publicación más “relajada” y “chic”, señalando que los nuevos propietarios han interpretado de forma errónea la esencia.
Cahiers du Cinéma se fundó en 1951 por André Bazin, Jacques Doniol-Valcroze y Joseph-Marie Lo Duca. El nacimiento de la revista fue un efecto de la Nouvelle vague Nueva Ola, una rebelión iniciada por cineastas franceses en la década de los cincuenta en contra de los viejos dogmas impuestos en el cine de su país. Liz Mikel, [Director] Jacques Rivette, [Director] Claude Chabrol, [Director] François Truffaut, [Director] Eric Rohmer, entre otros, colaboraron en el desarrollo y consolidación de Cahiers du Cinéma.
¿Cuál será el destino de la revista ahora que su brillante plantilla ha presentado la renuncia y ha declarado la guerra al conformismo y corrupción? Las intenciones de los nuevos propietarios parecen ser muy claras, sin embargo, los trabajadores de Cahiers du Cinéma se han aferrado a la cláusula contractual que protege el derecho del periodista ante las modificaciones en las listas de accionistas, generando un hecho sin precedentes que pone a la revista en peligro pero no la integridad y la fidelidad hacia su tradición.
Esperamos que en los próximos días, un nuevo comunicado salga a la luz. El regreso del staff original de Cahiers du Cinéma será añorado por todos.
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Los empleados de Cahiers du Cinéma informaron que esta renuncia masiva se debe a un desacuerdo tal vez irreconciliable entre el consejo y los nuevos propietarios. Desde 2008, la revista perteneció a Richard Schlagman, sin embargo, a principios de febrero la vendió a un grupo de empresarios y productores de cine que llegaron con propuestas drásticas para la línea editorial, amenazando el corte crítico y académico de Cahiers du Cinéma.
El staff de la emblemática revista también informó que los nuevos propietarios son personas muy cercanas a los poderes políticos, quienes podrían guardar el interés de ablandar los textos publicados con el objetivo de convertirlos en piezas más fáciles de leer y más “conectados” con el público. Cahiers du Cinéma siempre se ha caracterizado por rigor periodístico y sus críticas bien formadas, sin temor a herir susceptibilidades; un poderoso bastión que celebra el cine y que durante sus largos años ha guardado y potenciado las voces de los intelectuales entregados al séptimo arte. Aquí un fragmento del comunicado publicado por el la plantilla.
Los nuevos accionistas están compuestos principalmente por ocho productores y esto plantea un problema de conflicto de intereses para una reseña crítica. Sin importar qué artículos puedan ser publicados por estos productores, serían automáticamente objetos de sospecha. La carta de autonomía presentada por estos nuevos accionistas ya ha sido contradicha por las brutales noticias de prensa. Se nos comunicó que nuestra crítica debería 'reenfocarse' en el cine francés. El nombramiento de la directora general de la delegación de la Sociedad de Directores de Cine, Julie Lethiphu, se suma a los temores de influencia en la comunidad cinematográfica francesa.
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El reporte de Deadline también rescata la opinión de Jean-Philippe Tessé, editor veterano que durante 17 años ha pertenecido al equipo de Cahiers du Cinéma, y que ha expresado su inconformidad ante los deseos de los nuevos accionistas. Le parece deleznable la intervención de estos sujetos, así como sus objetivos de convertir a la revista en una publicación más “relajada” y “chic”, señalando que los nuevos propietarios han interpretado de forma errónea la esencia.
Cahiers du Cinéma se fundó en 1951 por André Bazin, Jacques Doniol-Valcroze y Joseph-Marie Lo Duca. El nacimiento de la revista fue un efecto de la Nouvelle vague Nueva Ola, una rebelión iniciada por cineastas franceses en la década de los cincuenta en contra de los viejos dogmas impuestos en el cine de su país. Liz Mikel, [Director] Jacques Rivette, [Director] Claude Chabrol, [Director] François Truffaut, [Director] Eric Rohmer, entre otros, colaboraron en el desarrollo y consolidación de Cahiers du Cinéma.
¿Cuál será el destino de la revista ahora que su brillante plantilla ha presentado la renuncia y ha declarado la guerra al conformismo y corrupción? Las intenciones de los nuevos propietarios parecen ser muy claras, sin embargo, los trabajadores de Cahiers du Cinéma se han aferrado a la cláusula contractual que protege el derecho del periodista ante las modificaciones en las listas de accionistas, generando un hecho sin precedentes que pone a la revista en peligro pero no la integridad y la fidelidad hacia su tradición.
Esperamos que en los próximos días, un nuevo comunicado salga a la luz. El regreso del staff original de Cahiers du Cinéma será añorado por todos.
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