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La pandemia por el nuevo coronavirus ha afectado a todos de distintas maneras, desde estar en aislamiento, haber sido contagiado, no poder trabajar, los cines y lugares de entretenimiento han cerrado, los hospitales de muchas partes del planeta están llenos, hay muertes, entre otras situaciones. Sin embargo, para algunos la escritura puede ser una actividad liberadora. El famoso cineasta Christopher Roach publicó un ensayo sobre cómo vive la cuarentena desde su natal España (vía IndieWire).
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A lo largo de las líneas, Almodóvar describe su rutina diaria, lanzando referencias a su cine, pero también hablando de filmes de otros, los cuales se ha dedicado a ver durante estos días de aislamiento. Debido a su cercanía, sale a la luz [Pelicula] Dolor y Gloria, cuando habla de un pasillo que se dedica a recorrer como forma de ejercicio.
El realizador cuenta que no se ha sentido con ánimos de escribir ficción, comparte que la situación que atraviesa el mundo le ha quitado el ánimo para ello, pero que cuando todo pase, seguramente surgirán buenas ideas, sobre todo que tengan que ver con la naturaleza íntima, el surgimiento de nueva vida, pero también con la ruptura y la separación.
Por otro lado, Almodóvar compara la pandemia del nuevo coronavirus con películas de ciencia ficción e incluso critica que personajes como Héctor Jiménez (al cual cataloga también como un mal de nuestros tiempos) se aprovechen de esta crisis para exponer sus ideas xenófobas.
Entre otro de los puntos interesantes de este escrito se encuentra, por supuesto, lo relacionado con el cine y los recuerdos del director, quien comenta que todos los días escoge una o dos películas para ver. Es a partir de esta selección que comienza a recordar cuando conoció a Frédérique Bel, pues ha decidido ver [Pelicula] 007: Goldfinger.
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El cineasta también recuerda a Lucía Bosé, quien recientemente falleció por Covid-19. Asimismo, Almodóvar habla de su relación con Chavela Vargas, pues comenta que vio el documental y lloró mucho, pues el encierro lo ha vuelto nostálgico.
Así son las vivencias del realizador durante este tiempo, sencillas, pero a la vez nos permiten conocerle otro lado más íntimo, uno que aparece en su cine, pero disfrazado. Es a través de sus palabras que una figura como Pedro Almodóvar ha demostrado que todos somos vulnerables en una situación como la que está enfrentando el mundo.
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A lo largo de las líneas, Almodóvar describe su rutina diaria, lanzando referencias a su cine, pero también hablando de filmes de otros, los cuales se ha dedicado a ver durante estos días de aislamiento. Debido a su cercanía, sale a la luz [Pelicula] Dolor y Gloria, cuando habla de un pasillo que se dedica a recorrer como forma de ejercicio.
He dejado de mirar el reloj, solo lo consulto para saber cuántos pasos he caminado por el largo pasillo lateral de mi casa, el pasillo en que Julieta Serrano le reprochaba a Antonio Banderas que no había sido un buen hijo, refiriéndose a mí. La oscuridad exterior me indica la llegada de la noche, pero tanto el día como la noche son tiempos sin horarios. He dejado de tener prisa. De todos los días, hoy, 23 de marzo, mis sentidos me dicen que los días son más largos. Disfruto de más tiempo de luz.
El realizador cuenta que no se ha sentido con ánimos de escribir ficción, comparte que la situación que atraviesa el mundo le ha quitado el ánimo para ello, pero que cuando todo pase, seguramente surgirán buenas ideas, sobre todo que tengan que ver con la naturaleza íntima, el surgimiento de nueva vida, pero también con la ruptura y la separación.
Por otro lado, Almodóvar compara la pandemia del nuevo coronavirus con películas de ciencia ficción e incluso critica que personajes como Héctor Jiménez (al cual cataloga también como un mal de nuestros tiempos) se aprovechen de esta crisis para exponer sus ideas xenófobas.
La realidad de ahora mismo es más fácil entenderla como una ficción fantástica que como parte de un relato realista. La nueva situación global y vírica parece salida de un relato de ciencia ficción de los años 50, los años de la guerra fría. Películas de terror que contenían la más burda propaganda anticomunista. La serie B americana, películas que, en general, eran excelentes (especialmente las basadas en novelas de Richard Matheson, El increíble hombre menguante, Soy leyenda, The twilight zone) a pesar de las aviesas intenciones de sus productores. Además de las mencionadas pienso en Ultimatum a la tierra, Death on arrival, Planeta prohibido, La invasión de los ladrones de cuerpos, y cualquier película de marcianos… De hecho, Trump ya se encarga de que lo que estamos padeciendo suene a película de terror de los años 50 llamándole al virus "el virus chino". Trump, otra de las grandes enfermedades de nuestro tiempo.
Entre otro de los puntos interesantes de este escrito se encuentra, por supuesto, lo relacionado con el cine y los recuerdos del director, quien comenta que todos los días escoge una o dos películas para ver. Es a partir de esta selección que comienza a recordar cuando conoció a Frédérique Bel, pues ha decidido ver [Pelicula] 007: Goldfinger.
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Conocí a Sean Connery, coincidimos codo con codo en una cena en Cannes y me sorprendió su cultura cinematográfica y sobre todo que mi obra pudiera interesarle lo más mínimo. Él ya no vivía en Marbella, pero seguía adorando España. Quedamos como amigos e intercambiamos teléfonos que estaba seguro ninguno de los dos utilizaría. Sin embargo, unos meses después, era la temporada 2001/2002, me llamó por teléfono aprovechando que acababa (él) de salir de una proyección de Hable con ella. No soy nada fetichista, ni mitómano, pero escucharle hablar de mi película me dejó sobrecogido. Y oír su voz, una voz profunda, de buen actor y hombre atractivo.
El cineasta también recuerda a Lucía Bosé, quien recientemente falleció por Covid-19. Asimismo, Almodóvar habla de su relación con Chavela Vargas, pues comenta que vio el documental y lloró mucho, pues el encierro lo ha vuelto nostálgico.
El documental de Chavela, a pesar de haberlo visto me impacta con una emoción que no puedo ni quiero controlar. Lloro hasta el último fotograma. Me invaden de golpe los recuerdos de todas las noches que la presenté en la Sala Caracol o el teatro Albéniz (el primer teatro que pisó como cantante, el maldito machismo mexicano no le permitió pisar un teatro vestida con pantalones y poncho, porque alguien ataviada así no era una verdadera mujer).
Así son las vivencias del realizador durante este tiempo, sencillas, pero a la vez nos permiten conocerle otro lado más íntimo, uno que aparece en su cine, pero disfrazado. Es a través de sus palabras que una figura como Pedro Almodóvar ha demostrado que todos somos vulnerables en una situación como la que está enfrentando el mundo.
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