Después de un largo tiempo haciendo cine en Hollywood, Alejandro González Iñárritu volvió a México para dar vida a su nuevo proyecto, Limbo - 90%, pero las cosas no están saliendo como esperábamos. El mexicano ha sido reconocido en todas partes del mundo por su ambiciosa visión respecto al séptimo arte, sin embargo, en redes sociales han aparecido algunas acusaciones escandalosas sobre el trato que le dio sus extras en la nueva cinta. El desconcierto entre sus seguidores se observa en toda la red.
Limbo, protagonizada por Daniel Giménez Cacho, es una película de la que no tenemos muchos detalles. Sabemos que se grabó en el Centro Histórico de la CDMX y en San Luis Potosí, y que requirió una importante cantidad de extras para algunas escenas de impacto mayor; varios meses atrás se revelaron imágenes filtradas del rodaje en las que vemos a Cacho caminando por la calle y a incontables personas en el suelo, como víctimas de una masacre.
Pero en redes sociales se está comentando que trabajar con Alejandro González Iñárritu (Amores Perros - 92%, Birdman o (La Inesperada Virtud de la Ignorancia) - 91%, Revenant: El Renacido - 82%) no es tan satisfactorio como podría imaginarse. La cuenta de Twitter @_adrianavarela_ (ahora suspendida por motivos desconocidos), publicó un extenso hilo en el que asegura haber trabajado como extra en Limbo, exponiendo los presuntos maltratos del cineasta mexicano para con sus empleados. Sostiene que el director fue explotador y completamente insensible antes las necesidad básicas del staff, anteponiendo la visión de su película así como su estilo perfeccionista:
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Qué perro coraje con Iñárritu. Ojalá en su próxima conferencia de Limbo diga cómo trata de mal a la gente que acude de extra y cómo de miserables es como para grabar escenas POR HORAS sin pausas ni para comer, ni para ir al baño. Perfeccionista de a madres, y si algo no estaba como él quería siempre era culpa de nosotros porque como él dice "los extras son un cáncer" que no sabemos de profesionalismo, y él no sabe de empatía.
Martha Figueroa del programa Con Permiso, rescató la historia de la tuitera y también declaró que Iñárritu es un explotador; hasta el momento, Alejandro González Iñárritu no ha hecho comentarios al respecto y, de hecho, no ha ofrecido entrevistas recientes sobre Limbo. La presunta extra menciona que los extras eran incluso obligados a permanecer en condiciones adversas durante largos periodos de tiempo.
Había gente de todas las edades, nunca empatizó por la gente de la tercera edad, ni con los niños, una producción donde se deshumanizó a todo aquel que participó, gente que fumaba durante una toma tenía que hacerlo hasta que quedara como él quería. Los llamados eran de 4 A.M. a 12 A.M., sin comer, sin derecho al baño, sin refrigerios, sin descanso porque estás harta de la misma pinche posición de mojado, con aire, frío, no quería hacer pausas, incluso un staff renunció. [...] Había gente que se mojaba a las 4 A.M. en la explanada del Zócalo y una vez mojada tenía que permanecer así porque el señor perfeccionista hacía 40 veces la misma toma buscando el más mínimo error.
En redes sociales algunos defendieron la historia de Adriana y condenaron a Iñárritu, sin embargo, hubo otros que aseguraron que trabajar con el mexicano es un gran privilegio y que se debe ser profesional sin importar las circunstancias. Han pasado varios años desde la última vez que tuvimos una película de Alejandro y muy pronto descubriremos si tiene lo necesario para brillar en la temporada de premios que le corresponda. Por el momento no se ha emitido fecha de estreno para Limbo pero seguramente pisará fuerte cuando por fin llegue el lanzamiento.
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