Muchas series de televisión han corrido con la suerte de mantenerse vigentes por tantos años, y prueba de ello son La Ley y el Orden: UVE con 23 temporadas al aire y una que está en pleno rodaje, así como Grey's Anatomy - 64% con 18 temporadas y una más confirmada para el 2022. Quizá la fórmula policiaca o médica se ha convertido en un sinónimo de éxito seguro, pero hasta hoy ninguna producción ha conseguido igualar a estas dos que son por ahora las líderes de la televisión.
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En el caso de la serie protagonizada por Ellen Pompeo tiene mucho que ver la combinación entre los casos médicos que se presentan en cada episodio, junto con la vida personal de los personajes, quienes muestran ante el público su dolor, sus pérdidas o sus romances. Esa cercanía entre la vida de la medicina y los dramas particulares han logrado que la historia siga vigente por 16 años. Claro, que con el paso del tiempo algunos personajes han comenzado a desertar por diversas razones.
Una de las partidas que más generó revuelo en la serie de Shonda Rhimes fue la del Doctor Derek Shepherd al final de la temporada 11, y para la audiencia fue algo difícil de asimilar sobre todo tratándose del centro de atención por su romance con Meredith Grey que estuvo lleno de enredos desde la primera temporada. Sin embargo, lo que pudo haber sido lo más doloroso para el espectador, habría sido el mayor alivio para el resto del elenco y equipo de producción.
En febrero del 2021 Patrick Dempsey confesó en una entrevista para The Independent que había decidido abandonar el programa debido “al ambiente tóxico que ahí se vivía”, además de que, según sus palabras, estaba harto de ser cosificado como “el Doctor Apuesto”, como lo apodaban en la misma serie. Sin embargo, un libro no autorizado reveló que en realidad fue despedido porque estaba generando muchos problemas internos, desde el estrés postraumático en el elenco, como situaciones complicadas en Recursos Humanos debido a su actitud nefasta.
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El texto titulado Cómo salvar una vida: La historia interna de Grey’s Anatomy escrito por Lynette Rice (vía El País), periodista de Entertainment Weekly, compuesto por más de 80 entrevistas, relata varios testimonios sobre la actitud del actor en el set y sus fuertes discusiones con la creadora del programa. De acuerdo al libro, en un principio Dempsey era encantador, y la misma Rhimes se refería a él como “el hombre perfecto”; pero con el paso de los años su actitud cambiaría, ya sea porque se hartó de trabajar en el mismo proyecto por tantos años, o porque sabía el poder que tenía por su popularidad.
James Parriott, productor ejecutivo de la serie, aseguró que el actor aterrorizaba a todos, aunque nunca en un sentido sexual o de algún tipo de agresión física.
Tenía el poder y sabía que podía parar la producción cuando quisiera y asustar a la gente. Vino gente de la cadena y el estudio y hablaron con él. Yo creo que simplemente estaba harto de la serie. No le gustaba tener que venir todos los días a trabajar. Él y Shonda se atacaban todo el tiempo.
La productora Jeannine Renshaw, por su parte, señaló que ya había varias quejas en su contra desde antes, hasta que la misma creadora lo vivió en carne propia y sus conflictos llegaron a tal punto que ella aseguraría que “si él no se iba, lo haría ella misma”. Lo cierto es que era una decisión difícil de tomar, teniendo en mente que su personaje era fundamental para la trama. Aunque gran parte del texto narra los conflictos con el actor, también hubo quienes le defendieron y lo describieron como un hombre encantador.
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La actriz Brooke Smith, quien interpretaba a la cirujana Erica Hahn, recordó con cariño al intérprete, sobre todo porque fue el único que la defendió el día que la despidieron de la serie sólo porque ya no había más que contar con su personaje. Otros miembros del elenco coincidieron en que fue una persona amable. Otros testimonios involucran a la misma Ellen Pompeo, pues se asegura que a pesar de que ella debía filmar el doble de escenas que él, Dempsey pedía que se parara la producción en cualquier momento porque estaba cansado de tener que estar la mayor parte del tiempo en el set, lo que resultaba estresante para la protagonista.
Hubo un punto en el que el actor ya tenía control sobre todo, sabía que su personaje era importante y él detestaba estar ahí durante 10 meses continuos, 15 horas al día; y de eso ya había hablado el también actor de Encantada - 
93% en más de una ocasión. Finalmente, se logró llegar a un acuerdo para su salida que se convertiría en uno de los episodios más recordados por los espectadores, además de su cameo en la última temporada.
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