La Naranja Mecánica: Malcolm McDowell la odió los primeros 10 años

Uno de los cineastas estadunidenses más emblemáticos es Stanley Kubrick. Él es recordado, sobre todo, por sus adaptaciones más fieles a su estilo que a la obra original como lo son El Resplandor - 92%, La Naranja Mecánica - 89% y Ojos Bien Cerrados - 74%. Seis días después de filmar esta película, la cual está basada en Relato Soñado (1925), de Arthur Schnitzler , un infarto le arrebató la vida mientras dormía.

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Su muerte pareció ser el último clavo en el ataúd de varios proyectos que no pudo realizar a lo largo de su carrera. La lista de obras que quiso filmar y nunca pudo darían para una novela de historia alternativa de lo más fascinante. Quizá el más famoso de estos proyectos sea la cinta biográfica sobre Napoleón Bonaparte, un proyecto cinematográfico monumental que ha hecho que muchas personas sueñen con lo que pudo ser.

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Hay otra cosa por la que este director es tremendamente famoso; por el hecho de que algunos de sus colaboradores no terminaron en los mejores términos con él por su particular forma de presionar a los actores o por no respetar las obras que lo inspiraban. Stephen King odia su versión de El Resplandor y para Shelley Duvall fue pesadillesco rodar esa película por la manera en que el director la trató.

No vamos a decir que ese es el caso de Malcolm McDowell, pero sí generó un resentimiento particular, si bien no al director, si a la película en la que salió; es decir, La naranja mecánica. La realidad es que ese es uno de sus roles más emblemático y eso es lo que le hizo odiarla durante los primeros diez años de haber salido en ella. Así lo ha revelado en una entrevista que dio para Screen Rant por el cincuenta aniversario de la cinta:

No, no, tú estas absolutamente en lo correcto. Yo pienso, honestamente, por los primeros 10 años, yo realmente comencé a resentir a la cosa y pensar: ‘Ya la superé. Oh, por el amor de Dios. Hablen de otra cosa. ¿Qué pasa con esas grandes películas que hice con Lindsay Anderson? Hay que hablar de ellas o lo que sea.’ Yo realmente no estaba feliz con ella, pero yo pienso que más o menos unos 10 años después de que salió, yo me di cuenta de que era parte de algo que era realmente extraordinario. Tú puedes aceptarlo, sonreír, dejarte llevar, o no volver a hablar de ello. Y yo decidí, escucha, que yo hice la maldita película. Yo puse mucho de mí en esa parte y estoy extremadamente orgulloso de ello. Yo amé trabajar con Stanley. Y en general tuvimos un gran tiempo. Así que pienso que yo tomé la decisión de, sí, estoy orgullosa de ello. La amo. Eso es todo.

No es el único que primero ha odiado una película para luego cambiar de opinión. Otro caso es Frank Miller . Recientemente tuvo una conversación con The Beard and The Bald Movie Podcast. Allí reveló que al principio no se tomó a bien que Zack Snyder se inspirara en sus cómics, pero con el pasar de los años su actitud sobre eso cambió y ahora le parece algo genial:

Yo realmente tengo que decir sobre eso que unos cuantos años han pasado desde que todo esto comenzó, ¿ok? Y al principio, mi reacción fue ser muy territorial y todo lo que eso conlleva. Y ahora yo en cierta forma me lo he tomado con más calma, exhalando profundamente y con una visión más profunda de toda la cosa y todo lo que puedo decir es: esto es genial. Quiero decir, a mí se me ocurrió mi gran idea para The Dark Knight Returns y eso fue el gran impacto que yo tuve, lo cual comenzó toda mi carrera. Y desde entonces he visto a los dos campos colaborar uno con el otro. Yo me he beneficiado en gran mediad con Dark Knight Returns, y ellos también y lo seguirán haciendo. Y sólo puede ser visto como una relación saludable.

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