La representación e inclusión en el cine es esencial. No se trata de una excusa ni una agenda privada, sino de una necesidad real para poder contar todo tipo de historias para todo tipo de personas. Sin embargo, el proceso no siempre ha sido acertado y por muchos años la comedia sirvió para burlarse de la comunidad LGBTQ+ como algo ajeno y extraño, en vez de hacerlos partícipes del género. Zoolander - 64% es uno de los grandes ejemplos de esto. La primera cinta dividió al público en su momento, pero años después se le reconoció como una farsa ingeniosa que se aprovechaba de los prejuicios, algo que intentaron repetir en Zoolander 2 - 23%, sin éxito alguno.
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Ben Stiller ha trabajado como director tantos años como se ha desempeñado como actor, y es en esta labor donde se puede apreciar su visión sobre varios temas lejanos a la comedia. Pero dentro de este género también ha logrado cosas interesantes y Zoolander marcó un momento curioso en su carrera, pues la cinta tardó años en ser considerada de culto. En un intento por aprovechar esta situación, Stiller decidió desarrollar una secuela, cuya publicidad fue mucho mejor que la película misma.
Si la original contaba con cameos curiosos como Natalie Portman o David Bowie, Zoolander 2 se siguió de largo y obtuvo muchas más figuras de la industria musical y cinematográfica. Pero todos estos adornos no sirvieron para ocultar la falta de un guion coherente o el hecho de que el estilo de comedia ya se sentía viejo y hasta cercano al insulto. Además de sexualizar como burla a las mujeres principales, y los chistes sobre el sobrepeso, esta entrega cuenta con uno de los momentos más criticados en los últimos años: la aparición de Benedict Cumberbatch como All.
En teoría, el personaje de All como modelo era para representar que los protagonistas ya no están familiarizados con el mundo de la moda que está en constante cambio y que en los últimos años, al igual que todas las industrias, ha buscado nuevas formas de inclusión. Lo que debía funcionar como un chiste sobre el choque de dos mundos, uno viejo e ignorante y otro actual y sin pedir perdón por sus formas, se convirtió en un ataque que ni el público ni la prensa pudo ignorar.
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A casi 6 años de su estreno, Benedict Cumberbatch se reunió con Penélope Cruz, quien interpreta a Valentina Valencia en la cinta, para una charla en Actors on Actors de Variety. Durante la entrevista, el protagonista de Doctor Strange en el Multiverso de la Locura - 88% aprovechó para hablar sobre la mala recepción que tuvo su papel en Zoolander 2 y admite que la forma de hacerlo no fue la correcta:
Hubo mucha controversia alrededor del papel, totalmente comprensible ahora. Y creo que en estos tiempos, mi papel nunca lo podría interpretar nadie más que un actor trans. Pero recuerdo que en ese momento no lo pensé necesariamente en ese sentido, y se trataba más de dos dinosaurios, dos clichés heteronormativos que no entendían este nuevo y diverso mundo. Pero fracasó un poco. Pero fue maravilloso conocerte en ese breve momento y trabajar con Ben [Stiller] y Owen [Wilson].
Cruz aprovechó para asegurarle que a ella le pareció muy divertido lo que hizo en la película. Para muchos esto es así, en especial porque el actor es más conocido por su trabajo en títulos serios que usualmente son material de Oscar, como El Código Enigma - 90%. La secuela se estrenó el mismo año que Doctor Strange: Hechicero Supremo - 89% y algunos creían que el boicot terminaría por afectar su camino dentro del UCM, pero eso no sucedió en buena parte porque Zoolander 2 no interesó a la mayoría del público.
Cuando se estrenó el primer avance de Zoolander 2, varias organizaciones presentaron quejas contra la película y hasta empezaron un movimiento para boicotear su estreno. Una petición aseguraba que su personaje era una forma acartonada, superficial y peligrosa de hablar de la gente no binaria y los andróginos, fomentando estereotipos peligrosos con los que han luchado por años. La comunidad aseguraba que estaba bien tomar la idea de que las cosas en la industria de la moda han cambiado, pero que si querían hacer un comentario o crítica al respecto pudo funcionar con otras figuras como Andreja Pejic, modelo trans reconocida en todo el mundo, en vez de darle prioridad a un actor cisgénero.
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