En los últimos meses, Megan Fox ha llamado la atención del público por su relación con Machine Gun Kelly, pues ambos hablan abiertamente de sus rituales de pareja, como beber la sangre del otro y tener un anillo de compromiso que lastima físicamente si tratan de quitarlo. Pero la actriz lleva años siendo una figura controversial, y en sus inicios esto no tuvo nada que ver con sus relaciones personales. Por años, ella fue considerada un símbolo sexual, pero cuando decidió criticar los métodos sexistas de Hollywood fue tachada como problemática y su carrera sufrió. Por supuesto, esto definitivamente tiene que ver con enfrentarse sola a un sistema tan problemático, pero también a que no tuvo el apoyo del movimiento feminista; de hecho, la protagonista de Diabólica Tentación - 42% asegura que sufrió ese rechazo de manera muy evidente y triste.
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Que Hollywood, y en general la industria del cine, es un lugar tóxico, sexista, racista y homofóbico no es una realidad sorprendente. La historia está llena de secretos a voces sobre actores que tuvieron que ocultar sus preferencias sexuales, o agresiones sexuales de directores que fueron encubiertas por grandes productoras. Desde hace unos años, ciertos movimientos feministas y pro LGBTQ han ganado fuerza para luchar contra el problema, pero la reacción del público con cada nuevo personaje inclusivo o con cada nueva actriz que asegura fue acosada por alguien famoso, demuestra que todavía falta mucho por hacer y superar.
Uno de los pasos más importantes se dio gracias al movimiento MeToo que terminó por condenar a uno de los nombres intocables de Hollywood: Harvey Weinstein. Desde entonces, las mujeres dentro de la industria han hablado con más seguridad sobre todo lo que implica su trabajo, desde desnudos obligados hasta acoso sexual por parte de figuras emblemáticas. Aunque esto se agradece y nadie puede negar que abrió las puertas a una seria discusión sobre la sociedad, muchas mujeres se pronunciaron en contra de estos tratos mucho antes de que fuera tendencia o de que fuera seguro para ellas hablarlo. Rose McGowan fue de las primeras en acusar a Weinstein, al igual que Ashley Judd y Mira Sorvino, quienes además vieron seriamente afectado su trabajo y reputación.
Al igual que ellas, Megan Fox habló desde siempre sobre todo el sexismo que sufrió, pero nadie le hizo caso. Cuando ella comentó que Michael Bay le hizo un casting en traje de baño para una pequeña escena en Dos Policías Rebeldes 2 - 23%, la gente se burló de ella y muchos entrevistadores incluso se unían al abuso al hacer comentarios ofensivos sobre su cuerpo o sobre cómo ellos habrían hecho lo mismo, ignorando totalmente que ella era una adolescente cuando esto pasó. Luego de otros comentarios sobre la presión del director y la poca preocupación por la seguridad de sus actores, Fox fue despedida de la franquicia de Transformers - 57% y se volvió el blanco de las burlas.
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Ya que la imagen de Fox siempre fue publicitada como una de símbolo sexual, su carrera se vio afectada por su estatus. Analistas, críticos y el público mismo aseguraban que sólo servía para mostrar carne y no tenía mucho talento como actriz. De igual forma, al ser tachada de problemática, su impulso inicial no mantuvo la fuerza y los papeles importantes quedaron en el olvido. Megan Fox está al tanto de todo esto y durante una entrevista para la revista Glamour UK (vía IndieWire) explicó cómo se sintió excluida del movimiento feminista que ahora se mueve en Hollywood para cuidar a otras actrices:
Nunca me he sentido completamente incluida en la comunidad feminista y sigo pensando que es complicado de una manera terrible. Lo que sea que les provoqué no fue algo que pudieran digerir muy bien. Así que eso regresó a mí, ya que me rechazaron por esas razones. Y simplemente no creo que yo fuera una víctima muy compasiva.
Fox aseguró que esto la hizo sentir desprotegida ante la ola de críticas y ataques que recibió luego de sus comentarios:
No se me permitía ser humana, porque yo era un tema de conversación, chismes y chistes. Esencialmente estuve escondida durante varios años de mi vida. No sé si el colapso psicológico estuvo estrictamente relacionado con ser cosificada. Estaba más relacionado con ser deshumanizada, criticada y juzgada constantemente.
La actriz considera que el feminismo es un movimiento necesario, pero también que hay muchas críticas dentro del mismo grupo. Megan Fox declara que su figura era vista como feminista hasta que llamó “Daddy” a su prometido y fue criticada por muchas mujeres. Para ella, estos ataques fueron absurdos, pues el verdadero feminismo es aquel que deja a la mujer ser quien ella quiera ser con la libertad de actuar y decidir lo que prefiera, sin seguir reglas estrictas de comportamiento para poder ganarse la etiqueta de feminista.
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