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Hoon Lee, legendario humorista británica, se entrevista con Irish Times para hablar sobre algunos de los temas más controvertidos de los últimos años, bromas y la "cultura de la cancelación". El actor de 67 años está muy consciente de las correcciones que ha tenido la comedia en los últimos años, con innumerables personas en todo el mundo que están de acuerdo con que ya no deben hacerse chistes sobre muchas cosas. Rowan opina que una de las características del humor es la ofensa y que no debería ser limitada.

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Atkinson es mundialmente conocido por sus interpretaciones como Mr. Bean, Johnny English y en Blackadder. Su expresivo rostro y silencio casi definitivo fueron suficientes para convertirlo en una de las estrellas más importantes que el Reino Unido ha visto nacer. Pero su profesión se ha visto coartada con el paso del tiempo, en especial por el auge de la "cultura de la cancelación", fenómeno de alcance global en el que las personas (en especial las celebridades) deben comportarse de forma correcta o de lo contrario enfrentarse a la corte de la opinión pública con riesgo a ser eliminados del estrato social, perdiendo sus empleos, amigos e incluso familia.



En su entrevista con Irish Times, Rowan Atkinson opina que el humor de los años recientes se ha redireccionado hacia las clases altas y los privilegios, evitando hacer chistes sobre los grupos marginados o vulnerables. Pero el comediante opina que las personas problemáticas existen en todas partes y debería ser posible hacer chistes sin excepciones.

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Creo que tienes que ser muy, muy cuidadoso al decir sobre qué puedes hacer bromas. ¿Siempre hacer bromas sobre personas poderosas? ¿En serio? ¿Qué pasa si hay alguien extremadamente presumido, arrogante, agresivo, satisfecho de sí mismo, que está por debajo de la sociedad? No todos están en las casas del parlamento o en las monarquías. Hay muchas personas extremadamente engreídas y satisfechas en lo que se consideraría más bajo en la sociedad, que también merecen ser señaladas. En una sociedad libre y adecuada, se te debería permitir hacer bromas sobre absolutamente cualquier cosa.

Atkinson también reflexiona sobre el sorprendente alcance de la tecnología del siglo XXI y las redes sociales, considerando que estas últimas hacen un excelente trabajo sacando el humor del contexto y creando más problemas que soluciones. Rowan tiene la certeza de que estos medios son demasiado nuevos y que el humano sigue aprendiendo a convivir a través de ellos.



Es terriblemente joven. En términos de la historia del hombre, ha existido por muy, muy poco tiempo y todavía nos estamos adaptando. Aquí, en este país, tenemos algo llamado Proyecto de ley de seguridad en línea, que posiblemente llegue pronto a las Casas del Parlamento. Y piensas '¿Esto no llega 20 años tarde?'. Pero tienes que vivir con algo durante bastante tiempo para descubrir cómo vas a vivir con eso.

En la última década se ha observado un incremento en las formas de juzgar utilizadas por las redes sociales, plataformas cuyo seguro de anonimato les da una barrera protectora a quienes estudian con lupa hasta los mínimos detalles de algún escándalo, impulsando la cancelación en redes solo por escuchar un opinión diferente a la visión propia. ¿El siglo XXI deja al humor demasiado corto y en peligro de convertir al trabajo de los comediante en una corriente unidireccional?

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