Doctor Strange en el Multiverso de la Locura - 88% ya llegó a Disney+ aunque en algunas partes todavía se mantiene en cartelera luego de su exitoso paso por la taquilla mundial. La esperada secuela causó muchos debates entre los fans, pero luego de un análisis profundo sobre la historia ya se le percibe como una de las secuelas mejor logradas del UCM. Doctor Strange es uno de los héroes favoritos de los espectadores, pero también es uno de los más solitarios y complicados por lo que cada aventura personal sirve para hacerlo evolucionar y encontrar su lugar dentro de este universo. Mientras esperamos más noticias sobre su futuro, podemos conocer nuevos detalles sobre su más reciente cinta, incluyendo un final alternativo que dejaba las cosas de una manera muy deprimente para el hechicero.
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Desde que lo vimos por primera vez en Doctor Strange: Hechicero Supremo - 89%, quedó claro que el personaje interpretado por Benedict Cumberbatch tenía serios problemas de personalidad y ego que hacían que las personas a su alrededor lo admiraran y temieran al mismo tiempo. Además, su genialidad e intelecto complican mucho su forma de pensar el trabajo en equipo, por lo que siempre prefiere hacer todo solo y según sus propias reglas. Al igual que otros superhéroes, el trauma para él es muy real y existe mucho antes de que tomara por primera vez el puesto de Hechicero Supremo, pero él prefiere guardarse ese dolor en vez de ser vulnerable ante otros.
La primera cinta con él sirvió para establecer su personalidad y la mitología que iría creciendo con cada nueva aparición y Avengers: Infinity War - 79% funcionó muy bien para mostrar sus verdaderas capacidades y lo mucho que sobresale entre los otros héroes dentro de este universo. Doctor Strange en el Multiverso de la Locura debía marcar un progreso importante para su evolución y hasta la forma en la que él mismo se percibe para justificar el no cambiar. Además de encontrarse con una villana más poderosa que él, Strange también tiene que abrirse como humano para proteger e inspirar a América Chávez (Xochitl Gomez) mientras reconoce sus defectos y faltas que han puesto, o podrían poner, en peligro la existencia misma.
En esta secuela vimos mucho sobre este problema y cómo otros colegas perciben al héroe. En la guerra contra Thanos, Strange ya había tomado una decisión complicada que muchos resienten y parece que ese aspecto se mantiene idéntico en todos los universos, algo que se revela con la explicación de los Illuminati y la forma en la que el hechicero terminó por corromper su alma con el uso del Darkhold por un bien mayor.
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Al momento de escribir esta cinta, Michael Waldron sabía que en el centro de la historia estaba ese conflicto para Strange, quien suele seguir el dicho de que “el fin justifica los medios.” En un punto, el hechicero descubre que él no puede vencer a la Bruja Escarlata (Elizabeth Olsen) y que además ha causado una destrucción mayor en otros universos, así que es momento de hacerse a un lado para confiar en las capacidades de alguien más y en el trabajo en equipo. Aprender la lección no fue sencillo de establecer y el guionista pensó en varias posibilidades para llegar a lo que vimos en el corte final. En el audio comentario de Doctor Strange en el Multiverso de la Locura (vía ComicBook.com), Waldron recuerda uno de los finales que pensó en usar para resaltar los defectos del protagonista y lo que su egoísmo termina por provocar:
Strange quedaba atrapado en ese universo [en la incursión]… y luego [Sinister Strange] se daba la vuelta y se abría el tercer ojo.
El momento sería acompañado de la risa de Vincent Price en referencia al video de "Thriller" de Michael Jackson y como una especie de golpe bajo para el espectador. Con esto, esta versión de Strange quedaría dentro del UCM y la original estaría perdida en otro universo sin saber cómo escapar; un final que definitivamente complicaría las futuras apariciones del personaje en otras entregas de la marca.
El tercer ojo de Strange sí termina por aparecer de manera sorpresiva al final de la cinta, en un momento que nos recuerda a El Despertar del Diablo - 96% de Sam Raimi, pero su intención y lo que significa para el personaje es totalmente diferente. Para cuando volvemos a ver a Strange con su ojo en la escena post-créditos, él parece ya tener más control sobre él y lo puede abrir a voluntad y para un uso positivo como en los cómics, donde aparece como muestra de su poder y no como una consecuencia negativa por el uso del Darkhold.
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