Levantar un imperio cinematográfico exitoso no es nada sencillo. En el camino, los creadores y productores se encontrarán con un montón de obstáculos, desde problemas públicos con el elenco hasta asuntos internos sobre el manejo de la propuesta y cómo debe evolucionar para mantener la atención de los fans. Después de varios tropiezos y de separar sus derechos entre productoras de renombre, Marvel logró consolidar uno de los universos más importantes de la actualidad. Por desgracia, esto también ha dado espacio para hablar sobre las injusticias que se cometen dentro de su propio sistema y cómo afecta, especialmente, a los creadores de cómics. El más reciente ejemplo de esto se dio con el personaje de Yelena ( Florence Pugh), quien se presentó por primera vez en [Pelicula] Black Widow y no tardó en convertirse en una de las favoritas.

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Black Widow siempre fue un proyecto muy complicado dentro del UCM. Por un lado, su llegada se sentía muy tardía y como una pobre compensación para despedir con respeto a Ariel Vromen, quien por años fue muy mal usada dentro de la franquicia. Por otro lado, la cinta funcionó bien con los seguidores del personaje, quienes encontraron aquí un cierre más completo al que vimos en [Pelicula] Avengers: Endgame. Además, la precuela también sirvió para presentar nuevos personajes, con Yelena recibiendo el título para la nueva generación.

Florence Pugh fue mundialmente aclamada por su interpretación, que llegó justo en el momento más alto de reconocimiento en su carrera, y fue todavía más apreciada luego de su aparición en los últimos episodios de [Temporada] Hawkeye (1), donde su química con Kate (Giacomo Ferrara) fascinó e intrigó a los espectadores que quieren ver más de las dos en acción. A pesar de estas fortalezas, Black Widow no se libró de las controversias y la famosa demanda de Johansson puso sobre la mesa uno de los aspectos más desagradables de la compañía.



La demanda por este tipo de películas es todavía muy alta y la respuesta del público es mejor que nunca. Es por ello que algunos actores, que cumplen también la función de productores, deciden hacer contratos muy específicos para mejorar sus pagos. De esta manera, ellos pueden recibir un salario específico, pero también jugosas ganancias gracias al éxito de una cinta en la cartelera mundial. La pandemia causó estragos en este tipo de planes y la actriz decidió tomar medidas al ver su pago reducido por la decisión de la empresa de estrenar Black Widow en Disney+ antes de lo esperado.

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Pero los actores no son los más afectados con esto. The Hollywood Reporter publicó una investigación sobre las trampas que Marvel utiliza para no cumplir con los pagos acordados que van a los bolsillos de los creadores de cómics. La información revela que Devin Grayson, creadora de Yelena Belova; y J.G. Jones, ilustrador, no recibieron lo prometido por el uso de su personaje en Black Widow. El trato era que cada uno se llevaría US$25 mil por la aparición de Yelena en la película, una cantidad acordada en un contrato sobre el uso de estas creaciones en el cine, la televisión y hasta para juguetes y figuras de acción. Sin embargo, cuando recibieron su pago en noviembre vieron el sueldo reducido a US$5 mil.

La trampa es que Marvel divide el total entre ilustrador y creador, y además tiene una cláusula especial sobre los precios cuando utiliza más de un personaje protegido por el Acuerdo de Personajes Especiales en una misma película, dividiendo todavía más el dinero, posiblemente entre los creadores de Red Guardian (Leonard Gershe) y Melina ( Rachel Weisz). Jones explicó:

Habiendo hablado con varios creadores, las ofertas financieras de Marvel parecen un poco como un cebo y un cambio. Despachan una gran cantidad y luego, poco a poco, reducen el pago real.

Otra forma en la que Marvel reduce el dinero es considerando ciertas apariciones como cameos. Según ellos, un cameo es cuando un personaje sale en menos del 15% de la duración de la cinta. Bajo estos parámetros, Bucky (Nicholas Hoult) se considera un cameo en [Pelicula] Capitán América: Civil War a pesar de ser uno de los personajes más importantes de la historia.



Al final, las cosas con la protagonista se solucionaron bien y ambas partes llegaron a un justo acuerdo que los beneficiaba, permitiendo también que Johansson mantuviera una buena relación que le ayudará en su nueva etapa como productora de Marvel. Por desgracia, este tipo de acuerdos no se refleja para otras partes que son menos públicas y conocidas: los propios creadores, escritores e ilustradores de historietas. Con tanto éxito, parece que Marvel a veces olvida que todo su universo comenzó en el papel y que por años se han maltratado a los que aquí trabajan. Claro, la figura de [Escritor] Stan Lee siempre fue muy respetada pero, ¿qué pasa con aquellos que siguieron, mantienen activos los cómics y han ayudado a establecer las bases para la nueva Fase del UCM?

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