La fascinación por la figura de Marilyn Monroe existe desde que ella se puso frente a la cámara y siguió creciendo luego de su fallecimiento, que todavía hoy se considera sospechoso y trágico. La actriz se convirtió en la máxima representación de la rubia sensual y al hacerlo se volvió un icono de Hollywood. Sin embargo, en los últimos años el interés por su vida ahora se enfoca en lo mucho que sufrió y los abusos de los que fue víctima dentro de la industria. El propio sistema está obsesionado con ella y no es raro que existan tantas cintas y documentales sobre su persona. Joyce Carol Oates escribió Blonde pensando justamente en esto y está dispuesta a defender Rubia - 59% de las acusaciones de explotación.
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Gracias a El Asesinato de Jesse James por el Cobarde Robert Ford - 76%, Andrew Dominik se convirtió en uno de los directores más reconocidos y respetados en Hollywood, así que la noticia de que por fin podría levantar la producción de Rubia, un proyecto soñado, se recibió con mucho entusiasmo entre los críticos. Ana de Armas, quien se ganó al público con Blade Runner 2049 - 88% y Entre Navajas y Secretos - 100%, no tardó mucho en conectar con los fans luego de que se filtraran las primeras imágenes de ella ya caracterizada como Monroe. Por supuesto, mucho antes de que se estrenara la cinta ya se hablaba de posibles nominaciones al Oscar, especialmente para la joven actriz.
Sin embargo, la noticia sobre su clasificación y el tipo de contenido explícito que prometía comenzó a causar mucha angustia entre los expertos y los fans de Marilyn Monroe, quienes piden se deje de explotar su imagen y su complicada vida personal. Ya todos sabemos que la industria rompió el corazón, el cuerpo y el alma de la actriz de Una Eva y Dos Adanes - 96%, así que, ¿es realmente necesario volver al tema y de manera tan cruda? Para algunos la respuesta es no, pero para otros sí es importante, como para la propia autora que trabajó la novela en la que se basa esta película.
Joyce Carol Oates nunca pensó en Blonde como una novela biográfica, sino como una exposición de un tema importante a partir de una figura mundialmente conocida y amada por el público. No se puede esperar un respeto total de los hechos, porque la escritora nunca los trabajó así. En vez de eso, Oates decide usar a Monroe para retratar el sistema patriarcal que la destrozó una y otra vez, además de explorar la tragedia que significó la muerte metafórica de Norma Jeane para dar luz a Marilyn Monroe.
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Hace tiempo, la autora habló un poco sobre la cinta y dijo que Andrew Dominik realmente logró comprender su novela y hacer una gran adaptación de ella sin perder el sentimiento feminista detrás de la intención. De igual forma, Oates dijo que Ana de Armas había hecho un trabajo estupendo y que había conectado con Monroe de manera única. Aunque es raro que un escritor quede contento con una adaptación de su obra, este ejemplo se percibió como una buena señal para el estreno de Rubia. El asunto es que los críticos, y la mayoría del público, consideran que la película no cumple con nada de esto y resulta desagradable, misógina y llena de controversias.
En entrevista con The New Yorker, Joyce Carol Oates defendió la clasificación para adultos de Rubia, así como la forma tan explícita de tocar temas como el abuso sexual y el aborto, recalcando que, en la vida real, Marilyn Monroe sufrió muchos más tormentos:
[No tengo] sentimientos particulares [por la clasificación]. Pero las cosas reales que le sucedieron a Marilyn Monroe fueron mucho peores que cualquier cosa en la película.
No es una película para sentirse bien. Muchas películas sobre Marilyn Monroe son optimistas y tienen mucha música y canciones. Ella es muy hermosa y dulce. Esta es probablemente más cercana a lo que ella realmente experimentó. Los últimos días de su vida fueron brutales.
Aunque otras propuestas, como Mi Semana con Marilyn - 84%, ya abordaban un poco la parte oscura de la actriz, así como sus problemas personales y sus conflictos de autoestima, Rubia lleva el tema a un extremo violento que no da respiro al espectador. Si la intención de Andrew Dominik por exponer el abuso a partir de la ficción funciona realmente o más bien sirve como excusa para la misoginia, es un tema que se seguirá debatiendo por mucho tiempo.
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