El cine mexicano de los últimos 30 años no se puede entender sin Luis Estrada, director que ha dado películas clásicas que critican la política y el momento histórico del país en el que fueron producidas. El responsable de La ley de Herodes - 68%, Un Mundo Maravilloso - %, El Infierno - 90% y La Dictadura Perfecta - 80%, realizó su nueva película bajo el cobijo de Netflix, pero a un día de que se estrenara en cines, Estrada compró los derechos a Netflix y ahora busca distribuirla por su cuenta.
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A través de El País se dio a conocer esta noticia, y se dice que el director busca nuevos distribuidores. Originalmente Netflix se haría cargo de la distribución en los cines de México y el resto del mundo a partir del 3 de noviembre. Ahora Estrada dice que compró los derechos “para tenerlos en exclusiva y para no perder el control de la película”. Sin embargo, la cinta todavía llegará al catálogo de la plataforma, aunque ya no estará disponible el 16 de noviembre, como se había anunciado, sino hasta “que se estrene en los cines que yo consiga de México y el mundo”, dijo el director. Netflix confirmó la noticia a El País, y su vocero dio el siguiente comunicado:
Nos entusiasma trabajar con el maestro Luis Estrada en su nueva película, no obstante, en las últimas semanas el director y productor ha expresado su interés en implementar una estrategia de distribución distinta a la pactada. Queremos honrar dicha visión, por lo que hemos acordado revertirle los derechos de la película.
A pesar de esto, Estrada había declarado antes que su relación con Netflix fue excelente durante la producción, y la verdadera razón por la que decidió comprar los derechos de último minuto es que no respetaron su exigencia de que el filme llegara a cines comerciales, algo que es muy importante para él, pues sigue pensando que sus películas “tienen que verse de manera colectiva: en una sala obscura con pantalla grande y con gente que coma palomitas”.
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Entre Netflix y los cineastas existen fricciones desde hace años, debido a la distribución cinematográfica. Basta con echar un vistazo a las noticias hace unos años cuando el Festival de Cine de Cannes prohibió a las películas de la plataforma competir en el evento debido a que no quisieron tener un estreno en cines y una ventana de distribución como el resto de producciones cinematográficas. En aquel tiempo se escucharon muchas voces contrarias a Netflix y al streaming en general, pero en la actualidad es difícil que eso tenga sentido.
Con la crisis ocasionada por la pandemia de Covid-19, las salas de cine sufrieron un golpe mucho más duro que el causado por la popularidad de las plataformas de streaming, y en estos momentos hay tantos servicios de este tipo que sería un error oponerse. Directores que aman el cine y la experiencia cinematográfica como Martin Scorsese y Guillermo del Toro han trabajado con Netflix, pues esta compañía ofrece grandes posibilidades y oportunidades a los cineastas. El caso de Scorsese es ejemplar, nadie quería producir El Irlandés - 100%, por su alto presupuesto, así que Netflix la produjo. Con Del Toro ningún estudio estaba dispuesto a producir su largometraje stop-motion de Pinocho, y Netflix lo produjo.
Así como sus anteriores largometrajes criticaron al viejo PRI, al neoliberalismo del PAN bajo Vicente Fox, a la guerra contra las drogas de Felipe Calderón y al espectáculo que fue la presidencia de Enrique Peña Nieto, en ¡Que Viva México! Estrada se burla de la Cuarta Transformación, nombre que ha dado el presidente Andrés Manuel López Obrador a su gestión.
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