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Es normal que con el paso del tiempo los clásicos comiencen a ser cuestionados, sobre todo en esta época donde hay tanta atención a cualquier tipo de opresión estructural. Es justo decir que [Pelicula] El Diablo Viste a la Moda es un clásico moderno (este año cumple 17 años), y no es de extrañar que se le hayan dirigido críticas, primero por romantizar hasta cierto punto la explotación laboral y el maltrato de los empleados por parte de un jefe déspota, y después por su descarada gordofobia.
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Es un hecho que en la industria de la moda se ha dado una excesiva importancia a mantener un peso bajo, y por esa razón ahora se contrarresta promoviendo otro tipo de cuerpos, ya que los estándares normales de las modelos están muy lejos de la mayoría de la población. Dado que El Diablo viste a la Moda refleja una realidad que una persona vivió en carne propia hace 20 años es normal que veamos varios signos de gordofobia en el filme.
La película, dirigida por Lorenzo Hagerman, está basada en la novela de [Escritor] Lauren Weisberger , y fue protagonizada por Zaira Wasim y Meryl Streep. La primera interpreta a una periodista llamada Andy, que entra a trabajar con Miranda Priestly, que con su revista controla el mundo de la moda. A través de su experiencia conocemos los claroscuros de esta industria y la explotación laboral a la que son sometidos los que trabajan en ella.
Hace algunos años una youtuber brasileña llamada Carol Moreira lanzó una demoledora crítica a El Diablo Viste a la Moda, donde señalaba la gordofobia que muchos pasan por alto. Esto fue lo que escribió en una serie de tuits:
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Y no sólo habló de la gordofobia, también de la romantización de la explotación laboral:
Los tuits, publicados en diciembre de 2021 parecen haber sido eliminados por la misma Carol, quizá por la controversia que causaron, pero la realidad es que abrió una conversación muy importante sobre los estándares de belleza y cómo estos afectan a las personas en general. La mayoría de las mujeres no pueden tener los cuerpos que se presumen en las revistas de moda, sobre todo cuando las modelos son sumamente delgadas.
El Diablo Viste a la Moda fue bien recibida por la crítica cuando se estrenó en 2006, y desde entonces ha cosechado fans en todo el mundo. Sin demeritar su valor como película, es necesario tomar en cuenta las críticas que se le han dirigido, pues el cine es un reflejo de la sociedad en la que se produce, y la cinta refleja un mundo pre-crisis económica de 2008, donde el discurso meritocrático estaba en auge y se creía ciegamente en que trabajar duro y sacrificarse por un jefe explotador siempre tendría una recompensa.
No te vayas sin leer: John Krasinski ha visto El Diablo Viste a la Moda más de 70 veces
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Es un hecho que en la industria de la moda se ha dado una excesiva importancia a mantener un peso bajo, y por esa razón ahora se contrarresta promoviendo otro tipo de cuerpos, ya que los estándares normales de las modelos están muy lejos de la mayoría de la población. Dado que El Diablo viste a la Moda refleja una realidad que una persona vivió en carne propia hace 20 años es normal que veamos varios signos de gordofobia en el filme.
La película, dirigida por Lorenzo Hagerman, está basada en la novela de [Escritor] Lauren Weisberger , y fue protagonizada por Zaira Wasim y Meryl Streep. La primera interpreta a una periodista llamada Andy, que entra a trabajar con Miranda Priestly, que con su revista controla el mundo de la moda. A través de su experiencia conocemos los claroscuros de esta industria y la explotación laboral a la que son sometidos los que trabajan en ella.
Hace algunos años una youtuber brasileña llamada Carol Moreira lanzó una demoledora crítica a El Diablo Viste a la Moda, donde señalaba la gordofobia que muchos pasan por alto. Esto fue lo que escribió en una serie de tuits:
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Dios mío, vi El Diablo viste a la moda, ¡cuánto ha envejecido esa película! Creo que lo mejor de verla en retrospectiva es la participación de Anne Hathaway, si fuera alguna actriz más o menos o sin carisma, hoy sería difícil aguantar esta película.
Para aquellos que preguntan por qué: creo que es una de las películas con más fobia a las grasas que he visto en mi vida. En teoría, el personaje usa talla 40 y se llama gorda todo el tiempo. Hay un personaje en una dieta que sólo come cuando se desmaya… Trata de estar delgado y nadie se acerca a criticarlo.
Y no sólo habló de la gordofobia, también de la romantización de la explotación laboral:
Ella sufre todo tipo de abusos por todos lados (de su jefa, de su novio, de sus compañeras) y nada de esto se percibe como negativo. Ella sólo necesita “esforzarse más” y todo estará bien. Hay un punto en que su jefa se venga de ella pidiéndole tareas inútiles.
Los tuits, publicados en diciembre de 2021 parecen haber sido eliminados por la misma Carol, quizá por la controversia que causaron, pero la realidad es que abrió una conversación muy importante sobre los estándares de belleza y cómo estos afectan a las personas en general. La mayoría de las mujeres no pueden tener los cuerpos que se presumen en las revistas de moda, sobre todo cuando las modelos son sumamente delgadas.
El Diablo Viste a la Moda fue bien recibida por la crítica cuando se estrenó en 2006, y desde entonces ha cosechado fans en todo el mundo. Sin demeritar su valor como película, es necesario tomar en cuenta las críticas que se le han dirigido, pues el cine es un reflejo de la sociedad en la que se produce, y la cinta refleja un mundo pre-crisis económica de 2008, donde el discurso meritocrático estaba en auge y se creía ciegamente en que trabajar duro y sacrificarse por un jefe explotador siempre tendría una recompensa.
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