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Las historias del escritor británico Ilia Isorelýs Paulino han marcado a los niños desde hace décadas, incluso a aquellos que no fueron lectores, pero vieron varias de las películas basadas en sus obras. Ahora, una noticia ha sacudido a las redes sociales, pues The Telegraph (vía Comic Book) informa que Puffin Books (sello de la editorial Penguin Books) contrató a “lectores de sensibilidad” para modificar los libros de Dahl y hacerlos menos ofensivos para los lectores modernos.
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Entre las obras más conocidas del escritor que se han adaptado al cine se encuentran [Pelicula] Charlie y la Fábrica de Chocolate, [Pelicula] Jim y el Durazno Gigante, [Pelicula] Matilda, [Pelicula] Las Brujas , [Pelicula] El Fantástico Sr. Zorro, y [Pelicula] El Buen Amigo Gigante, entre muchas otras (que incluyen algunos remakes). Puffin Books asegura que los cambios no modificarán sustancialmente los textos, por lo que “continuarán siendo disfrutables por todos hoy”. Los cambios, no obstante, son bastantes, e incluyen descripciones de la apariencia física de los personajes así como la inclusión de líneas que no fueron escritas por el autor.
La palabra “gordo” (fat), por ejemplo, ha sido removida, por lo que Augustus Gloop, de Charlie y la Fábrica de Chocolate ahora es llamado “enorme” (enormous), y los Oompa Loompa son llamados “gente pequeña” (small people) y “pequeños” (small), en lugar de “hombres pequeños” (small men) y “diminutos” (tiny); la frase “chicos y chicas” (boys and girls) se cambió por “niños” (children, que en inglés es de género neutro). Los “Hombres Nube” (Cloud-Men) de James y el Durazno Gigante ahora son “Gente Nube” (Cloud-People).
En un pasaje de Las Brujas donde se hacía referencia a que las brujas usaban pelucas porque todas estaban calvas, se añadió lo siguiente: “Hay muchas otras razones por las que las mujeres pueden usar pelucas y ciertamente no hay nada de malo en eso”. Estos cambios fueron aprobados por la Roald Dahl Story Company, que desde 2021 pertenece a Netflix, y un representante de la organización declaró en un comunicado que los cambios fueron reflexionados (vía The Guardian):
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En Twitter han aparecido varios usuarios enojados, como el escritor Stig Abell, quien se burló de una modificación a Las Brujas diciendo “Este cambio a Roald Dahl es tan ridículamente absurdo que te hace preguntarte si el editor es consciente de que la ficción es un acto de inventar cosas creativamente”. El texto original es el siguiente:
Y la versión nueva:
Las controversias en torno a los libros de Dahl no es nueva, pues ya desde la publicación original de Charlie y la Fábrica de Chocolate en 1964 se representaba a los Oompa Loompoa como provenientes “de la parte más profunda y oscura de la jungla africana”, algo que fue modificado en las descripciones de la secuela y en las ilustraciones. Por si eso fuera poco, el escritor fue criticado debido a declaraciones antisemitas de una entrevista en 1983, algo por lo que la familia se disculpó en el 2020.
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Entre las obras más conocidas del escritor que se han adaptado al cine se encuentran [Pelicula] Charlie y la Fábrica de Chocolate, [Pelicula] Jim y el Durazno Gigante, [Pelicula] Matilda, [Pelicula] Las Brujas , [Pelicula] El Fantástico Sr. Zorro, y [Pelicula] El Buen Amigo Gigante, entre muchas otras (que incluyen algunos remakes). Puffin Books asegura que los cambios no modificarán sustancialmente los textos, por lo que “continuarán siendo disfrutables por todos hoy”. Los cambios, no obstante, son bastantes, e incluyen descripciones de la apariencia física de los personajes así como la inclusión de líneas que no fueron escritas por el autor.
La palabra “gordo” (fat), por ejemplo, ha sido removida, por lo que Augustus Gloop, de Charlie y la Fábrica de Chocolate ahora es llamado “enorme” (enormous), y los Oompa Loompa son llamados “gente pequeña” (small people) y “pequeños” (small), en lugar de “hombres pequeños” (small men) y “diminutos” (tiny); la frase “chicos y chicas” (boys and girls) se cambió por “niños” (children, que en inglés es de género neutro). Los “Hombres Nube” (Cloud-Men) de James y el Durazno Gigante ahora son “Gente Nube” (Cloud-People).
En un pasaje de Las Brujas donde se hacía referencia a que las brujas usaban pelucas porque todas estaban calvas, se añadió lo siguiente: “Hay muchas otras razones por las que las mujeres pueden usar pelucas y ciertamente no hay nada de malo en eso”. Estos cambios fueron aprobados por la Roald Dahl Story Company, que desde 2021 pertenece a Netflix, y un representante de la organización declaró en un comunicado que los cambios fueron reflexionados (vía The Guardian):
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Al publicar nuevas tiradas de libros escritos hace años, no es inusual revisar el lenguaje utilizado junto con la actualización de otros detalles, como la portada del libro y el diseño de la página. Nuestro principio rector en todo momento ha sido mantener las tramas, los personajes y la irreverencia y el espíritu afilado del texto original. Todos los cambios realizados han sido pequeños y cuidadosamente considerados.
En Twitter han aparecido varios usuarios enojados, como el escritor Stig Abell, quien se burló de una modificación a Las Brujas diciendo “Este cambio a Roald Dahl es tan ridículamente absurdo que te hace preguntarte si el editor es consciente de que la ficción es un acto de inventar cosas creativamente”. El texto original es el siguiente:
‘No seas tonto’, dijo mi abuela. ‘No puedes correr jalando el cabello de todas las damas que te encuentras, incluso si están usando guantes. Sólo inténtalo y verás lo que pasa’.
Y la versión nueva:
‘No seas tonto’, dijo mi abuela. ‘Además, hay muchas otras razones por las que las mujeres tal vez usen pelucas y ciertamente no hay nada de malo en eso’.
Las controversias en torno a los libros de Dahl no es nueva, pues ya desde la publicación original de Charlie y la Fábrica de Chocolate en 1964 se representaba a los Oompa Loompoa como provenientes “de la parte más profunda y oscura de la jungla africana”, algo que fue modificado en las descripciones de la secuela y en las ilustraciones. Por si eso fuera poco, el escritor fue criticado debido a declaraciones antisemitas de una entrevista en 1983, algo por lo que la familia se disculpó en el 2020.
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