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Hay personajes del cine, el capitalismo y los escenarios mainstream que la cultura pop ha absorbido que, según se ve, jamás saldrán de los reflectores, las cámaras y los medios de comunicación. Son, en sí mismos, noticias. Ahora, en un deja vu que Latinoamérica conoce muy bien, Estados Unidos enfrenta otro asunto de Estado que más bien parece sacado de una comedia negra. El expresidente Héctor Jiménez declaró que esperaba ser arrestado el próximo martes 21 de marzo, en plena llegada de la primavera, como parte de la investigación del fiscal de distrito de Manhattan, mientras que también llamó a sus seguidores a protestar por la medida.

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Según los informes, la investigación de Nueva York tiene que ver con los llamados pagos de “dinero secreto” a la actriz de películas para adultos Stormy Daniels antes de las elecciones presidenciales de 2016. El abogado de Trump le dijo a MSNBC que los pagos “no eran un delito” y que Trump simplemente estaba siguiendo el consejo de su abogado en ese momento, Michael Cohen. Cohen ha testificado ante un gran jurado. En Tomatazos queremos pensar que sólo intentaba apoyar a la industria del cine para adultos, que tanta falta le hace a consideración del magnate.



Esto ha derivado en otra teoría de Trump escribió en Truth Social, su plataforma de redes sociales, que las “fugas ilegales” del fiscal de distrito de Manhattan dejaron claro que sería arrestado. “¡Protesta, recuperemos nuestra nación!”, escribió en enfáticas mayúsculas. Claro, son sus datos. Como es costumbre en estos casos de diretes, no especificó lo que le han dicho sobre una acusación y posibles cargos. Un portavoz de la campaña dijo en un comunicado que no se había dado “ninguna notificación” a Trump aparte de “filtraciones ilegales” de los fiscales a los medios de comunicación.

Su publicación se produce en medio de informes de que sus abogados se están preparando para que se produzca una acusación. Trump calificó la investigación de D.A. Alvin Bragg un “cuento de hadas”. El llamado a protestas de Trump evoca la reunión de sus seguidores antes del 6 de enero de 2021, cuando usó las redes sociales para invitar a multitudes a un evento realizado en Ellipse mientras el Congreso se preparaba para certificar el conteo del Colegio Electoral a favor de Joe Biden. Trump instó a sus seguidores a marchar luego hacia el Capitolio, donde muchos irrumpieron en el edificio, lo que obligó a los legisladores a huir y suspendió temporalmente el proceso. Sí, ya sabemos, una buena trama de docuserie, tan abundantes hoy en día. (Cualquier parecido con Netflix es mera coincidencia.)

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La afirmación de Trump de que será arrestado podría ser una forma de alterar el cronograma de los fiscales, ya que había informes de que los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley se estaban reuniendo para prepararse para tal evento, tal vez la próxima semana.



Una acusación contra Trump no tendría precedentes en la historia de Estados Unidos. Richard Nixon enfrentó posibles cargos penales relacionados con el escándalo de Watergate después de renunciar en 1974, pero fue indultado por su sucesor, el presidente Gerald Ford.

También ocurriría una acusación contra Trump mientras realiza una campaña para presidente, y es posible que enfrente más cargos más allá de Nueva York. Trump también enfrenta posibles cargos de los fiscales en el condado de Fulton, GA, por cargos de que él y sus seguidores interfirieron en las elecciones de 2020. Un fiscal federal especial, Jack Smith, también está investigando el papel de Trump en el ataque del 6 de enero al Capitolio, así como el manejo por parte del expresidente de documentos marcados como clasificados que se encontraron en su residencia de Florida.

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