La industria del cine se encuentra muy repleta de figuras oscuras, quienes practican el mal y no esperan ver consecuencias por su acciones. Adèle Haenel, actriz francesa, lo nota fácilmente en su propio país y se pronuncia al respecto. Para el medio Télérama ofrece algunas declaraciones sobre el tema, asegurando que el séptimo arte francés se encarga de proteger a los abusadores como Roman Polanski y otras figuras importantes que han trabajado en producciones locales.
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Haenel comenzó su carrera en la actuación cuando era adolescente, y rápidamente se destacó por su talento y presencia en la pantalla. Ha trabajado con algunos de los directores más importantes de Francia, incluyendo a Céline Sciamma y François Ozon, y ha recibido varios reconocimientos por su trabajo, incluyendo dos premios César. A lo largo de su carrera, Haenel ha demostrado una gran versatilidad y habilidad para interpretar personajes complejos y desafiantes en una amplia variedad de géneros, y es considerada una de las actrices más talentosas y respetadas de su generación en el cine francés.
La actriz de 34 años escribió un largo artículo en el que aborda la “complacencia general” hacia figuras como Polanski y Gérard Depardieu, quienes tienen un largo historial de acusaciones de abuso y que han sido reconocidos y premiados incluso después del escándalo:
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Se dan la mano [para proteger] a [Gerard] Depardieu, a [Roman] Polanski, a [Dominique] Boutonnat. Les molesta que las víctimas hagan demasiado ruido. Prefirieron que desaparezcamos y muramos en silencio.
Esta no es la primera vez que Haenel habla sobre el tema. La actriz anunció su retiro del cine el año pasado por razones políticas, enfocándose en el teatro:
Ya no haré cine. Porque la industria del cine es absolutamente reaccionaria, racista y patriarcal. Nos engañamos cuando nos decimos a nosotros mismos que los que están en el poder tienen buena voluntad, que el mundo realmente irá en la dirección correcta bajo su buena y, a veces, torpe gestión. Por supuesto no. Lo único que mueve estructuralmente a la sociedad es la lucha social. Y me parece que en mi caso salir significa luchar. Al dejar esta industria para siempre, quiero ser parte de otro mundo, otro cine.
Los abusadores en el cine utilizan su influencia para explotar y acosar a actrices, actores y mucho más. Este problema ha sido históricamente silenciado y encubierto por la cultura de la industria, que ha permitido que los perpetradores de estos abusos eviten la responsabilidad y las consecuencias. En Hollywood, el movimiento #MeToo ha ayudado a sacar a la luz estas prácticas y ha generado un mayor cambio cultural y de políticas en Hollywood, pero todavía queda mucho por hacer para prevenir y abordar estos problemas en la industria.
A mediados de octubre del año pasado, la actriz Issa Rae ofreció algunas declaraciones muy interesantes sobre la naturaleza y función de la protección que se le da a los criminales en el mundo del cine (vía Elle):
Se siente como si estuviéramos retrocediendo. Hay demasiados impedimentos para que haya un cambio real. La gente tiene que rendir cuentas. Tiene que haber consecuencias legítimas. Hollywood es muy malo con las consecuencias. Es literalmente la peor industria cuando se trata de castigar a las personas por fechorías y acciones, porque el dinero siempre reinará. Eso es algo que, incluso trabajando en esta industria, estamos permitiendo. Así que es difícil. De lo que me he dado cuenta es que puedo controlar mi propio entorno y con quién trabajo.
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