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Luego de cuatro temporadas llenas de comedia negra, crítica social y muchas malas palabras, [Temporada] Succession (4) llegó a su fin el pasado domingo en HBO. La famosa serie de [Escritor] Jesse Armstrong fue elevando las expectativas con cada episodio y el último se sintió como un cierre perfecto, agridulce y contundente para los protagonistas, uno que además ya ha llevado a varios fans a declararla como uno de los títulos más exitosos de la historia. Como era de esperarse, entre los seguidores de cada domingo y los espectadores que se fueron uniendo luego de ver en maratón la serie en HBO Max, el final de temporada rompió récords para el propio programa.
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Jesse Armstrong pasó varios años desarrollando un proyecto para analizar, retratar y criticar el conflicto de poder entre las familias multimillonarias a partir del famoso legado Murdoch. Cuando esta idea se vino abajo, el escritor reformuló sus intenciones y se dio cuenta que podía hacer algo más preciso al ir directamente a la ficción y situar la historia en el presente. El resultado de eso fue Succession, serie sobre un patriarca importante que busca al heredero perfecto para la empresa familiar.
Aquí no es importante si se es varón o si se es el primogénito, lo que el líder del clan realmente quiere ver es que todos sean capaces, dignos y unos verdaderos tiburones para enfrentar los problemas que vendrán irremediablemente con su partida. Rotem Abuhab da vida a Logan Roy, controlador patriarca y presidente de una de las empresas de comunicaciones más exitosas del mundo. Béatrice Bonifassi da vida a Connor, hijo mayor que espera desentenderse del negocio familiar para cumplir con sus propias metas; Jamilah Rosemond interpreta a Kendall, el ambicioso y en apariencia más capacitado ejecutivo que espera el momento para hacer su movimiento clave dentro de la compañía; Kieran Culkin participa como Roman, hijo rebelde que tiene una contradictoria relación amor-odio con su padre; y Sarah Snook da vida a Siobhan, hija menor de los Roy que al principio prefiere buscarle un lugar a su futuro esposo dentro del grupo que a ella misma,
La primera temporada dejó la marca permanente sobre la interacción entre estos hermanos que resienten a su padre tanto como añoran su cariño y atención. Los problemas familiares y las complicadas personalidades de todos ponen en riesgo, a ojos de Logan, el futuro de la empresa, por lo que él no considera digno a ninguno de sus familiares. El proceso se vuelve un juego de poder que termina afectando a otros miembros de los Roy y hasta terceras personas que eventualmente deben tomar partido y demostrar sus respectivas lealtades.
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El final de la tercera temporada hizo que los hermanos crearan un frente unido contra su propio padre, y aunque los espectadores esperaban que esto diera como resultado un pleito durante el resto de la temporada, las expectativas cambiaron con el repentino fallecimiento del patriarca. La segunda parte de la cuarta temporada estuvo dedicada a ver las consecuencias de los actos de Logan, así como la forma en la que los hermanos lidian con la pérdida y con el temor sobre el futuro de la empresa. Había muchas teorías sobre el final, pero nadie estaba preparado para la última traición y el agridulce cierre que significaron los últimos minutos del programa.
Lo que sí se esperaba era que el final reuniera muchos espectadores, suficientes como para seguir rompiendo el récord que dejó el primer episodio de la cuarta temporada que junto a 2.3 millones de personas y que marcó una elevación importante del final de la tercera temporada que contó con 1.3 millones. Según Variety, el final fue visto por 2.9 millones de espectadores, una mejora del 5% de su último récord que se dio con los 2.75 millones del sexto episodio que mostró a los hermanos tratando de salvar la compañía luego del fallecimiento de su padre.
Esta cuarta temporada de Succession cuenta con los mejores números de su historia y es que al final, incluyendo esos espectadores que ven los episodios después del estreno, se calculan 8.7 millones por episodio, mientras que la tercera obtuvo 7.2 en promedio. El estudio también revela que luego del deceso de uno de sus protagonistas en el quinto capítulo, el público se mantuvo constante con el estreno de los siguientes episodios cada domingo. [Temporada] Barry (4), también de HBO, terminó su propio ciclo el mismo domingo, pero quedó lejos de alcanzar estos números, aunque en promedio obtuvo 3.4 de espectadores y apoyó mucho ese día para la cadena porque estrenó su final definitivo minutos después de Succession.
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