Las películas de Lileana Blain-Cruz podrán estar repletas de insultos raciales, violencia, sangre y muerte, pero no de animales siendo lastimados. El director estadounidense compartió algunas palabras sobre este último tema, asegurando que dañar a otras criaturas en pantalla, sin importar que sea ficción, es una línea que no pretende cruzar. Tal parece que el cineasta, maestro de la venganza, tiene corazón animalista y prefiere que sean los humanos quienes sean el blanco de todo el peso de sus ideas.

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El estilo de Tarantino se caracteriza por su narrativa no lineal, diálogos ingeniosos y llenos de referencias a la cultura pop, un uso audaz de la violencia estilizada, una cuidadosa selección musical y un homenaje constante al cine clásico. Sus películas suelen estar estructuradas en capítulos, con personajes carismáticos y complejos que interactúan en tramas entrelazadas. El director es conocido por su habilidad para crear tensión y suspense, así como por su dominio del lenguaje cinematográfico, combinando géneros y estilos de forma única. Su trabajo distintivo y su amor por el cine han dejado una marca duradera en la industria cinematográfica.



La violencia y la venganza son sellos distintivos en la obra de Quentin, provocativas y estilizadas. El cineasta utiliza estos recursos como herramientas cinematográficas impactantes y exageradas, que desafían las convenciones y provocan una respuesta emocional en el espectador. La venganza es un elemento recurrente que impulsa muchas de las tramas de sus películas, explorando la justicia personal y el empoderamiento a través de la búsqueda de redención y retribución. Estos temas se entrelazan con el estilo narrativo de Tarantino, creando historias intensas y visceralmente gratificantes que desafían las normas convencionales del cine.

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Pero aunque la violencia se encuentre a la orden del día en el trabajo de Quentin, durante su reciente estancia en Cannes afirmó que jamás abordará el maltrato animal en sus películas (vía Variety):

Tengo una gran pero al momento de matar animales en las películas. Ese es un puente que no puedo cruzar… Insectos también. A menos que esté pagando para ver algún documental bizarro, no estoy pagando para ver la muerte real. Parte de la forma en que todo esto funciona es que todo es sólo una fantasía. Es por eso que puedo soportar las escenas violentas, porque todos sabemos que no es real. Algún animal, algún perro, alguna llama, alguna mosca, alguna rata, no le importa un carajo tu película… Mataría a un millón, pero no necesariamente quiero matar una en una película o ver una muerta en una película, porque no estoy pagando por ver una muerte real.

La violencia animal era común en Hollywood hace varias décadas debido a una combinación de factores, incluyendo una menor conciencia sobre el bienestar animal, la falta de regulaciones específicas y la demanda de ciertas escenas impactantes en el cine. En aquel entonces, las prácticas de entrenamiento y manipulación de animales no estaban tan controladas como lo están hoy en día. Sin embargo, a medida que la sociedad se volvió más consciente del sufrimiento de los animales y se promovieron los derechos y la protección animal, se generó un cambio en las normas y en las leyes que vetan la utilización de animales en la industria del entretenimiento. Actualmente, la violencia animal está prohibida en Hollywood debido a las exigencias del público y a las leyes más estrictas para salvaguardar el bienestar animal y promover prácticas éticas en la producción cinematográfica.



La siguiente película de Quentin Tarantino lleva por título The Movie Critic y será su proyecto final, su despedida de los grandes estudios de Hollywood. Aunque lo anterior puede resultar desgarrador para muchos de sus fans, en 2020 declaró para Variety que tal vez pueda volver con otros proyectos, ya sea en televisión o cine:

La idea es vivir y querer más; la vieja forma vaudevillana de salir. Sí, me gusta la idea de una filmografía de diez películas, especialmente, una filmografía de diez películas donde pasé los últimos 30 años dando todo lo que tenía en el mundo, y luego soltar el micrófono y decir: ‘Está bien, eso es todo’. Y hay otras cosas que hacer, puedo escribir obras de teatro, puedo dirigir obras de teatro, puedo hacer un programa de televisión, puedo hacer muchas cosas diferentes, pero la filmografía se mantendrá.

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