Además de contar con tramas muy bien planteadas y desarrolladas, Pixar se convirtió en una de las empresas más reconocidas en el mundo de la animación gracias al diseño tan particular de sus personajes, mismos que crearon tendencia por un tiempo y fueron imitados hasta el cansancio. A pesar de lo fácil que es identificar su estilo, la empresa siempre busca nuevas técnicas para mejorar sus propuestas, y [Pelicula] Elementos representa un gran paso para ellos, pues la creación de los protagonistas los llevó a nuevos y complejos territorios en el arte de animar.

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Uno de los puntos más fuertes de Pixar es la forma en la que plantean sus historias, pues aunque sus mensajes ya se han visto antes siempre logran llenarlos con capas de canon muy interesantes y protagonistas muy peculiares, mezcla perfecta para alcanzar las partes más emotivas que invariablemente se esperan en el tercer acto. Justamente por eso, los diseños de la marca nunca son iguales aunque de manera superficial y a primera vista así lo parezcan, incluso cuando son humanos o algo cercano a ello.

Cuando hablamos de animales como en [Pelicula] Buscando a Nemo o [Pelicula] Ratatouille, se sabe que Pixar llega realmente lejos para conocer todos los detalles sobre lo que van a trasladar a la animación, desde el pelaje hasta los movimientos naturales y los sonidos que hacen, pero cuando se trata de crear humanos o personajes antropomórficos el procedimiento es distinto. Aunque tomen de inspiración personas reales, como sucedió en [Pelicula] Red y [Pelicula] Luca, para estos diseños, siempre se busca crear a los protagonistas como si fueran enteramente nuevos, y los detalles se aprecian en otras formas como los gestos al hablar o los movimientos como reacción a algún sentimiento.



El caso de Elementos es todavía más peculiar, pues los personajes debían acercarse a lo humano, pero no imitarlo por completo, pues su naturaleza implicaba cambios constantes en su diseño, especialmente en los protagonistas que representan el fuego y el agua. La nueva cinta de [Director] Peter Sohn, quien también dirigió [Pelicula] Un Gran Dinosaurio, nos plantea un mundo donde tierra, aire, fuego y agua viven juntos, pero sin convivir de manera tan orgánica porque todos son muy distintos entre sí. Cada elemento tiene características distintas que sirven para reflejar su conexión con el mundo y su forma de reaccionar y relacionarse con los otros elementos, haciendo de esta labor de animación algo sin precedentes para Pixar.

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Puede parecer simple, pero la película demuestra un avance a nivel tecnológico muy importante para la compañía que siempre busca nuevos retos para superarse a sí misma. De hecho, aunque Elementos ha sido criticada por los expertos por la presunta falta de originalidad en su historia, todos han elogiado la animación y el diseño de los personajes. Durante una conferencia exclusiva, Tomatazos tuvo la oportunidad de escuchar a los creadores hablando sobre el largo y complejo proceso para esta creación y los que realmente saben de animación pueden comprender lo difícil que fue.

Uno de los asistentes preguntó cuál había sido el mayor reto para trabajar la animación y la productora Denise Ream reveló:

Fue crear los dos personajes de la nada. Quiero decir, crear personajes emotivos con los que necesitas conectarte fuera de las simulaciones es algo bastante desalentador. Estábamos entusiasmados con el desafío, pero era una perspectiva desalentadora. Así que empezamos con Ember, y trabajamos en ella durante mucho tiempo, y el mundo se construyó alrededor de ella. Pero pronto descubrimos que el agua era más difícil.



Ream le dio la palabra al director Peter Sohn, quien fue más específico:

Sí. Quiero decir, el personaje promedio de Pixar tiene alrededor de 4,000 controles, lo que parece mucho, ¿verdad? Pero tanto Ember como Wade estuvieron cerca de duplicar eso a 10,000. Lo que significa que necesitaba este control para intentar que se movieran como el elemento mientras había un efecto encima. Y hay tantas capas de efectos con estos personajes que los desafíos se siguieron multiplicando en todas las direcciones en las que íbamos. Ya sabes, por ejemplo, el fuego, no puedes hacer sombra al fuego. Así que ya habría problemas por cada escena, por toma en los que solo estabas tratando de asegurarte de que el ojo estaba yendo en la dirección correcta. ¿Qué tan ocupado está el fuego? ¿Podemos leer su rostro, el paisaje de esas emociones?

Pero Sohn considera que el elemento agua fue más complicado, pues hay juegos de luz, reflejos y texturas que cambian cada segundo y con el propio movimiento del personaje. Al final, puede que la cinta no resultara el éxito esperado de Pixar, pero su tipo de animación definitivamente será analizado para futuras referencias dentro y fuera de la compañía, y se mantendrá como una prueba de que la empresa sigue siendo relevante para el desarrollo de este formato.

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