The Flash - 60% es uno de los fracasos más relevantes de los últimos años y es que desató diversos tipos de debates que Warner Bros. esperaba silenciar en cuanto la cinta llegara a cines comerciales. Luego de pasar meses promoviéndola como la mejor cinta de superhéroes de los últimos años, y tras guardar silencio ante las controversias de Ezra Miller, los espectadores no quedaron satisfechos con el resultado y la despreciaron sin dudar. Luego de pasar un par de semanas en cartelera, la película logró alcanzar por fin los números de su presupuesto inicial, aunque esa no es tan buena noticia como parece.
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Warner Bros. realmente puso toda su fe en una única producción, y esa decisión ya está generando muchos problemas para la compañía que también debe encontrar la forma de recuperar la atención y cariño de los fans de DC. El problema definitivamente empezó con el desorden que significó poner a Zack Snyder al frente, pues él planteaba algo que era completamente distinto a lo que la productora quería y jamás se llegó a un acuerdo limpio al respecto. En vez de eso, la compañía pensó que sería fácil cambiar los cortes finales para dejar de retrasar sus planes y poder competir con Marvel, lo que sencillamente provocó un caos.
Este error se fue arrastrando por años y Walter Hamada trató de ignorarlo al buscar proyectos que no tuvieran que ver con los famosos pilares de DC, pero ese camino tampoco fue el mejor pues la productora presionó para desarrollar cintas y series que alimentaran su servicio de streaming que en ese momento estaba aprovechando un impulso inicial provocado por la pandemia. The Flash quedó entonces como una mezcla extraña que reflejaba muy bien todos los problemas de Warner Bros., y aunque prometieron que el corte final estaría a salvo y compensaría los años de espera, los fans no aceptaron esta promesa.
Los fans de DC están muy divididos luego del fin del Snyderverse y la salida de Ben Affleck y Henry Cavill. Algunos consideran que este camino es el único válido para la marca, mientras que otros aceptan la llegada de James Gunn pero saben que todo lo anterior quedará en el limbo. En ese sentido, The Flash no apelaba a ninguno de los dos extremos, pues no rescataba del todo lo hecho por Snyder y no abría un camino claro para el nuevo DCU. Si a eso le añadimos los crímenes cometidos por Ezra Miller que la empresa decidió ignorar para salvaguardar sus millones, la esperada adaptación del velocista escarlata nunca tuvo oportunidad.
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El primer fin de semana de estreno fue bastante mediocre, pero los resultados de su segunda semana fueron catastróficos y se compararon a otros desastres como Morbius - 21%. Considerando la cartelera y la temporada, el fracaso de The Flash plantea muchas cosas, desde el hartazgo hacia el género de superhéroes hasta el poder de los fans que condenan o aprueban el rumbo de una franquicia así. Entre todo el asunto, al menos ahora puede reconocerse que la cinta finalmente obtuvo ganancias equivalentes a su costo de producción en lo que resulta ser una victoria pírrica para todos los involucrados.
Según ComicBookMovie, durante su tercera semana en cartelera global, The Flash obtuvo US$91 millones en casa y US$123 millones en territorio internacional, por lo que ya cuenta con US$214 millones en general, superando así los US$200 millones que costó producirla y filmarla. Sin embargo, el diablo está en los detalles y en este caso son muy específicos. El presupuesto exacto de la película no se ha dado a conocer, pero se sabe que ronda entre los US$200-220 millones, lo que significa que todavía deberá pasar algunos días para poder quedar a mano.
Por otro lado, el costo de publicidad se estima en US$150 millones, aunque tampoco se ha confirmado y podría ser más alto, dejando así pocas posibilidades de que la película se vuelva redituable. Los analistas consideran que The Flash no podrá superar los US$300 millones, y le hará perder a Warner Bros. unos US$200 millones. Los cines comerciales se preparan para otros estrenos de temporada como Indiana Jones y El Dial del Destino - 63%, Barbie - 88%, Oppenheimer - 95% y Misión Imposible: Sentencia Mortal – Parte Uno - 95%, por lo que las funciones de la cinta van en picada y demuestran que Warner Bros. no engañó a los fans al declararla la mejor película de superhéroes de los últimos años.
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