Desde hace muchos años, el anime se ha convertido en un formato bastante apreciado en Occidente y es que cada año llegan más y más propuestas de todo tipo para el público. En ese sentido, los servicios de streaming han sido de gran ayuda para conocer títulos populares y otros no tanto; sin embargo, estas compañías también quieren parte de las ganancias y es por ello que buscan hacer adaptaciones live action. Pronto veremos el estreno de One Piece en Netflix y una de las virtudes más claras es la pasión con la que cuenta todo el elenco, como Emily Rudd, quien asegura que nació para dar vida a Nami y está emocionada por la llegada del proyecto.
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Hollywood no tiene los mejores antecedentes cuando hablamos de remakes live action de animes, y títulos como Dragonball Evolución - 14% y la reciente Los Caballeros del Zodiaco: Saint Seiya - El Inicio - 5% son el mejor ejemplo de ello. A pesar de esto, las grandes productoras no se rinden, pues saben que al encontrar la fórmula correcta podrán hacerse de millones de dólares por varios años. Eso no significa que no reconozcan el riesgo que implican estos trabajos, pero para algunos siempre valdrá la pena. Netflix definitivamente es una de las compañías que más insiste en esto, aunque sus versiones de Death Note - 40% y Cowboy Bebop - 67% fueran un fracaso entre la crítica y el público.
Los espectadores no quieren cambios radicales a la trama, pero saben que no se puede hacer una calca de la obra animada, lo que hace muy complicado establecer expectativas reales. Además, Netflix no se anda con rodeos y se lanza de lleno a las series más famosas o con legados increíbles, lo que aumenta las posibilidades de fracasar. One Piece es su trabajo más arriesgado hasta el momento, pues la serie de Eiichiro Oda es bastante extensa y cuenta con muchísimos personajes, además de unos protagonistas que están en constante evolución y siguen sus propias historias.
En su intento por hacerle justicia al anime, Netflix invirtió millones y con eso One Piece se convirtió en una de las series más caras de la historia y de la propia plataforma. Sin embargo, la compañía no iba a dejar que las cosas se salieran de control como con otros proyectos así que decidieron mantener cerca al creador para supervisar los cambios y la elección del elenco principal. Como siempre sucede, algunos se quejaron por la diversidad de los actores, pero los verdaderos fans saben bien que los protagonistas son de distintas nacionalidades así que esto era muy esperado para respetar sus orígenes.
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El elenco ha demostrado su gran compromiso con la serie, y todos parecen bastante encantados con sus personajes. Ya vimos cómo Iñaki Godoy, quien da vida a Luffy, se conmovió hasta las lágrimas al ver el primer tráiler oficial; y ya escuchamos a Taz Skylar, quien interpreta a Sanji, hablando sobre el entrenamiento que llevó a cabo para poder hacer sus escenas de combate. La emoción continúa con Emily Rudd, quien tiene mucha confianza en su versión de Nami, pues considera que ambas son realmente parecidas.
En entrevista con GamesRadar, la actriz demostró su emoción por dar vida a este querido personaje cuando se le preguntó si ella era tan buena navegando como Nami:
De hecho, soy muy buena en eso. Soy como la persona predeterminada que, si estamos en una ciudad nueva, la gente dice: 'oye, Em, ¿puedes guiarnos?' porque yo... crecí acampando. Y entonces tenemos los mapas de papel, y es como... cuando digo 'acampar', quiero decir 'en medio de la nada, el baño es un agujero en el suelo en algún lugar del bosque', tipo de campamento. Siempre fui la persona a la que mi familia le dijo que nos guiara. Así que supongo que nací para ser navegante. Yo... yo nací para ser Nami. ¡Digámoslo! Yo lo diré.
La actriz también aseguró que conoce bien el material y considera que la conexión entre Nami y Luffy es esencial para la serie, pues ellos son los que manejan la tripulación y lo hacen gracias a habilidades distintas. Emily Rudd también confirmó que el creador de One Piece estuvo al tanto de la producción para supervisar varios puntos así que eso podría darle más confianza a los fans que están emocionados por el estreno, pero mantienen sus reservas al respecto. Este live action se estrenará en Netflix a finales de agosto y entonces quedará claro si será un nuevo éxito para la compañía o un fracaso que se une a una larga lista de malas adaptaciones.
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