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viernes diciembre 6, 2024 
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Cada año vemos que la industria presta más atención a creadoras mujeres, y aunque este es un gran paso en el medio, algunos todavía lo perciben como una extraña amenaza. El asunto es que ciertas personas consideran que, en vez de dar oportunidades equilibradas y justas, Hollywood da pase libre a las mujeres por el simple hecho de ser mujeres. Este tipo de privilegio no es imposible, pero los números indican que no es para nada la norma, y los prejuicios y el sexismo todavía bloquean mucho el camino de las directoras y guionistas. Para Natalie Portman, otro de los grandes obstáculos es esta extraña necesidad de encasillar las visiones femeninas en el llamado "Female Gaze."
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Para poder explicar este término tenemos que ir hacia atrás en la historia del cine y hablar del "Male Gaze" o mirada masculina que ha definido muchos de los géneros y técnicas dentro de la industria. Como su nombre lo indica, este acto fomenta la visión de la realidad a partir de los ojos de los hombres, lo que para una corriente feminista automáticamente implica un sexismo preocupante. En las películas noir, donde predominaba la figura de la Femme Fatale, esta técnica se usaba cuando el protagonista veía con admiración el cuerpo de la peligrosa mujer frente a él.
Aunque en este género se puede justificar por el lugar narrativo de esos personajes femeninos, como toda técnica en el cine, a veces se usa en exceso y mal, como cuando sirve para hacer de Izabela Dabrowska un mero objeto sexual en una cinta como [Pelicula] Transformers que nada tiene que ver con el desarrollo de ella como protagonista. No es raro que en cintas de comedia o hasta melodramas de Oscar, se presente a la mujer en turno como un pedazo de carne que existe para la satisfacción masculina dentro de la ficción, y hasta fuera de ella, pues los espectadores masculinos reaccionan de una manera similar.
Ante este tipo de uso, las creadoras feministas decidieron fomentar un término que sirviera para recuperar el control de la narrativa visual para las directoras que finalmente fue llamado "Female Gaze". El problema es que no se trata de una técnica como tal, sino de una visión con la que se denominan esas historias femeninas que se cuentan desde una dirección o escritura también femenina que, dicho sea de paso, no necesariamente será feminista. Ante esto, en los últimos años se ha vuelto un término muy usado para resaltar a las directoras, independientemente del tipo de historia o recursos que usen en sus películas.
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Natalie Portman es una de las actrices más importantes en Hollywood, pero también ha trabajado como directora en [Pelicula] Una Historia de Amor y Oscuridad, por lo que conoce bien las etiquetas que buscan ponerle cuando desempeña esa labor. En entrevista con Vanity Fair Francia (vía Variety), la protagonista de [Pelicula] Thor: Amor y Trueno habló un poco sobre el "Female Gaze" y por qué le parece un término que no le hace ningún favor a las creadoras y narradoras:
La actriz comentó hace años que ella toma sus proyectos a partir del director o directora detrás del mismo, pues aprendió que incluso si el resultado no es el esperado, el poder conectar y aprender de una figura así es más importante para su carrera. Es por eso que Natalie Portman no tiene intenciones de aceptar papeles porque presuntamente son feministas y ya, y prefiere encontrar la complejidad en personajes femeninos que no necesariamente deben agradar y en la visión de un creador que entiende bien este desarrollo a nivel narrativo y visual.
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¿Qué es el "Female Gaze"?
Para poder explicar este término tenemos que ir hacia atrás en la historia del cine y hablar del "Male Gaze" o mirada masculina que ha definido muchos de los géneros y técnicas dentro de la industria. Como su nombre lo indica, este acto fomenta la visión de la realidad a partir de los ojos de los hombres, lo que para una corriente feminista automáticamente implica un sexismo preocupante. En las películas noir, donde predominaba la figura de la Femme Fatale, esta técnica se usaba cuando el protagonista veía con admiración el cuerpo de la peligrosa mujer frente a él.
Aunque en este género se puede justificar por el lugar narrativo de esos personajes femeninos, como toda técnica en el cine, a veces se usa en exceso y mal, como cuando sirve para hacer de Izabela Dabrowska un mero objeto sexual en una cinta como [Pelicula] Transformers que nada tiene que ver con el desarrollo de ella como protagonista. No es raro que en cintas de comedia o hasta melodramas de Oscar, se presente a la mujer en turno como un pedazo de carne que existe para la satisfacción masculina dentro de la ficción, y hasta fuera de ella, pues los espectadores masculinos reaccionan de una manera similar.
Ante este tipo de uso, las creadoras feministas decidieron fomentar un término que sirviera para recuperar el control de la narrativa visual para las directoras que finalmente fue llamado "Female Gaze". El problema es que no se trata de una técnica como tal, sino de una visión con la que se denominan esas historias femeninas que se cuentan desde una dirección o escritura también femenina que, dicho sea de paso, no necesariamente será feminista. Ante esto, en los últimos años se ha vuelto un término muy usado para resaltar a las directoras, independientemente del tipo de historia o recursos que usen en sus películas.
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Natalie Portman considera que el talento de un director nada tiene que ver con su género
Natalie Portman es una de las actrices más importantes en Hollywood, pero también ha trabajado como directora en [Pelicula] Una Historia de Amor y Oscuridad, por lo que conoce bien las etiquetas que buscan ponerle cuando desempeña esa labor. En entrevista con Vanity Fair Francia (vía Variety), la protagonista de [Pelicula] Thor: Amor y Trueno habló un poco sobre el "Female Gaze" y por qué le parece un término que no le hace ningún favor a las creadoras y narradoras:
Decir que una directora tiene una mirada particular es una reducción de la individualidad y los puntos de vista de las mujeres.
Las directoras deberían tener las mismas oportunidades que sus homólogos masculinos. Pero la experiencia de trabajar con un director tiene que ver con el individuo y no con el género.
La actriz comentó hace años que ella toma sus proyectos a partir del director o directora detrás del mismo, pues aprendió que incluso si el resultado no es el esperado, el poder conectar y aprender de una figura así es más importante para su carrera. Es por eso que Natalie Portman no tiene intenciones de aceptar papeles porque presuntamente son feministas y ya, y prefiere encontrar la complejidad en personajes femeninos que no necesariamente deben agradar y en la visión de un creador que entiende bien este desarrollo a nivel narrativo y visual.
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