One Piece - 90% es uno de los éxitos más recientes de Netflix, adaptación del anime homónimo que se convirtió en uno de los títulos esperados del año y ahora en triunfo. En otro de los muchos momentos surreales de Hollywood, Whoopi Goldberg comparte su opinión sobre la nueva serie, argumentando que se trata de un producto muy sólido y encantador a cargo de la famosa industria del streaming.
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One Piece es un manga y una serie de anime creada por Eiichiro Oda que sigue las aventuras de Monkey D. Luffy y su tripulación de piratas en busca del One Piece, un tesoro legendario que otorga el título de Rey de los Piratas. La historia se desarrolla en un mundo de fantasía donde existen frutas del diablo que otorgan poderes especiales a quienes las consumen, y Luffy se convierte en un hombre de goma después de comer una de estas frutas.
La serie anime es conocida por su narrativa épica, personajes memorables y un mundo rico y diverso que Oda ha creado. A lo largo de los años, One Piece ha logrado un impacto significativo en la cultura pop, no solo en Japón sino en todo el mundo. Ha vendido millones de copias de manga, ha generado una gran franquicia de anime, películas, videojuegos y productos relacionados. Además, la historia de amistad, valentía y determinación que presenta ha resonado profundamente con los fans, convirtiéndola en una de las series más queridas y duraderas en la historia del manga y el anime.
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Fue el pasado 31 de agosto cuando llegó a Netflix la adaptación live-action de One Piece con Iñaki Godoy, Emily Rudd, Arata Mackenyu y Taz Skylar. La serie fue un éxito desde el primer día y hasta Whoopi Goldberg la vio; esto fue lo que declaró en su programa The View:
Es una serie pirata basada en una novela gráfica. Está maravillosamente escrito y filmado. Me entristece que no esté en la pantalla grande y sabes que no veo televisión. Pero luego salió esto.
Adaptar un anime a una película o serie de acción en vivo presenta una serie de desafíos significativos. En primer lugar, existe la cuestión de la fidelidad al material original. Los fanáticos suelen tener una conexión profunda con los personajes y la historia del anime, por lo que cualquier desviación o error en la adaptación puede generar críticas severas. Mantener el espíritu y la esencia del anime mientras se adapta al nuevo medio puede ser una tarea complicada, ya que algunos elementos que funcionan bien en la animación pueden parecer poco realistas o extraños en una película de acción en vivo. Además, algunos animes contienen elementos fantásticos o sobrenaturales que pueden ser difíciles de representar de manera creíble en el mundo real, lo que requiere un alto nivel de creatividad y presupuesto.
Otro desafío importante es la internacionalización y la adaptación cultural. Muchos animes están profundamente arraigados en la cultura japonesa, lo que puede dificultar la comprensión y la conexión de audiencias fuera de Japón. Adaptar estos elementos culturales para que sean accesibles y relevantes para una audiencia global es esencial para el éxito de la adaptación. Además, encontrar actores adecuados para interpretar los personajes icónicos del anime puede ser un proceso complicado, ya que se espera que capturen la esencia de los personajes y se parezcan a ellos físicamente. Adaptar un anime a live-action es un desafío que requiere equilibrar la fidelidad al material original con la necesidad de hacerlo accesible y relevante para una audiencia más amplia.
Netflix lo ha hecho bastante bien con One Piece, una curiosa empresa teniendo en cuenta el desastre que supuso Cowboy Bebop - 67%, la otra serie que debía convertirse en un gran hito de la plataforma pero que acabó estrellándose de manera lamentable.
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