El renombrado guionista y productor de televisión Bryan Fuller , responsable de éxitos como Hannibal y American Gods - 60%, está en medio de la controversia. Una reciente demanda presentada este miércoles lo señala por presunto acoso sexual hacia Sam Wineman, colega con quien colaboró en una docuserie de horror y diversidad sexual en AMC.
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Fuller, nacido el 27 de julio de 1969 en Lewiston, se educó en Clarkston y luego asistió a la USC School of Cinematic Arts, aunque no la finalizó. Empezó su carrera escribiendo para series icónicas como Star Trek: Voyager y Star Trek: Deep Space Nine. Más tarde, adaptó para la TV Carrie de Stephen King y creó Dead Like Me, aunque abandonó esta última pronto. Posteriormente, trabajó en Wonderfalls y tuvo un breve paso por Héroes.
Sin embargo, fue Pushing Daisies lo que lo catapultó al estrellato. Esta serie, que cuenta la historia de un pastelero con el poder de revivir a los muertos con un toque, recibió numerosas nominaciones a premios y fue muy bien recibida por la crítica. A pesar de su éxito, fue cancelada tras dos temporadas. Después de Pushing Daisies, Fuller firmó un contrato con Universal Media Studios y retomó su trabajo en Héroes. Aunque tuvo varios proyectos que no avanzaron, finalmente encontró éxito con Hannibal, protagonizada por Mads Mikkelsen, que se transmitió de 2013 a 2015. Más tarde, trabajó en American Gods, basada en la novela de Neil Gaiman .
¿De qué se le acusa a Bryan Fuller?
De acuerdo Variety, la denuncia contra Fuller revela que durante el trabajo conjunto en Queer for Fear: The History of Queer Horror, éste habría mantenido un comportamiento inapropiado y reiterado, incluyendo insinuaciones de índole sexual y actitudes intimidatorias hacia Sam Wineman. Uno de los actos más señalados fue el de sujetar a Wineman desde atrás con la excusa de "tronarle la espalda", momento en el cual Fuller se acercaba inapropiadamente.
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Sam Wineman, quien además de productor es director, afirmó que tras manifestar su descontento por el comportamiento de Fuller fue excluido del proyecto en cuestión en 2021. Las acusaciones se extienden más allá, indicando que Fuller no solo hacía comentarios despectivos, sino que dejaba objetos y sustancias en su escritorio con intenciones sugestivas.
Ante los señalamientos, AMC se encuentra en proceso de revisar la situación y se ha reservado comentarios al respecto. Bryan Freedman, defensor legal de Fuller, rechazó tajantemente las acusaciones, describiéndolas como infundadas y afirmando que Wineman fue desvinculado del proyecto por su desempeño y no por el acoso. Cabe señalar que ambos profesionales han tenido reconocimientos en Outfest, un evento cinematográfico que celebra la diversidad.
El #MeToo y el cambio de paradigma
El caso de Fuller se suma al de muchas celebridades acusadas de comportamiento sexual inapropiado, un problema del que el mundo ha despertado gracias al #MeToo, movimiento nacido en 2006 de la mano de la activista Tarana Burke y popularizado mundialmente en 2017 tras una serie de escándalos en Hollywood. No sólo es una manifestación contra el acoso y la agresión sexual, sino también un reflejo del deseo global de redefinir las normas y relaciones de poder en nuestra sociedad.
Antes de #MeToo, muchas víctimas de abuso sexual sufrían en silencio, temiendo represalias, descrédito y estigmatización. Esta dinámica perpetuaba un sistema donde los abusadores continuaban sus actos sin consecuencias y las instituciones muchas veces optaban por el encubrimiento en lugar de la confrontación. Pero con la emergencia de #MeToo, el silencio se rompió. Millones alrededor del mundo comenzaron a compartir sus historias, evidenciando que el problema era sistémico y no casos aislados.
Más allá de denuncias individuales, #MeToo ha impulsado cambios significativos en la forma en que las empresas, instituciones y sociedades abordan el acoso y la agresión sexual. Han surgido políticas más estrictas, protocolos de respuesta y una mayor educación en torno al consentimiento y al respeto mutuo. La cultura del silencio ha sido desafiada y, en muchos lugares, derrocada.
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