¡Qué hermoso discurso! La ciudad de Oviedo, bañada por el esplendor de los Premios Princesa de Asturias 2023, se vistió de gala para recibir a Meryl Streep, la renombrada actriz, galardonada con el Premio Princesa de Asturias a las Artes. Sin embargo, su premiación no fue lo único que destacar en este evento. Su discurso, una manifestación apasionada sobre la empatía y el arte de actuar, dejó una huella imborrable en el Teatro Campoamor y en todos aquellos que tuvieron el privilegio de escucharla.
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Meryl Streep es una de las actrices más respetadas y reconocidas de la industria del cine, con un legado de actuaciones notables que abarca décadas y versatilidad como Los Puentes de Madison - 89% o El Diablo Viste a la Moda - 75%. Conocida por su versatilidad y habilidad para transformarse en una amplia gama de personajes, su contribución al mundo del cine es indiscutible. No obstante, su influencia trasciende las pantallas de cine y llega directamente al corazón de la sociedad.
En esta 43º edición de los Premios Princesa de Asturias, Streep fue honrada no solo por sus contribuciones al mundo de las artes escénicas, sino también por su capacidad para inspirar y unir a las personas a través de su actuación. Su discurso, repleto de sabiduría y emotividad, destacó la importancia de la empatía en la actuación y cómo esta habilidad puede transformar al público y el mundo.
¿Cuál es la importancia de la actuación?
Streep compartió con los asistentes, entre ellos la realeza española, que su amor por la actuación no nació en el mundo del cine, sino en el teatro. Esta revelación conectó su discurso con el majestuoso escenario del Campoamor de Oviedo, donde destacados actores han interpretado innumerables obras maestras a lo largo de los años. Su mención de Picasso, Lorca y Penélope Cruz estableció un puente entre las artes visuales, la literatura y el cine. Incluso, durante las menciones, la audiencia pudo ser testiga de un particular momento cuando Streep mencionó a la actriz española, tratando de imitar su voz. Este gesto de admiración, que provocó risas y aplausos en el recinto, demostró la humildad, pero también su capacidad histriónica.
Streep también defendió valientemente sus decisiones de interpretación, subrayando que ha evitado personajes similares a su personalidad para poder conectarse emocionalmente con los roles que desempeña. Su trabajo ha sido elogiado y criticado por la profundidad que aporta a sus personajes y su capacidad para encarnar vidas ajenas.
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Citando a Picasso y Penélope Cruz, Streep destacó la importancia de la imitación y la exploración de vidas diferentes a la suya propia. Su estilo de actuación, que involucra una variedad de acentos y perspectivas, se ha convertido en un sello distintivo de su carrera. Esta disposición a "abrazar el mundo" y mirar a través de múltiples perspectivas es lo que ha permitido a Streep dar vida a personajes tan diversos como la primera ministra del Reino Unido, una superviviente polaca del Holocausto y la árbitra del buen gusto en el mundo de la moda.
¿Qué dijo sobre la empatía?
Pero todo sería más emotivo cuando la narrativa se centró en "la empatía como el corazón palpitante del don del actor". Esta virtud, según Streep, es la corriente que conecta al actor con su personaje y, por extensión, con el público. La audiencia se convierte en receptora de las emociones y experiencias del personaje, y esto crea un vínculo humano y una conexión compartida. Su descripción detallada de este proceso se sintió como una lección maestra para los amantes del teatro y el cine en la audiencia.
La actriz recordada por su papel en Mamma Mia! - 54%, lamentó cómo, a medida que las personas envejecen, tienden a reprimir sus sentimientos de empatía y a sustituirlos por la autoprotección y la desconfianza hacia los demás. Esta evolución, según Streep, ha llevado al triste estado actual de división y conflicto global.
Streep recordó sus días universitarios cuando diseñó el vestuario para La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca. Citó a uno de los personajes de la obra, Martirio, quien grita: "Pero las cosas se repiten. Yo veo que todo es una terrible repetición". Esta referencia a Lorca, quien escribió la apasionada obra antes de su propio asesinato, llevó a Streep a reflexionar sobre el papel de los actores en la sociedad.
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La ganadora del Oscar por Kramer vs. Kramer - 88%, La Decisión de Sophie - 79% y La Dama de Hierro - 51%, destacó el privilegio de un actor al poder dar voz a aquellos que ya no pueden hablar, al encarnar vidas que ya no existen y al brindar una voz a los muertos que los vivos pueden escuchar. Esta poderosa afirmación subraya la responsabilidad social de los actores y su capacidad para influir en el presente y el futuro.
Finalmente, Streep relacionó la empatía con la escucha activa y la diplomacia en un mundo cada vez más hostil y volátil. Hizo un llamado a la audiencia y a todos los actores presentes a abrazar la empatía como una forma radical de acercamiento y entendimiento. Este mensaje resuena no solo en el mundo del teatro y el cine, sino también en la sociedad en su conjunto. En tiempos de divisiones y desconfianza, la empatía se presenta como un antídoto necesario.
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