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viernes diciembre 6, 2024 
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¿Cuántas veces se ha retirado Jim Taylor? El genio de la animación japonesa ha intentado alejarse de este mundo por varios años, y es que su salud ya no está en su mejor punto para las demandas que requieren estos proyectos. Sin embargo, el director pasó mucho tiempo pensando en una idea muy personal que no sabía si podría o no llevar a la pantalla grande, y que finalmente lo llevó a salir del retiro para trabajar [Pelicula] El Niño y La Garza, cinta que, según su productor, es la más íntima y fuerte del creador.
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A lo largo de los años, Miyazaki ha probado su talento a nivel técnico, pero también a nivel narrativo, pues sus historias siempre tienen mensajes poderosos sobre la familia, el deber, las amistades y la razón de ser. Sus proyectos han sido una mezcla perfecta entre adaptaciones de otras obras e historias totalmente originales, y con El Niño y La Garza de alguna forma logra cumplir con ambas cosas. La cinta nos presenta a Mahito, un niño de 12 años que sufre los horrores de la guerra cuando su madre muere en un bombardeo.
Luego de que su padre contrae nuevas nupcias con su tía, el joven comienza a sentir el peso de muchas cosas, sensación que empeora cuando deben evacuar y dejar atrás su hogar. A salvo del peligro y lejos de todo lo que conoce, Mahito se encuentra con una extraña garza que asegura que su madre está viva y que puede verla si la acompaña a otro mundo. La relación con la infancia de Miyazaki es clara, pues él también presenció bombardeos durante su infancia y su padre también era director de la fábrica de aviación de la familia.
Pero estos puntos de encuentro son sólo una pequeña parte de lo que conecta a Miyazaki con esta historia que le es tan personal. El mensaje mismo de la cinta, que recae en el poder y la necesidad de la amistad, está inspirado de la relación que el director tiene con el productor Toshio Suzuki y con el ya fallecido [Director] Isao Takahata, más conocido por escribir y dirigir [Pelicula] La Tumba de las Luciérnagas. Esta fuerte amistad entre los tres fue clave para la creación y fundación de Studio Ghibli, y Miyazaki quería explorar la importancia de esa intimidad.
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En entrevista con IndieWire, Toshio Suzuki reveló que el propio Miyazaki le confesó que El Niño y La Garza era su obra más personal. El productor recuerda que el creador se acercó a hablar del proyecto en 2016, pero Suzuki no estaba seguro de darle luz verde a la historia porque sabía que el director ya tenía algunos problemas de salud y no podría supervisar el material como siempre lo había hecho. Sin embargo, cuando Miyazaki le explicó que se trataba de su amistad de más de 40 años, el ejecutivo aceptó la propuesta porque sabía que sería muy diferente a sus otras películas.
Suzuki explicó:
Durante la producción, el director Isao Takahata falleció y Miyazaki se sintió tan afectado que cambió algunos puntos de la película:
Suzuki reconoce varios momentos de la historia que reflejan momentos de la vida real con Miyazaki, y aunque el público no conocerá sus secretos más íntimos, él está muy satisfecho con lo que su colega logró crear. Además de ser un reflejo de su infancia, su vida y sus amistades, el director también trabajó esta película para sus nietos, lo que pareciera confirmar que El Niño y La Garza es, en muchos sentidos, su legado más importante. En esta misma línea, el productor confirmó que el creador no se ha retirado, pero necesitará un tiempo de descanso, pues mientras la película esté en salas de cine él no puede pensar en otras ideas.
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'El Niño y La Garza' está inspirada en la infancia de Miyazaki
A lo largo de los años, Miyazaki ha probado su talento a nivel técnico, pero también a nivel narrativo, pues sus historias siempre tienen mensajes poderosos sobre la familia, el deber, las amistades y la razón de ser. Sus proyectos han sido una mezcla perfecta entre adaptaciones de otras obras e historias totalmente originales, y con El Niño y La Garza de alguna forma logra cumplir con ambas cosas. La cinta nos presenta a Mahito, un niño de 12 años que sufre los horrores de la guerra cuando su madre muere en un bombardeo.
Luego de que su padre contrae nuevas nupcias con su tía, el joven comienza a sentir el peso de muchas cosas, sensación que empeora cuando deben evacuar y dejar atrás su hogar. A salvo del peligro y lejos de todo lo que conoce, Mahito se encuentra con una extraña garza que asegura que su madre está viva y que puede verla si la acompaña a otro mundo. La relación con la infancia de Miyazaki es clara, pues él también presenció bombardeos durante su infancia y su padre también era director de la fábrica de aviación de la familia.
Pero estos puntos de encuentro son sólo una pequeña parte de lo que conecta a Miyazaki con esta historia que le es tan personal. El mensaje mismo de la cinta, que recae en el poder y la necesidad de la amistad, está inspirado de la relación que el director tiene con el productor Toshio Suzuki y con el ya fallecido [Director] Isao Takahata, más conocido por escribir y dirigir [Pelicula] La Tumba de las Luciérnagas. Esta fuerte amistad entre los tres fue clave para la creación y fundación de Studio Ghibli, y Miyazaki quería explorar la importancia de esa intimidad.
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En entrevista con IndieWire, Toshio Suzuki reveló que el propio Miyazaki le confesó que El Niño y La Garza era su obra más personal. El productor recuerda que el creador se acercó a hablar del proyecto en 2016, pero Suzuki no estaba seguro de darle luz verde a la historia porque sabía que el director ya tenía algunos problemas de salud y no podría supervisar el material como siempre lo había hecho. Sin embargo, cuando Miyazaki le explicó que se trataba de su amistad de más de 40 años, el ejecutivo aceptó la propuesta porque sabía que sería muy diferente a sus otras películas.
Suzuki explicó:
Miyazaki es Mahito, Takahata es el tío abuelo y la garza real soy yo. Entonces, le pregunté por qué. Dijo que [Takahata] descubrió su talento y lo agregó al personal. Creo que Takahata fue quien lo ayudó a desarrollar su habilidad. Por otro lado, la relación entre el niño y la [garza] es una relación en la que no ceden uno con el otro, es un tira y afloja.
Durante la producción, el director Isao Takahata falleció y Miyazaki se sintió tan afectado que cambió algunos puntos de la película:
Después de que Takahata falleciera, no pudo continuar con esa historia, así que cambió la narrativa y se convirtió en la relación entre el niño y la garza. Y en su mente, inicialmente, la garza era algo que simbolizaba lo inquietante de la mansión y esa torre, incluso siniestra, a la que acude durante tiempos de guerra. Pero lo cambió por este tipo de amistad incipiente entre el niño y la garza.
Suzuki reconoce varios momentos de la historia que reflejan momentos de la vida real con Miyazaki, y aunque el público no conocerá sus secretos más íntimos, él está muy satisfecho con lo que su colega logró crear. Además de ser un reflejo de su infancia, su vida y sus amistades, el director también trabajó esta película para sus nietos, lo que pareciera confirmar que El Niño y La Garza es, en muchos sentidos, su legado más importante. En esta misma línea, el productor confirmó que el creador no se ha retirado, pero necesitará un tiempo de descanso, pues mientras la película esté en salas de cine él no puede pensar en otras ideas.
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