Dope Thief: Ladrones de Drogas

Dope Thief: Ladrones de Drogas tiene todos los elementos típicos de una serie con un gran potencial: grandes actores, un productor legendario y un showrunner impulsado por el guion. Durante la mayor parte de la serie, todo esto se muestra, pero no en el contexto de dos tipos haciéndose pasar por policías robando a narcotraficantes. Aunque el potencial permanece intacto, quizá te preguntes qué impide que Dope Thief: Ladrones de Drogas lo supere. La respuesta es que se enfoca en el resultado, no en el divertido viaje. (...) Dope Thief: Ladrones de Drogas tiene grandes intérpretes, pero el resto parece decidido a mantener el status quo en lugar de correr grandes riesgos.

¡Tantas armas! ¡Tantos recuerdos traumáticos! Dope Thief: Ladrones de Drogas es básicamente tiroteos intercalados con flashbacks en sepia hasta el infinito, y solo superé el tercer episodio porque Ma tiene un abrigo de leopardo que quiero y Brian Tyree Henry es un actor tan increíble que podría darle profundidad a un sándwich de carne con vulnerabilidad y emociones complejas. Pero quizás deba decirse con voz autoritaria, si de verdad queremos que la gente escuche. Denle a este hombre un papel a la altura de su talento. Ya.

La trama criminal que se desenreda se vuelve un poco enrevesada a medida que avanza, pero con una serie de escenas magistralmente dirigidas que se apoyan tanto en los personajes como en la acción, y un puñado de actuaciones protagonistas deslumbrantes, Dope Thief: Ladrones de Drogas es una aventura salvaje que no querrás abandonar. En parte thriller policial, en parte comedia de colegas (extremadamente oscura), Dope Thief: Ladrones de Drogas no solo es un buen momento frente al televisor, sino un escaparate de la electrizante presencia de Henry y Moura en pantalla.

Este no es un programa para pasar el rato. Y a pesar de algunas ventajas adicionales a nuestro dúo principal —como las tomas de paisajes urbanos de Filadelfia y algunas canciones eclécticas, incluyendo "How To Murder A Millionaire" del saxofonista Dan Higgins, "Point And Kill" del rapero británico-nigeriano Little Simz y "I Started A Joke" de los Bee Gees (¡dos veces!)—, el hecho de que las dos revelaciones trascendentales del final provoquen más encogimientos de hombros que exclamaciones de asombro lo dice todo.

Con el tiempo, Dope Thief: Ladrones de Drogas pierde de vista lo que funciona, desviándose por caminos narrativos que apenas dan frutos. En el proceso, relega a Moura a un segundo plano y hunde a Henry en una maraña de desarrollos monótonos y enfrentamientos sin interés. Dada la vivacidad de sus pasajes introductorios, es una lástima ver cómo la energía de la serie se desvanece poco a poco y, además, ver cómo un giro tan grande, audaz y vibrante de su protagonista principal se desperdicia en una historia que no puede mantener su intensidad original.

En definitiva, Dope Thief: Ladrones de Drogas tiene una premisa intrigante que la eleva más allá de la típica serie de robos de drogas, y está protagonizada por actores de talla mundial. Sin embargo, algunos elementos superfluos del guion podrían haberse eliminado o mejorado para crear una historia más coherente. Al final, no queda claro qué quiere decir Dope Thief: Ladrones de Drogas ni qué quiere transmitir al público. Hay buenos momentos de Emmy para cada personaje regular, pero también quedan grandes interrogantes al final de la serie que podrían no ser suficientes para convencer a los espectadores de una segunda temporada.

El original de Apple va directo al grano con un doble programa inaugural de éxitos consecutivos, atrayendo al público a este mundo por sus propios medios y permitiendo que este pequeño y crudo drama se les meta bajo la piel. (...) Combinado con una elección de tono de docudrama que no deja indiferente a nadie, de repente parece obvio por qué Ray y Manny se sienten tan reales. Para el público que busque algo realmente especial en las próximas semanas, no hay nada mejor que encontrar esta joya en AppleTV+.

Dope Thief: Ladrones de Drogas funciona tan bien porque la fuerza de la escritura de Peter Craig transforma lo que podría haber sido un drama criminal más rutinario en algo más emotivo. Si bien muchos actores podrían haber asumido el reto de este proyecto, la química entre Brian Tyree Henry y Wagner Moura consolida la conexión entre Ray y Manny, elevando su historia a algo más de lo que esperaba. Con Kate Mulgrew y Marin Ireland ofreciendo fantásticas actuaciones secundarias junto con Nesta Cooper y Ving Rhames, Dope Thief: Ladrones de Drogas es un retrato poderoso que se siente como una adaptación de una historia real, gracias a la profunda inversión en cada personaje. Henry y Moura están soberbios, y Apple TV+ trae otra excepcional miniserie a su plataforma.

Gracias a una o dos decisiones terribles —por decirlo suavemente—, la serie se convierte en una aventura alocada que involucra redes de narcotráfico, conspiraciones, familias rotas y mucho más. La trama puede parecer un poco improvisada, pero Henry y Moura son irresistiblemente magnéticos, además de un sólido reparto secundario que mantiene la trama animada la mayor parte del tiempo. (...) Este nuevo proyecto de Apple TV+ podría ser el último ejemplo de cómo la segunda temporada supera con creces a la primera entrega. Ya ha sucedido antes, y la primera temporada de Dope Thief: Ladrones de Drogas sin duda sienta las bases.

Dope Thief: Ladrones de Drogas no pretende innovar en la narrativa policial. Lleva con orgullo sus influencias, tropos y ritmo, ofreciendo una historia perfecta para los fans de series como Justified y Ozark. Lo que la distingue es su actitud, la sensación de que desde el primer momento abraza las peculiaridades de sus personajes, lo salvaje de su escenario y el caos de su narrativa con los brazos abiertos y sinceros. Tiene una sinceridad y una auténtica sensación de montaña rusa que la convierte en una de las series de suspense más importantes del año. Vendrás por el talento que implica y te quedarás porque te enganchará a cada segundo de la acción.