El cine ha entregado grandes imágenes, algunas de ellas fantásticas,q que consiguen atravesar la realidad para quedarse con nosotros para siempre. Una escena que se ganó esta descripción es la de Anita Ekberg en la Fontana di Trevi, pero la película de [Director] Federico Fellini es icónica por sí sola. Estrenada en 1960, viene de la mente de un hombre cuya carrera se caracteriza por ser una amalgama de recuerdos e imágenes que suele ser trazada desde un punto de vista humanista y poético, pero que para este trabajo lo separa del estilo de trabajo neorrealista que había presentado en anteriores ocasiones para acercarse más al simbolismo.

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[Pelicula] La Dolce Vita es considerada como la mejor película del director y guionista italiano, así como uno de los mayores logros del séptimo arte por parte de quienes la llaman “la mejor película que se haya hecho jamás”. Con una estructura episódica, Fellini cuenta la historia de Marcello, un periodista que vive en la época de desencanto que quedó al final de la Segunda Guerra Mundial.

La cinta muestra el recorrido del protagonista durante una artificiosa noche en la capital italiana lleno de encuentros superficiales donde se retrata con ironía aspectos como la familia, la juventud, el amor, el sexo, el dinero, la religión y el hedonismo desde un punto de vista crítico y un enfoque satírico y perverso donde se mantienen las escenas bulliciosas que caracterizan gran parte de la filmografía del cineasta.



Su trama no presenta una aparente conexión entre los episodios en los que está dividida; son escenas que parecen demostrar que la vida de los protagonistas carece de significado, como si se tratara de una fiesta perpetua, muy al estilo de despedazar algo y recomponerlo, lo que fue su intención desde el principio.

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Pero también puede haber más de una interpretación, y es que lo que para una parte de la crítica parece una reflexión fallida sobre un periodista, para otros es un análisis de una imagen más amplia sobre el mundo que nació luego de que la guerra llegó finalmente a una conclusión. Lo cierto es que para muchos, y en esto se logra un consenso, es que La Dolce Vita es la obra más importante de la filmografía de su autor y un gran ejemplo de cine, donde se destaca su reconstrucción de la realidad de una forma que no se ha visto antes (ni después).

A pesar de que fue prohibida en varios países por algunos años luego de que un medio de comunicación de la Ciudad del Vaticano la catalogara de obscena, llegó al Festival de Cine de Cannes donde fue galardonada con la Palma de Oro y recibió varias nominaciones a los premios Óscar, incluyendo Mejor Guión Original y Mejor Director, pero se tuvo que conformar con la estatuilla al Mejor Diseño de Vestuario. Única e intransferible, son algunas de las palabras con las que los críticos coinciden para describir al largometraje que actúa como una obra de arte particular de su país de origen.

Esto es lo que dijo la crítica sobre este clásico del cine:

Del staff de Time Out:

Tal vez hay demasiadas escenas de fiesta, y los personajes periféricos pueden no ser convincentes, pero la elegante cinematografía y las extrañas y extravagantes imágenes de Fellini son absolutamente fascinantes.

Sean Burns de The ARTery:

Siete noches se convierten en siete mañanas, con interludios episódicos que se hacen eco intencionalmente entre sí de maneras provocativas, a veces blasfemas, alternando el miedo con lo profano.

Asher Luberto de CultureVulture.net:

La Dolce Vita se traduce como "La dulce vida", pero en mi casa se traduce como "La mejor película de la historia".

Wesley Lovell de Cinema Sight:

Una encantadora paleta italiana que cuestiona si podemos establecernos en una vida de lucha sin antes haber vivido la vida a lo grande.

Cole Smithey de Daily Radar:

La sátira en exhibición es tan sutil y a la vez evidente que la película en sí misma es intoxicante.

Fran Hortop de Film4:

A pesar de su fealdad temática, se trata de un arrastre de aspecto impresionante a través de la capital italiana, con el chapuzón improvisado de Ekberg en la fuente de Trevi, que sigue siendo la imagen inolvidable de la película.

Phillip Martin de Arkansas Democrat-Gazette:

…narrada como una serie de extrañas viñetas, una carrera precipitada en el aire embriagador de la Vía Veneto de Roma, sus elegantes clubes nocturnos y sus clubes nocturnos de mala muerte, el perfume de la fama y el hedor del dinero.

Phil Villarreal de Arizona Daily Star:

La Dolce Vita de Federico Fellini opera en tantos niveles que es difícil saber de dónde viene Fellini o hacia dónde se dirige, independientemente de cuántas veces hayas visto su película.

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