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Un viejo debate entre los fans de [Temporada] Game of Thrones (8) versa sobre si los dragones de la serie son realmente dragones o "wyverns", debido a que solo cuentan con dos patas y dos alas y no tienen las dos patas delanteras extra que (supuestamente) deben tener los dragones. La discusión no tiene mucho sentido y aquí explicaremos por qué.
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De acuerdo con muchos fans de la fantasía, un dragón debe tener cuatro patas y dos alas, si se omiten las dos patas delanteras se transforma automáticamente en un wyvern (o guiverno en español). El término wyvern es una modificación de vipera, palabra en latín que significa víbora, culebra o áspid; dragón proviene del latín draco y a su vez de la palabra griega para designar a una serpiente.
Los que crean que los dragones siempre han sido reptiles alados con cuatro patas se decepcionarán al enterarse de que originalmente “dragón” designaba a una serpiente gigante, como lo ejemplifican numerosas representaciones de la antigüedad; el dragón que el héroe griego Cadmo mató era una serpiente gigante, aquí lo pueden ver en la Ánfora de Eubea, un objeto del 560–550 A.C.:
Los que suelen obsesionarse con la diferencia entre wyvern y dragón dicen que en los bestiarios medievales siempre se diferenció a las dos criaturas, pero el académico medievalista Cait Stevenson revela que la idea de dragón como un gran reptil con cuatro patas y dos alas que está tan grabada en la actualidad no era común en las Edad Media, y para ejemplificarlo cita un fragmento del poema "Fáfnismál", de la Edda Mayor, en el cual leemos cómo el dragón Fafnir “se deslizaba” y para matarlo el héroe Sigurd lo ataca desde un hoyo y le atraviesa el vientre, “Fáfnir es, para todos los efectos, una serpiente gigante”, dice Stevenson. Sin embargo, la palabra dragón no solo significaba una serpiente gigante que vomitaba veneno, pues otras piezas de literatura medieval demuestran que también escupían fuego, a veces volaban y a veces saltaban desde los árboles y caían sobre su presa.
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San Jorge, uno de los muchos santos mata dragones que existieron, fue representado incansablemente en el arte europeo y los dragones que mataba no tienen cuatro patas y dos alas, pero difícilmente nos podemos imaginar a los artistas y contemporáneos de esos cuadros reclamando que no se trataba de dragones sino de wyverns:
Para terminar de complicar las cosas los estudiosos que se dedicaron en los últimos siglos a investigar sobre la supuesta existencia de dragones en las mitologías de casi todo el mundo metieron en el costal de “dragones” a criaturas de apariencias muy diferentes. El famoso científico Carl Sagan escribió en El cerebro de broca:
La variedad de dragones que podemos encontrar en la literatura es muy grande, desde serpientes gigantes (o no tan grandes) que escupen hasta los famosos dragones alados con cuatro patas y aliento de fuego; esta criatura mítica es catalogada como tal cuando representa el papel de guardián, así lo describe el escritor Daniel Beresniak en su libro sobre los símbolos del dragón:
En Grecia el dragón Ladón protegía un árbol cuyas manzanas de oro conferían el conocimiento absoluto y la inmortalidad a quien las comiera, en el norte de Europa el dragón de Beowulf vivía en una cueva y protegía un tesoro; y el ya mencionado Fafnir era protector de un tesoro maldito, por lo que su característica principal no es tener cuatro patas y alas sino ser guardianes de algo.
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¿Pero qué hay de los dragones de Oriente? ¿Acaso ellos tampoco son dragones por no tener cuatro patas y alas? El letrado chino Wang Fu que vivió durante la dinastía Han (206 A.C. - 220 D.C.), describió las “nueve semejanzas” del dragón así (citado por Édouard Brasey):
Si después de esta explicación los fans que debaten sobre el tema siguen aferrándose a su Manual de Calabozos y Dragones, hay una explicación por la cual una gran cantidad de películas han optado por hacer a los dragones con dos patas y dos alas en lugar de cuatro patas y alas: si existieran en la vida real los dragones no podrían tener cuatro patas y dos alas, pues no ha habido un animal con esas características, esa es la razón por la que [Escritor] George R.R. Martin , autor de las novelas Canción de Hielo y Fuego, decidió esa anatomía, así lo revela en el siguiente video, donde dice que a pesar de tratarse de fantasía, él proviene de la ciencia ficción así que quiso hacerlos lo más realistas posible.
Smaug, el famoso dragón de El Hobbit, fue descrito e incluso dibujado por Karina Gidi como una dragón alado con cuatro patas, pero al ser adaptado a la pantalla grande por [Director] Peter Jackson se decidió que tendría dos patas y dos alas solamente. Los dragones de Harry Potter son iguales, los de [Pelicula] Reign of Fire, incluso el del clásico de culto [Pelicula] El Verdugo de Dragones.
Pero la razón fundamental para que los dragones de Game of Thrones y todas las obras antes mencionadas sean dragones y no wyverns es mucho más sencilla: los dragones no existen, son criaturas fantásticas, y si George R.R. Martin o cualquier autor quiere llamarle dragón a una criatura peluda y con cara de perro, eso es un dragón, si quieren llamarle perro a un lagarto de veinte metros y aliento de fuego, está bien, no hay restricciones más que aquellas que algunos fanáticos quieren poner.
No te vayas sin leer: 10 películas de fantasía que George R. R. Martin ama
Con lo presentado anteriormente el debate sobre si los dragones de Game of Thrones son realmente wyverns debería terminar, para más información sobre estos seres míticos y sobre el debate les recomendamos estas lecturas:
El Dragón - Daniel Beresniak y Michel Random
Gigantes y Dragones - Édouard Brasey
Seven Things You Didn’t Know About Medieval Dragons
Fans creen que los dragones de Juego de Tronos y Skyrim son realmente guivernos
Why, in Game of Thrones, are dragons called dragons, when they're actually wyverns?
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De acuerdo con muchos fans de la fantasía, un dragón debe tener cuatro patas y dos alas, si se omiten las dos patas delanteras se transforma automáticamente en un wyvern (o guiverno en español). El término wyvern es una modificación de vipera, palabra en latín que significa víbora, culebra o áspid; dragón proviene del latín draco y a su vez de la palabra griega para designar a una serpiente.
Los que crean que los dragones siempre han sido reptiles alados con cuatro patas se decepcionarán al enterarse de que originalmente “dragón” designaba a una serpiente gigante, como lo ejemplifican numerosas representaciones de la antigüedad; el dragón que el héroe griego Cadmo mató era una serpiente gigante, aquí lo pueden ver en la Ánfora de Eubea, un objeto del 560–550 A.C.:
Los que suelen obsesionarse con la diferencia entre wyvern y dragón dicen que en los bestiarios medievales siempre se diferenció a las dos criaturas, pero el académico medievalista Cait Stevenson revela que la idea de dragón como un gran reptil con cuatro patas y dos alas que está tan grabada en la actualidad no era común en las Edad Media, y para ejemplificarlo cita un fragmento del poema "Fáfnismál", de la Edda Mayor, en el cual leemos cómo el dragón Fafnir “se deslizaba” y para matarlo el héroe Sigurd lo ataca desde un hoyo y le atraviesa el vientre, “Fáfnir es, para todos los efectos, una serpiente gigante”, dice Stevenson. Sin embargo, la palabra dragón no solo significaba una serpiente gigante que vomitaba veneno, pues otras piezas de literatura medieval demuestran que también escupían fuego, a veces volaban y a veces saltaban desde los árboles y caían sobre su presa.
A veces, los dragones se especifican como flugdrekar (dragones voladores) y, en ocasiones, simples drekar y ormar ('gusanos') se describen volando. Lo que las personas medievales entendían por ‘dragón’ era una gama mucho más amplia que los esquemas de codificación de colores de la fantasía moderna.
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San Jorge, uno de los muchos santos mata dragones que existieron, fue representado incansablemente en el arte europeo y los dragones que mataba no tienen cuatro patas y dos alas, pero difícilmente nos podemos imaginar a los artistas y contemporáneos de esos cuadros reclamando que no se trataba de dragones sino de wyverns:
Para terminar de complicar las cosas los estudiosos que se dedicaron en los últimos siglos a investigar sobre la supuesta existencia de dragones en las mitologías de casi todo el mundo metieron en el costal de “dragones” a criaturas de apariencias muy diferentes. El famoso científico Carl Sagan escribió en El cerebro de broca:
He dedicado buena parte de mi tiempo a estudiar las leyendas sobre dragones elaboradas por distintos pueblos de nuestro planeta, y me impresionó ver cuán diferentes pueden llegar a ser estas bestias míticas a pesar de que a todas las denominen dragones los escritores occidentales.
La variedad de dragones que podemos encontrar en la literatura es muy grande, desde serpientes gigantes (o no tan grandes) que escupen hasta los famosos dragones alados con cuatro patas y aliento de fuego; esta criatura mítica es catalogada como tal cuando representa el papel de guardián, así lo describe el escritor Daniel Beresniak en su libro sobre los símbolos del dragón:
El dragón es el guardián del tesoro, a menudo celado en el fondo de una caverna, símbolo del corazón oculto de la tierra, de las fuerzas a la vez telúricas y psíquicas que es preciso conocer y vencer. El tesoro escondido representa la vida interior, y los monstruos o dragones que lo guardan no son, en definitiva, más que las imágenes de nuestros propios deseos y pasiones, que nos cortan el paso para llegar a él.
En Grecia el dragón Ladón protegía un árbol cuyas manzanas de oro conferían el conocimiento absoluto y la inmortalidad a quien las comiera, en el norte de Europa el dragón de Beowulf vivía en una cueva y protegía un tesoro; y el ya mencionado Fafnir era protector de un tesoro maldito, por lo que su característica principal no es tener cuatro patas y alas sino ser guardianes de algo.
También lee: Game of Thrones: Neil deGrasse Tyson responde cómo Drogon pudo destruir King's Landing con facilidad
¿Pero qué hay de los dragones de Oriente? ¿Acaso ellos tampoco son dragones por no tener cuatro patas y alas? El letrado chino Wang Fu que vivió durante la dinastía Han (206 A.C. - 220 D.C.), describió las “nueve semejanzas” del dragón así (citado por Édouard Brasey):
Tiene la cabeza de camello, cuernos de ciervo, ojos de liebre, orejas de buey, cuello de serpiente, vientre de cangrejo, escamas de carpa, garras de águila y patas de tigre. Posee ochenta y una escamas, dispuestas de nueve en nueve, siendo nueve el número de la suerte por excelencia. Su voz resuena como un gong, y lleva bigotes.
Si después de esta explicación los fans que debaten sobre el tema siguen aferrándose a su Manual de Calabozos y Dragones, hay una explicación por la cual una gran cantidad de películas han optado por hacer a los dragones con dos patas y dos alas en lugar de cuatro patas y alas: si existieran en la vida real los dragones no podrían tener cuatro patas y dos alas, pues no ha habido un animal con esas características, esa es la razón por la que [Escritor] George R.R. Martin , autor de las novelas Canción de Hielo y Fuego, decidió esa anatomía, así lo revela en el siguiente video, donde dice que a pesar de tratarse de fantasía, él proviene de la ciencia ficción así que quiso hacerlos lo más realistas posible.
Smaug, el famoso dragón de El Hobbit, fue descrito e incluso dibujado por Karina Gidi como una dragón alado con cuatro patas, pero al ser adaptado a la pantalla grande por [Director] Peter Jackson se decidió que tendría dos patas y dos alas solamente. Los dragones de Harry Potter son iguales, los de [Pelicula] Reign of Fire, incluso el del clásico de culto [Pelicula] El Verdugo de Dragones.
Pero la razón fundamental para que los dragones de Game of Thrones y todas las obras antes mencionadas sean dragones y no wyverns es mucho más sencilla: los dragones no existen, son criaturas fantásticas, y si George R.R. Martin o cualquier autor quiere llamarle dragón a una criatura peluda y con cara de perro, eso es un dragón, si quieren llamarle perro a un lagarto de veinte metros y aliento de fuego, está bien, no hay restricciones más que aquellas que algunos fanáticos quieren poner.
No te vayas sin leer: 10 películas de fantasía que George R. R. Martin ama
Con lo presentado anteriormente el debate sobre si los dragones de Game of Thrones son realmente wyverns debería terminar, para más información sobre estos seres míticos y sobre el debate les recomendamos estas lecturas:
El Dragón - Daniel Beresniak y Michel Random
Gigantes y Dragones - Édouard Brasey
Seven Things You Didn’t Know About Medieval Dragons
Fans creen que los dragones de Juego de Tronos y Skyrim son realmente guivernos
Why, in Game of Thrones, are dragons called dragons, when they're actually wyverns?