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En una época en la que el streaming manda, las series de cadenas televisivas pasan injustamente desapercibidas. En este caso se trata del regreso de una producción original de la NBC que afortunadamente se puede encontrar en Netflix bajo el nombre de Good Girls o [Temporada] Chicas Buenas (2). De momento lleva dos temporadas y la nueva mantiene el atractivo que hizo que llamara la atención con su primera tanda de episodios al presentar la historia de la vida de tres madres suburbanas que se ven en aprietos económicos por situaciones cotidianas, pero que deciden hacer algo al respecto; aún si eso incluye convertirse en criminales y tener que lavar dinero.
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Beth ( Christina Hendricks) es ama de casa, madre de cuatro y está casada con un hombre que le es infiel, Annie (Seana Kofoed) trabaja en un supermercado y es madre de un adolescente que está descubriéndose a sí mismo y Ruby (Fernando Arroyo) madre de una niña que padece de problemas renales. Las tres amigas inseparables pasaron de ser chicas buenas a mujeres de armas tomar cuando la necesidad las llevó a robar el supermercado donde trabaja Annie, dando paso a situaciones inesperadas que las convirtieron en mafiosas y a la vez víctimas de un sistema que desconocen, siempre bajo la mirada -y acoso- de Rio (Manny Montana), un criminal experto en lavado de dinero que las extorsiona cada vez que puede.
El cliffhanger de la primera temporada permite que los nuevos episodios continúen de cerca con el hilo de la trama a la vez que dejan suficiente espacio como para que la historia tenga sus libertades. Los personajes han cambiado: Beth se convirtió en algo así como la Walter White del grupo ya que una vez que probó el poder y el dinero no puede dejarlos de lado. Al mismo tiempo mantiene una relación intrigante con el antagonista, Annie es la madre que está muy poco y no pone reglas, mientras que Ruby funciona como el compás moral de las protagonistas, siendo la que analiza qué tanto bien o mal causarán las acciones de las tres y lo que podría ocurrir en el futuro próximo. En este rol, la habilidad actoral de Retta llega a registros más dramáticos que expanden por mucho su trabajo en la famosa comedia Parks and Recreation.
Lo más interesante de Good Girls es definitivamente la forma y los elementos protagónicos que no son usuales en ficciones sobre criminales o sobre madres de familia. Quienes lideran la historia son tres mujeres que tienen siempre un pie en la desgracia y cuyo mayor poder reside en que conservan la habilidad de permanecer anónimas, porque lucen normales e inofensivas y eso es lo que hace que cualquiera confíe en ellas sin imaginarse que se trata de una banda mafiosa.
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La serie es divertida y tras situaciones que pueden parecer inverosímiles se esconden mensajes potentes que nos demuestran lo que estamos dispuestos a hacer por acabar con las adversidades ante la falta de dinero, que podemos aprender a ser dueños de nuestras propias vidas para no tener que depender de terceros y que decidir estar de pie y mandar en situaciones que creemos poder controlar nos da un poder que nunca creímos tener. También hace su mejor esfuerzo por retratar la vida en la actualidad y la diversidad que llega en el rol de Sadie, la hija de Annie, que está descubriendo su identidad de género y se define a sí mismo como no binario, además de la reacción y el apoyo de sus seres queridos.
A diferencia de su debut, los nuevos episodios la convierten en una propuesta más madura, arriesgada -y ahora sí violenta- que consigue enganchar gracias a su brillante mezcla de drama y comedia negra con un trasfondo con el que cualquiera se puede identificar. A pesar de que no busca ser la serie del año o un intrincado rompecabezas para el espectador, consigue su principal objetivo que es entretener y lo hace siendo televisión de la buena, la cual veremos por al menos una temporada más a través del mismo canal y plataforma.
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A diferencia de su debut, los nuevos episodios la convierten en una propuesta más madura, arriesgada -y ahora sí violenta- que consigue enganchar gracias a su brillante mezcla de drama y comedia negra con un trasfondo con el que cualquiera se puede identificar. A pesar de que no busca ser la serie del año o un intrincado rompecabezas para el espectador, consigue su principal objetivo que es entretener y lo hace siendo televisión de la buena, la cual veremos por al menos una temporada más a través del mismo canal y plataforma.
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