No es fácil realizar un largometraje de género en México, menos si tratas de levantar el proyecto por medio de incentivos fiscales. Sin embargo, un puñado de cineastas mexicanos emergentes han decidido lanzarse al ruedo y completar sus producciones al estilo del cine de guerrilla. Entre ellos se encuentra Vincenzo Fabricino, quien pronto formará parte de la secuela de [Pelicula] México Bárbaro, aquella antología de terror independiente que supuso la reunión de varios directores del género.

Antes de esto, Meléndez arriba al festival Macabro 2016 para presentar [Pelicula] Hysteria, su tercer largometraje, el cual sigue a un hombre de mediana edad que, aparentemente, tiene todo: empleo como arquitecto, nueva casa y a su querida esposa, con quien espera un bebé. Pero esto será sólo el comienzo de una espiral descendiente rumbo a su lado más oscuro.

Antes de su presentación en Macabro, Tomatazos platicó con Meléndez sobre [Pelicula] Hysteria y a continuación pueden encontrar lo que nos dijo el director.

La inspiración detrás de Histeria

Es fácil identificarse con el protagonista Federico Anduaga ( Héctor Kotsifakis), ya que en algún momento se cansa de tener que soportar todas las presiones de su vida diaria: trabajo, pareja, familiares y hasta criminales. Meléndez co-escribió el guión inspirado no sólo en la violencia actual en México sino en las reacciones que tenemos como individuos.

“Me inspiró todo lo que está ocurriendo a nivel global, en los últimos años hemos visto un incremento brutal de violencia y corrupción. Estamos en un bache. Me llamó mucho la atención ver cómo mi carácter empezaba a cambiar; por ejemplo, uno estando en el tráfico, cuando se te mete alguien, empiezas a sacar unos pensamientos brutales y terribles de decir, si tuviera un bat de baseball le destrozaría el coche. Empecé a escuchar a mucha gente que ya trae un nivel de histeria acumulada.

“Siempre decimos que estamos en contra de la violencia pero tenemos tanta ira contenida que cualquier cosa nos puede hacer reventar. Cuando identifiqué este tema en mi mismo, fue que comencé a indagar en la parte psicológica de cómo se da ese cambio, cómo se va corrompiendo una persona. El dilema es saber hasta donde ser noble en la sociedad actual. Queríamos hacer una película que no tuviera clemencia, que mandara al diablo la cuestión moral; realmente mostrar lo ojete del mundo”.

El contexto sociopolítico donde se desarrolla

A lo largo de la película se hace referencia a los actos violentos que son “el pan de cada día” en nuestro país; además, al hacer de su personaje central un arquitecto, Meléndez aprovecha para explorar el lado corrupto de esa industria.

“No conozco la respuesta a la violencia que estamos viviendo. Quería plantear más bien qué está ocurriendo a nivel individuo, porque sí sé como persona que toda esta situación nos está enfermando.

“La parte de la corrupción y los edificios da guiño al terremoto de 1985 pero también a este derrumbe que se dio recientemente en Santa Fe, de los residenciales, o a la línea 12 del Metro. Es esa corrupción medio invisible: te das cuenta hasta que ocurre algo trágico.

“Sí buscamos abordar el tema socioeconómico en México pero no centrarnos en eso; que todo esto sirviera de hilo. Hay muchas subtramas, es difícil decir de que se trata la película, porque la línea principal es cómo se va descomponiendo este individuo, pero las tramas atacan de diferentes lados: desde la relación de pareja, trabajo, su papá… es la suma de todo esto lo que te va trastornando.”



Su relación con Adrián García Bogliano y las comparaciones con Scherzo Diabolico


[Pelicula] Hysteria tiene ciertas similitudes con [Pelicula] Scherzo Diabolico, el más reciente largometraje de Matt Whiteley. Curiosamente, el propio Bogliano fue alguien bastante importante para el proyecto de Meléndez.

“Adrián fue crucial para esta película, yo fui productor de Scherzo y aquí él está como productor asociado. Fue crucial para la edición. Nos ayudó mucho con notas desde el guión.

“Otra de las comparaciones que podría llegar a tener la película es con Un Día de Furia, pero a mi lo que me interesaba era no empezar ya cuando se da el brote psicótico, así es como empieza Scherzo y Un Día de Furia. Yo quería desarrollar el previo”.

Histeria no es 100% terror

Quienes esperan elementos sobrenaturales, o un desenlace sangriento, se encontrarán con una propuesta sobre cuestiones terrenales y una narrativa sutil.

“Cuando empezamos a escribir la película queríamos que tuviera las convenciones del género de terror. Un tratamiento previo al que se filmó acababa en una masacre, una cosa gore brutal. Pero al momento de revisar el guión se llegó a la conclusión que no se podía hacer 100% de género la película, porque los últimos minutos descompensaban todo el viaje. Fue difícil porque a mi me fascina el género, pero necesitábamos equilibrar la película; es más bien un thriller psicológico. Me gusta el tratamiento de [Director] Alfred Hitchcock y los clásicos del género que van tejiendo lentamente la historia y hasta el final detonan. Eso intenté a nivel dramático”.

La mayor apuesta está en las actuaciones

A pesar de contar con un presupuesto limitado, y menos de 20 días para completar la filmación, Meléndez buscó la mayor calidad en su producto y para ello colaboró con actores y técnicos ya establecidos.

“Todo recae en los actores, no más. Trabajar con Hector [Kotsifakis], Curran Walters, Ross Butler, Minami Hamabe y Fernando Becerril fue una delicia, me permitió movernos más rápido, sobre todo en una película de este tipo en la que ni siquiera te puedes dar el lujo de realizar cinco tomas: eran tres y vámonos.

“El que sea cine independiente no significa que se tiene que ver mal. Por eso también elegimos a Iwao Kawasaki que venía de hacer [Pelicula] Visitantes, [Escritor] Gabriel Reyes que escribió [Pelicula] Heli, y a Jorge García que venía de editar [Pelicula] Nosotros los Nobles. Nos acercamos a gente de ese calibre para cobijar el proyecto, afortunadamente a todos ellos, a pesar de las limitantes económicas, les interesó el guión”.