Mientras el mundo es testigo de las masacres en Siria, y todos observamos y nos horrorizamos desde la pantalla de nuestro celular, nuestras computadoras, la televisión, o leemos acongojados de las millones de personas desplazadas de su tierra, miles de muertos, continuas masacres y matanzas, bombardeos, ataques con armas químicas y nos secamos las lágrimas para después retornar a nuestra vida cotidiana, [Director] Aki Kaurismäki pone el dedo en la llaga con [Pelicula] El Otro Lado de la Esperanza para recordarle al mundo el viacrucis de los refugiados a través de un joven sirio que busca asilo político en Helsinki, capital de Finlandia, un inmigrante de buen corazón que deambula entre personajes solitarios, patéticos y graciosos, tras enfrentar la indiferencia de las autoridades.

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La historia de este inmigrante de nombre Khaled (Sherwan Haji), un hombre solitario y deprimido quien, en el límite de su resistencia, tras la perdida de casi toda su familia en los bombardeos, sólo desea recuperar a su única hermana viva atrapada en Siria. Ante la imposibilidad de lograr sólo tal empresa y la mala suerte de sus fallidas tentativas, acude al gobierno finlandés tras llegar en calidad de polizón. Tras una serie de procesos burocráticos y no pasar los filtros mínimos para permanecer en el país huye y se interna en los lugares más arrabaleros en los que un par de cabezas rapadas le harán ver su suerte. En ese mismo ambiente conocerá a Whikström (Sakari Kuosmanen), un hombre maduro, inexpresivo y desencantado de la vida matrimonial, que en un acto suicida invierte todos sus ahorros en un restaurante que no termina de encontrar su estilo, repleto de un variopinto personal conformado por inmigrantes a los que se unirá Khaled gracias al gesto solidario de este excéntrico empresario.

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Las peripecias de Khaled y este grupo de refugiados para engañar a ala policía finlandesa son narradas en tono de comedia irónica, entre diálogos y secuencias crueles que rayan en lo absurdo, pero que provocan una risa culpable en el respetable. Un lugar donde se repite día tras día la misma dinámica, mientras en una cruel ingenuidad imaginan que el día siguiente será el último en calidad de inmigrantes. Pero cada decisión que toman es la equivocada. [Pelicula] El Otro Lado de la Esperanza convence por su sencillez y honestidad, una reivindicación en toda regla de que desde el humor se puede atacar de manera mucho más eficaz los dramas existenciales y sociales. En su anterior película El Havre (2011), un zapatero de avanzada edad daba refugio a un adolescente llegado de África y volcaba todas sus fuerzas en defenderlo de la policía local, siete años después pareciera que Kaurismaki retoma aquella historia y el niño ha crecido en la figura de Khaled. Permance aquí ese cálido y contagiante efecto de la solidaridad humana. Sin necesidad de revelar más sobre el argumento, la pieza es de principio a fin una cruda fábula sobre la condición y crisis de los refugiados y una metáfora sobre la políticas contemporáneas.

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La verdadera nostalgia en [Pelicula] El Otro Lado de la Esperanza tiene que ver con el absurdo en el tono de la película. Se siente como si estuviéramos viendo una película de Jim Jarmusch versión Kaurismaki con toques callejeros de [Director] David Lynch y [Director] Todd Solondz. Aquí las críticas más destacadas del filme que marca el retiro del realizador cuya estética ha inspirado a directores más jóvenes como Vincent Beard. En la Berlinale 2017, [Director] Aki Kaurismäki se llevó el Oso de Plata como Mejor director precisamente por [Pelicula] El Otro Lado de la Esperanza:




JJ Negrete, de Butaca Ancha:

Como antídoto al cinismo y a la tóxica ola de nacionalismo que recorre las metrópolis europeas, Kaurismäki crea un bálsamo fílmico que es fácilmente identificable y fiel a su estilo…

Ryan Gilbey, de The Guardian:

El guionista finlandés explota su sensibilidad para destacar las experiencias de dos hombres que huyen de sus hogares y forman una improbable amistad. Siempre diferente, siempre igual: reza la famosa descripción de John Peel en The Fall y aplica igualmente a la obra del melancólico finlandés y minimalista Aki Kaurismäki. Siguen en su cine elementos de los años cincuenta. El Vodka, el rockabilly.

James Mottram, de South China Morning Post:

A pesar de todas sus peculiaridades, la narrativa no se reserva su ira cuando retrata la difícil situación y los malos tratos que muchos refugiados tienen que soportar. Esta es una película que rebosa de humanismo.


Owen Gleiberman, de Variety:

Aki Kaurismäki ha hecho su propia versión de una película de la década de los 90 de Jim Jarmusch, pero con una temática sobre refugiados que se siente natural en su desarrollo. Hay en The Other Side of Hope una atmósfera que se alimenta de la nostalgia de los 90, es quizás el cansancio por el lugar que ocupa la tecnología en nuestros días, que las películas de Kaurismäki, el descarado minimalista finlandés, su aire retro le dan a la vista y a la memoria una extraña especie de confort.


Luis Martinez, de El Mundo:

El Otro Lado de la Esperanza, de Aki Kaurismäki, básicamente es una accidentada carrera al matadero. Tan gracioso. Tan lamentable. La mejor, más triste y más divertida película hasta ahora proyectada en la sección oficial de la Berlinale no hace otra cosa que contar la disparatada historia de un hombre solo, perdido y, por ello, acosado. De nuevo, el finlandés acierta a dibujar, entre el pánico y el silencio, la desolación de todo esto. Es Chaplin con la mirada huidiza de Keaton y la profundidad trágica, por disparatada, del mismo Beckett. O Buñuel incluso. Es Kaurismäki.

Ben Sachs, de Chicago Reader:

El director finlandés Aki Kaurismäki nos ofrece su filme más oportuno y acogedor, mezclando humor, pathos e ira.

Stuart Klawans, de The Nation:

Todo es muy ridículo cuando se compara con los horrores de Siria y las brutalidades europeas que Kaurismäki reconoce dolorosamente. A ello, lo único que el directo puede contraponer es la bondad, el humor, el sentido de comunidad y el arte.

Devika Girish, de Film Comment Magazine:

La rareza extraterrestre de Kaursmäki parece como si se refiriera a otros tiempos, hasta que esa ilusión se rompe mediante la contemporaneidad de la crisis de refugiados mundial, contra la que está película fue concebida.

Jordan Cronk, de Cinema Scope:

The Other Side of Hope demuestra ser una de las obras más balanceadas del veterano finlandés, una tragicomedia que parece urgente, y aun así logra no perder de vista las ironías inherentes de la vida.

Carlos Boyero, de El País:

El otro lado de la esperanza no es mi kaurismäki favorito, pero sí una película insólita, agridulce y bonita. Como en la excelente Le Havre, este amante del vino y de las personas sin estrella vuelve a hablar de los refugiados, de los que han perdido todo o casi todo aunque no pueden renunciar al instinto de supervivencia.

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