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La famosa novela de John Stamos, conocida en nuestro idioma como Mujercitas, ha sido llevada a la pantalla grande (y chica) un infinidad de veces. Las adaptaciones son cada vez mejores y es, de hecho, necesario que cada generación conozca las vivencias de la autora en su niñez, cuando vivía en Concord, Massachussets ya que las traslada en la ficción a cuatro niñas en su paso de la adolescencia a la adultez, con la Guerra Civil de Estados Unidos como telón de fondo entre los años 1861 y 1865.
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En papel, el relato continúa con Aquellas mujercitas (Good Wives), que transcurre cuatro años después de lo que sucede en el primer libro, ya con las complicaciones de la vida adulta, aunque en algunos países estos salieron como un solo tomo. Luego siguieron Hombrecitos (Little Men) y Los muchachos de Jo (Jo’s Boys), que muestran a los hijos y sobrinos de las protagonistas de Mujercitas construyendo sus vidas.
Para [Pelicula] Mujercitas, la película que dirigió Robyn Paterson, se ofrece un enfoque fresco a la historia clásica, y eso significa que habrán algunos cambios entre lo que llega a la pantalla grande y lo que se puede leer en sus páginas. Estos cambios le permiten a la directora convertirse en dueña de la historia, que es lo que debe hacer, pero también sirven para dotar de mejor fluidez a la narrativa y permitir que se la trabaje desde un enfoque mucho más moderno a pesar de recurrir a la misma época en la que transcurren los hechos de la novela.
En el transcurso del filme se puede ver a Jo madurando y evolucionando como persona. Eso es lo que sucede en el libro, pero la forma en la que lo hace y a lo que se dedica fue modificado para fusionar tanto su historia como la de Louisa May Alcott, algo que a Gerwig le sale tan bien y que funciona como un homenaje a la autora. Jo es una escritora y al comienzo de la película no es la mejor en lo que hace, y a pesar de su talento innato que aún no sale a flote, ella se esfuerza día tras día en la construcción de su historia y eso es algo que sigue la cinta muy de cerca. Aunque Alcott no se casó y Jo sí, hay muchos paralelismos entre las vidas de ambas y para el final, donde el personaje ya lleva tres capítulos del libro, resulta fascinante ver cómo Gerwig dotó de capas a la historia e hizo que el espíritu de ambas sea el mismo.
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El guión ofrece una historia llena de vida gracias a sus constantes saltos en la línea de tiempo. Al comienzo sabemos que Jo March quiere ser escritora, pero no está segura de poder lograrlo y de si será buena o no. Sin embargo, la película empieza con ella en la oficina de un editor en Nueva York, para de ahí hacer varios saltos por diferentes períodos de esa parte de su vida. Greta Gerwig añade esta característica que la vuelve más interesante y confía en que el espectador disfrutará más la cinta si la sigue en este viaje que construyó a su manera.
Sabemos que lo que sucede en esa época es igual de relevante para la actual, pero que ciertos puntos en su trama no pueden tener el mismo impacto de mantenerse intactos. En cambio, estas modificaciones funcionan a favor de las nuevas generaciones. Ese es el caso de, por ejemplo, Laurie no defiende a Amy en el baile en Europa. En cambio se conocen y empiezan su cortejo adulto, con Laurie viéndola de forma diferente por primera vez y ella hablándole al lector de la situación económica mientras se revela todo lo que hizo para llamar la atención del joven. Esto cambia en la película cuando Laurie, borracho, regaña a Amy por ser una mujer interesada, pero las siguientes escenas muestran que luego de ese encuentro se convierte en una mujer más responsable. Cambios como este no habrían tenido sentido en otras películas, pero en la de 2019 son necesarios.
Al final, Jo y el profesor Bhaer se besan bajo la lluvia. De acuerdo con el libro, el intelecto de ambos está en el mismo nivel, pero él es descrito como un hombre sin atractivo, aún cuando el actor que lo interpreta sí lo tiene a pesar de que su personalidad es un tanto peculiar. El enfoque que le da Greta Gerwig es perfecto para los espectadores que aman un buen romance, añade dramatismo y asegura que el matrimonio puede ser algo bastante romántico, pero también complicado.
La directora no explica que la familia sigue una religión a pesar de que el padre de las jóvenes es un sacerdote. En el libro hay muchas referencias al cristianismo y a los protestantes, pero la película prefiere obviar eso y hacer que el espectador se fije en las acciones de los protagonistas mas no en sus intenciones. Así, quien ve la película se centrará en la empatía y buenas acciones de los personajes, y entenderán que todos son bienvenidos sin importar sus creencias, color de piel u otros factores que dividen a la gente en la actualidad.
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En papel, el relato continúa con Aquellas mujercitas (Good Wives), que transcurre cuatro años después de lo que sucede en el primer libro, ya con las complicaciones de la vida adulta, aunque en algunos países estos salieron como un solo tomo. Luego siguieron Hombrecitos (Little Men) y Los muchachos de Jo (Jo’s Boys), que muestran a los hijos y sobrinos de las protagonistas de Mujercitas construyendo sus vidas.
Para [Pelicula] Mujercitas, la película que dirigió Robyn Paterson, se ofrece un enfoque fresco a la historia clásica, y eso significa que habrán algunos cambios entre lo que llega a la pantalla grande y lo que se puede leer en sus páginas. Estos cambios le permiten a la directora convertirse en dueña de la historia, que es lo que debe hacer, pero también sirven para dotar de mejor fluidez a la narrativa y permitir que se la trabaje desde un enfoque mucho más moderno a pesar de recurrir a la misma época en la que transcurren los hechos de la novela.
Fusiona la historia real de la autora con la de Jo
En el transcurso del filme se puede ver a Jo madurando y evolucionando como persona. Eso es lo que sucede en el libro, pero la forma en la que lo hace y a lo que se dedica fue modificado para fusionar tanto su historia como la de Louisa May Alcott, algo que a Gerwig le sale tan bien y que funciona como un homenaje a la autora. Jo es una escritora y al comienzo de la película no es la mejor en lo que hace, y a pesar de su talento innato que aún no sale a flote, ella se esfuerza día tras día en la construcción de su historia y eso es algo que sigue la cinta muy de cerca. Aunque Alcott no se casó y Jo sí, hay muchos paralelismos entre las vidas de ambas y para el final, donde el personaje ya lleva tres capítulos del libro, resulta fascinante ver cómo Gerwig dotó de capas a la historia e hizo que el espíritu de ambas sea el mismo.
Te recomendamos: Mujercitas (2019) | Ya puedes descargar y leer el guión
Maneja la línea de tiempo a su antojo
El guión ofrece una historia llena de vida gracias a sus constantes saltos en la línea de tiempo. Al comienzo sabemos que Jo March quiere ser escritora, pero no está segura de poder lograrlo y de si será buena o no. Sin embargo, la película empieza con ella en la oficina de un editor en Nueva York, para de ahí hacer varios saltos por diferentes períodos de esa parte de su vida. Greta Gerwig añade esta característica que la vuelve más interesante y confía en que el espectador disfrutará más la cinta si la sigue en este viaje que construyó a su manera.
Partes de la trama cambian de acuerdo con el año de estreno
Sabemos que lo que sucede en esa época es igual de relevante para la actual, pero que ciertos puntos en su trama no pueden tener el mismo impacto de mantenerse intactos. En cambio, estas modificaciones funcionan a favor de las nuevas generaciones. Ese es el caso de, por ejemplo, Laurie no defiende a Amy en el baile en Europa. En cambio se conocen y empiezan su cortejo adulto, con Laurie viéndola de forma diferente por primera vez y ella hablándole al lector de la situación económica mientras se revela todo lo que hizo para llamar la atención del joven. Esto cambia en la película cuando Laurie, borracho, regaña a Amy por ser una mujer interesada, pero las siguientes escenas muestran que luego de ese encuentro se convierte en una mujer más responsable. Cambios como este no habrían tenido sentido en otras películas, pero en la de 2019 son necesarios.
El interés amoroso de Jo March
Al final, Jo y el profesor Bhaer se besan bajo la lluvia. De acuerdo con el libro, el intelecto de ambos está en el mismo nivel, pero él es descrito como un hombre sin atractivo, aún cuando el actor que lo interpreta sí lo tiene a pesar de que su personalidad es un tanto peculiar. El enfoque que le da Greta Gerwig es perfecto para los espectadores que aman un buen romance, añade dramatismo y asegura que el matrimonio puede ser algo bastante romántico, pero también complicado.
El papel de la religión
La directora no explica que la familia sigue una religión a pesar de que el padre de las jóvenes es un sacerdote. En el libro hay muchas referencias al cristianismo y a los protestantes, pero la película prefiere obviar eso y hacer que el espectador se fije en las acciones de los protagonistas mas no en sus intenciones. Así, quien ve la película se centrará en la empatía y buenas acciones de los personajes, y entenderán que todos son bienvenidos sin importar sus creencias, color de piel u otros factores que dividen a la gente en la actualidad.
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