El Ocaso del Cazador: Entrevista con Hugo Stiglitz y Fabrizio Prada

El Ocaso del Cazador: Entrevista con Hugo Stiglitz y Fabrizio Prada

La historia de Alejo Garza Tames captó titulares en el año 2010, un cazador y hombre de tierras que defendió con su vida su rancho en Tamaulipas de un grupo de Zetas que planeaban quitárselo por la fuerza. Atrincherado y armado solo con su alma, el septuagenario usó su último aliento para acabar con la […]

Por Ruben Martínez Pintos el 27 febrero, 2017

La historia de Alejo Garza Tames captó titulares en el año 2010, un cazador y hombre de tierras que defendió con su vida su rancho en Tamaulipas de un grupo de Zetas que planeaban quitárselo por la fuerza. Atrincherado y armado solo con su alma, el septuagenario usó su último aliento para acabar con la vida de 4 delincuentes y herir a otros 2. Un relato que levantó el asombro y la indignación por igual de la población local y del resto del país.

Lamentablemente las cosas no han cambiado mucho en este año 2017, el país sigue sumido en la corrupción y crimen, el narcotráfico opera a placer en distintos puntos de México ante la complacencia de las autoridades. La historia de Alejo aún vive, en este caso en forma de una cinta dirigida por Fabrizio Prada y coescrita por él y Hugo Stiglitz, quien interpreta una versión libre del ranchero que decidió combatir a los criminales por cuenta propia.

Un western con una clara influencia del cine de acción fronterizo que hicieran en el pasado gente como el mismo Stiglitz y Mario Almada, quien realizó aquí su trabajo final como actor, El Ocaso del Cazador se estrenó en exclusiva en salas de Cinemex. Actor y director hablaron para Tomatazos respecto a lo que significó la realización de esta cinta.

¿Cuál fue el mayor reto al acercarse a esta historia tanto como actor como coguionista?

Hugo Stiglitz: Buscamos realizar una película concreta, armar un guión que refleje la inversión, la calidad de la fotografía y además encontrar la locación exacta. Esa atmósfera única que tiene un lugar como Ayapango, que está cerca del Popo y donde tuvimos un gran apoyo de los pobladores. Ya con la locación el guion empezó a resolverse, ni hablar que la historia real me perturbo. Encontré muchas similitudes entre Alejo y yo, el gusto por la tierra y el amor a la familia. Me sentí frustrado al conocer su historia, como el crimen ha tomado control de nuestras vidas.

¿Cómo fue que se concibió la idea del proyecto?

Fabrizio Prada: El mismo día que leí la historia contacté a Hugo ya que consideré que el personaje era idóneo para él, no tardamos en empezar a hacer una lluvia de ideas. Esto por supuesto no es una biografía, quisimos dar una idea de cómo fue el panorama donde se desarrolló el suceso. Con una amiga de Ciudad Victoria y con una guionista de Zacatecas se armó por etapas el guion. La etapa final del guion se concluyó al tener ya aseguradas las locaciones.

Hugo Stiglitz y Fabrizio Prada

¿Cuál fue el tono que buscó al contar esta historia en particular?

Fabrizio Prada: Definitivamente el de un western, dado las características del relato, donde las autoridades ya no hacen nada por proteger a las personas. Las decisiones estéticas fueron orientadas en ese sentido, sin buscar necesariamente un realismo excesivo.

¿Cuál fue el enfoque para lograr este balance entre un cine de denuncia y una narrativa propia de un género como el western?

Fabrizio Prada: Poco a poco se dieron las cosas, gracias también a como se complementó el reparto. No buscamos exagerar las cosas, ya que no es en sí una cinta de acción con un héroe intocable. La idea fue apegarnos a la realidad sin traicionar los toques particulares del género.

Hugo Stiglitz:Un personaje como El Juez de la Soga hace eco aquí, Alberto Mariscal fue uno de mis directores favoritos, todos los demás realizadores con los que trabajé me dejaron algo. Esas experiencias me han preparado para una película como esta. Pude trabajar con mi amigo Mario Almada en un ambiente íntimo y muy mexicano.

De su trabajo de cine de género de décadas pasadas una cinta que resalta mucho es Pesadilla en La Ciudad Contaminada de Umberto Lenzi, una coproducción México, Italia y España ¿Algo que pudiera compartir sobre esa experiencia fílmica?

Hugo Stiglitz: Lenzi fue de los mejores con los que trabajé, un director muy estricto. Además tuve la oportunidad de trabajar con Mel Ferrer y Paco Rabal, dos grandes actores. Era una historia muy interesante y en general fue toda una aventura rodar en Roma, los “contaminati” les llamaba Lenzi a los seres que atacaban a la gente en esa película.

Nightmare City (1980)

Todo este cine de denuncia y género parece brillar por su ausencia en el cine mexicano actual, el cual prefiere decantarse por la comedia romántica ¿a qué se debe este alejamiento?

Hugo Stiglitz: No creo que el cine no se atreva, después de todo hay varias series de televisión que tratan el tema. Definitivamente una película como esta es necesaria y demuestra que como nación debemos estar unidos ante cualquier amenaza, ya sea interna o externa.

Fabrizio Prada: Definitivamente la cinta tiene sus similitudes con esas obras que se inspiraban en la nota roja, como Masacre en el Rio Tula o Las Poquianchis. No sé si se ha alejado de estas historias porque los que lo financian piensan que no les dará la misma ganancia que formulas probadas. Ambos estilos de narrativa son perfectamente válidos y pueden coexistir.

¿El videohome y el cine popular han abordado este tipo de historias, que diferencia esta de otros ejemplos del género?

Fabrizio Prada: La principal diferencia es que esta cinta no glorifica a los criminales, no buscamos eso en lo absoluto. Dimos honor a quien honor merece, a un mexicano que defendió lo suyo, una historia que puede inspirar y a la gente a defenderse, no con las armas sino con inteligencia.

¿Alguna posibilidad de secuela u otro proyecto en mente?

Hugo Stiglitz: Hay una historia que me gusta mucho que transcurrió en Acapulco, en plena lucha de independencia Morelos sitia el fuerte de San Diego, pero no deseaba dañar su estructura. Una tropa de sus hombres va y toman la roqueta y una goleta de donde los españoles que defendían el fuerte tomaban sus municiones. Al hacer que las tropas españolas vacíen sus balas contra la goleta tomada por Morelos los primeros eventualmente se rinden. Hay un personaje en esa historia, amigo de Morelos, que me gustaría interpretar, pero de momento es solo una idea, me interesa que la gente vea El Ocaso del Cazador y así conozcan esta historia, que vale mucho la pena ser contada.

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