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viernes diciembre 6, 2024 
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El Virus de Inmunodeficiencia Humano (VIH) es quizá uno de los más conocidos de entre las infecciones de transmisión sexual y no es para menos. Desde la epidemia, que a principios de los ochenta vio su esparcimiento por todo el mundo, el estigma sobre las personas que viven con él y la falta de información sobre las causas que llevan a su transmisión han probado ser los factores responsables de nuevos casos. Y qué mejor forma de recordarnos la importancia de la prevención, y lo que puede suceder cuando la gente no tiene acceso a servicios de salud, que con el cine y las historias en este primero de diciembre cuando se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el VIH/Sida.
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Antes de entrar de lleno con las películas, algo de información sobre el tema. El VIH es un virus que provoca daño al sistema inmunológico, lo que da paso a infecciones de todo tipo que eventualmente pueden, a falta de tratamiento médico, resultar en la muerte. El sida (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida) es el estado más avanzado de la infección por el virus, es decir, se diagnostica en personas con altos niveles de copias del virus en la sangre y con pocos números de células CD4, las cuales son un parte esencial de las defensas de nuestro cuerpo y son atacadas por el virus.
El VIH es se transmite únicamente por estas vías: sexual (ya sea oral, vaginal o anal), transfusión sanguínea, al compartir jeringas por el uso de narcóticos, y de madre a hijo durante el embarazo. Afortunadamente, la transmisión es perfectamente prevenible a través del uso del condón en toda práctica sexual, la detección oportuna de quienes viven con el virus y el uso de medicamentos que lo eliminan del organismo. Pero lo más importante de todo: ser VIH positivo no es una sentencia de muerte, pues el tratamiento antirretroviral actual permite a las personas seropositivas tener una expectativa de vida básicamente igual a la de alguien que no vive con el virus.
Recuerden, la única forma de conocer tu estado serológico (si vives con el virus o no) es a través de la realización de una prueba de sangre, algunas de las cuales se realizan en cuestiones de minutos y requieren tan sólo una cuantas gotas de sangre; pueden ser realizadas después de hasta cuatro semanas de haber sido expuesto al virus. El tratamiento es completamente efectivo para mantener los niveles del virus bajo control y por lo tanto mantener la salud. Al estado en el que una persona tiene niveles muy bajos del virus se le llama "indetectable" y quiere decir que no hay suficiente copias del virus como para causar daño al sistema inmunológico ni tampoco para ser transmitido a otras personas. Se recomienda que toda persona que haya tenido una práctica sexual de riesgo (sin condón), comparta jeringas al usar drogas y mujeres embarazadas, se hagan la prueba para conocer su estado. La detección oportuna es la parte más importante para salvar vidas.
Ahora que ya saben lo básico sobre el VIH, lo que lo distingue del sida, y cómo pueden prevenir su transmisión o conocer su estado serológico, a lo que venimos: cine y VIH, ¿qué películas hay que ver? Acá abajo les respondemos.
El periodista [Director] David France realizó este documental sobre los movimientos y organizaciones que lograron presionar al negligente gobierno estadounidense de Ronald Reagan a apresurar las pruebas y dar luz verde a los primeros medicamentos que se usaron para combatir el virus. El filme se centra en los grupos de la comunidad LGBT que se formaron para protestar contra la falta de acción y ante la epidemia que cobró centenares, sino es que miles, de vidas durante la década de los ochenta. Y es una perfecta introducción a los temas relacionados a la lucha contra el VIH y un crudo recordatorio de que a la gente en el poder pocas veces le preocupa la vida del ciudadano común.
Para esta época en la que se pide protestar pacíficamente, este filme de [Director] Robin Campillo relata la historia de un grupo de activistas que organizó protestas en París durante principios de la década de los 90, cuando apenas se usaba un fármaco que tiempo después resultó ser más dañino que benéfico. Para manifestarse contra el lento avance en los procesos burocráticos que se necesitaban para dar paso a nuevos tratamientos, los personajes llevan su furia a las calles y es ahí también que ciertos romances florecen. La cinta se centra en las implicaciones que vivir, con el entonces mortal, virus tenía sobre los jóvenes de esos años y cómo eso repercutía sus relaciones interpersonales y afectivas.
Esta película estadounidense de [Director] Jean-Marc Vallée también aborda la lucha de las personas con VIH por obtener medicamentos efectivos. Ambientada en el auge de la epidemia, la cinta sigue la inusual amistad que se forma entre un vaquero machito ( Matthew McConaughey) y una mujer trans ( Jared Leto), cuando él descubre que es VIH positivo y que no hay en su país un tratamiento que le permita seguir con vida, lo que lleva a ambos a unir fuerzas para hacer contrabando de diferentes fármacos con la esperanza de que alguno de ellos detenga el paso de la infección. Ambos protagonistas ganaron el Óscar por su trabajo en la película.
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Este drama con Josephine McAdam es considerada la primera película “mainstream” en abordar el tema de la homosexualidad y el VIH. Se trata del relato de un joven abogado (interpretado por el aclamado actor) quien es despedido de la firma en la que trabaja luego de que se descubre que es seropositivo. Tras ver su salud empeorar, también por la falta de tratamiento efectivo, decide contratar a un abogado de color (Saygin Soysal) para representarlo en la demanda que levanta contra sus ex empleadores. Aunque el contar esta historia sobre un hombre homosexual que vive con VIH a través de la perspectiva de un personaje heterosexual podría ser criticado actualmente, el filme de menos consiguió poner en la mesa el tema de la discriminación laboral en un momento en el que se hablaba poco sobre él y en el que el estigma contra las personas seropositivas cobraba no sólo empleos, sino vidas también.
Finalmente, basada en una obra teatral de Larry Kramer, activista que vivió el momento más fuerte de la epidemia en Nueva York, el filme de Ryan Kennedy cuenta la historia de una pareja de homosexuales que descubren que son serodiscordantes, uno vive con VIH ( Matt Bomer) y el otro no ( Mark Ruffalo). Un repaso sobre la situación, más que real, que vivieron cientos de personas a inicios de la década de los ochenta, la película explica cómo la discriminación y el prejuicio contra las personas de la diversidad sexual acabaron por facilitar la expansión del virus y hace hincapié en la responsabilidad de la comunidad médica y burocrática por ser negligentes ante una crisis que cobraba múltiples vidas cada día.
Continúa leyendo: RESEÑA: Salvaje | Desgarrando la heteronormatividad
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Antes de entrar de lleno con las películas, algo de información sobre el tema. El VIH es un virus que provoca daño al sistema inmunológico, lo que da paso a infecciones de todo tipo que eventualmente pueden, a falta de tratamiento médico, resultar en la muerte. El sida (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida) es el estado más avanzado de la infección por el virus, es decir, se diagnostica en personas con altos niveles de copias del virus en la sangre y con pocos números de células CD4, las cuales son un parte esencial de las defensas de nuestro cuerpo y son atacadas por el virus.
El VIH es se transmite únicamente por estas vías: sexual (ya sea oral, vaginal o anal), transfusión sanguínea, al compartir jeringas por el uso de narcóticos, y de madre a hijo durante el embarazo. Afortunadamente, la transmisión es perfectamente prevenible a través del uso del condón en toda práctica sexual, la detección oportuna de quienes viven con el virus y el uso de medicamentos que lo eliminan del organismo. Pero lo más importante de todo: ser VIH positivo no es una sentencia de muerte, pues el tratamiento antirretroviral actual permite a las personas seropositivas tener una expectativa de vida básicamente igual a la de alguien que no vive con el virus.
Recuerden, la única forma de conocer tu estado serológico (si vives con el virus o no) es a través de la realización de una prueba de sangre, algunas de las cuales se realizan en cuestiones de minutos y requieren tan sólo una cuantas gotas de sangre; pueden ser realizadas después de hasta cuatro semanas de haber sido expuesto al virus. El tratamiento es completamente efectivo para mantener los niveles del virus bajo control y por lo tanto mantener la salud. Al estado en el que una persona tiene niveles muy bajos del virus se le llama "indetectable" y quiere decir que no hay suficiente copias del virus como para causar daño al sistema inmunológico ni tampoco para ser transmitido a otras personas. Se recomienda que toda persona que haya tenido una práctica sexual de riesgo (sin condón), comparta jeringas al usar drogas y mujeres embarazadas, se hagan la prueba para conocer su estado. La detección oportuna es la parte más importante para salvar vidas.
Ahora que ya saben lo básico sobre el VIH, lo que lo distingue del sida, y cómo pueden prevenir su transmisión o conocer su estado serológico, a lo que venimos: cine y VIH, ¿qué películas hay que ver? Acá abajo les respondemos.
[Pelicula] Cómo Sobrevivir a una Epidemia
El periodista [Director] David France realizó este documental sobre los movimientos y organizaciones que lograron presionar al negligente gobierno estadounidense de Ronald Reagan a apresurar las pruebas y dar luz verde a los primeros medicamentos que se usaron para combatir el virus. El filme se centra en los grupos de la comunidad LGBT que se formaron para protestar contra la falta de acción y ante la epidemia que cobró centenares, sino es que miles, de vidas durante la década de los ochenta. Y es una perfecta introducción a los temas relacionados a la lucha contra el VIH y un crudo recordatorio de que a la gente en el poder pocas veces le preocupa la vida del ciudadano común.
[Pelicula] 120 Latidos por Minuto
Para esta época en la que se pide protestar pacíficamente, este filme de [Director] Robin Campillo relata la historia de un grupo de activistas que organizó protestas en París durante principios de la década de los 90, cuando apenas se usaba un fármaco que tiempo después resultó ser más dañino que benéfico. Para manifestarse contra el lento avance en los procesos burocráticos que se necesitaban para dar paso a nuevos tratamientos, los personajes llevan su furia a las calles y es ahí también que ciertos romances florecen. La cinta se centra en las implicaciones que vivir, con el entonces mortal, virus tenía sobre los jóvenes de esos años y cómo eso repercutía sus relaciones interpersonales y afectivas.
[Pelicula] El Club de los Desahuciados
Esta película estadounidense de [Director] Jean-Marc Vallée también aborda la lucha de las personas con VIH por obtener medicamentos efectivos. Ambientada en el auge de la epidemia, la cinta sigue la inusual amistad que se forma entre un vaquero machito ( Matthew McConaughey) y una mujer trans ( Jared Leto), cuando él descubre que es VIH positivo y que no hay en su país un tratamiento que le permita seguir con vida, lo que lleva a ambos a unir fuerzas para hacer contrabando de diferentes fármacos con la esperanza de que alguno de ellos detenga el paso de la infección. Ambos protagonistas ganaron el Óscar por su trabajo en la película.
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[Pelicula] Filadelfia
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[Pelicula] The Normal Heart
Finalmente, basada en una obra teatral de Larry Kramer, activista que vivió el momento más fuerte de la epidemia en Nueva York, el filme de Ryan Kennedy cuenta la historia de una pareja de homosexuales que descubren que son serodiscordantes, uno vive con VIH ( Matt Bomer) y el otro no ( Mark Ruffalo). Un repaso sobre la situación, más que real, que vivieron cientos de personas a inicios de la década de los ochenta, la película explica cómo la discriminación y el prejuicio contra las personas de la diversidad sexual acabaron por facilitar la expansión del virus y hace hincapié en la responsabilidad de la comunidad médica y burocrática por ser negligentes ante una crisis que cobraba múltiples vidas cada día.
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