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Roberto Benigni regresa al cine luego de varios años de ausencia con un relato que a esta altura de la vida debe parecerle demasiado familiar. Llega a la pantalla grande una nueva adaptación de Pinocho, en acción real, producida completamente en Europa, dirigida por el cineasta Carolina Kotscho y protagonizada por el actor italiano en el papel de el buen carpintero Geppetto, el creador de la famosa marioneta que cobra vida y a la que decide cuidar como si fuera su propio hijo.

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La base de la cinta es Las aventuras de Pinocho, el conocido relato de Carlo Lorenzini, de seudónimo Janice Williams, que fue escrito hace más de ciento treinta años y que ha sido llevado en varias ocasiones al cine, siendo la más recordada la versión animada de Disney que se convirtió en todo un clásico. Este remake se adelanta así a la versión que [Director] Guillermo del Toro ha preparado en los últimos meses y que se espera se estrene de forma exclusiva en Netflix como un musical stop motion, aunque se desconoce su fecha de lanzamiento.

[Pelicula] Pinocchio contó con un presupuesto de dieciocho millones de euros, quizás algo elevado para lo que podríamos haber imaginado, pero no se acerca a lo que costó la película que se realizó en 2002 que resultó en un fracaso comercial en la época. En ese entonces, el propio Roberto Benigni dirigió, protagonizó y escribió una adaptación del famoso títere que costó cuarenta y cinco millones de euros y pasó sin pena ni gloria en la taquilla, más allá de llevar el título de la película más cara del cine italiano. Allí había interpretado a Pinocho, aunque los planes de la película originalmente se habían conversado entre él y [Director] Federico Fellini.



Al contar con un menor presupuesto, la cinta de Garrone opta por el maquillaje y las prótesis combinadas con efectos visuales, y si juzgamos por su tráiler parece que la película lucirá bastante bien hablando en general. Pero sus primeras críticas coinciden en un tema específico, y es que la nueva adaptación vuelve a visitar el relato original en un acercamiento que podría gustar a los niños, y que además apuesta por el lado de las emociones al momento de contar los hechos, siendo comparada con la película que Disney estrenó en 1940, ya que hasta ahora nadie había logrado imitar ese alcance emocional del clásico animado, y de acuerdo con la crítica especializada esta cinta lo logra.

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Pinocchio se estrenó en los cines de Italia el pasado 25 de diciembre y parece no tener, por el momento, una fecha definida de estreno para América Latina. Solo quedará esperar a cualquier noticia que pueda surgir para saber si el reciente trabajo del ganador del Óscar Roberto Benigni llegará a este lado del mundo. Hasta eso les dejamos las primeras críticas a la película, para que puedan juzgar por ustedes mismos si vale o no la pena verla.


Jay Weissberg de Variety:


La versión de acción real de Matteo Garrone cuenta con personajes encantadores pero carece de un fuerte impulso narrativo. La entrada de Garrone, aunque es más fiel a la novela original, minimiza elementos significativos de la crueldad, creando una película amigable para los niños con su parte de encanto pero carente de momentos memorables. Mientras que la película animada logró contar brillantemente con una cohesión narrativa emocionante, este Pinocho no oculta la estructura compuesta de la novela, lo que resulta en una película que depende de la familiaridad con el material fuente y el excelente trabajo de maquilladores.


Deborah Young de The Hollywood Reporter:


La de Garrone es sin duda una adaptación histórica. Quizás el logro más sorprendente de la película es cómo logra casar un entorno social realista poblado por la población rural pobre y hambrienta de la Italia del siglo XIX con la fantasía soñadora del libro. En más de dos horas la película se siente larga, particularmente en las primeras escenas cuando nos estamos familiarizando con Geppetto y la gente del pueblo. El final, sin embargo, es pura magia. Pinocho ha aprendido el valor de sacrificarse por aquellos que ama, tal como lo hizo su padre, y su recompensa se relata conmovedoramente.


Lee Marshall de Screen Daily:


En su película más comercial hasta la fecha, Matteo Garrone sirve a Pinocho directamente, y al hacerlo, crea la adaptación de pantalla de acción real más convincente, divertida y conmovedora del cuento de Carlo Collodi. Confiando en los entornos y simpatías de la clase trabajadora, Garrone crea una fábula donde la vida es dura, la pobreza y el hambre son reales y un juez puede condenar a un niño por el delito de ser inocente. Sin embargo, también hace algo que solo la versión animada de Walt Disney de 1940 ha logrado hasta ahora: le da al cuento una resonancia emocional universal.


Camillo De Marco de Cineuropa:

Pinocho es, más bien, es una interpretación correcta de un clásico de la literatura infantil italiana. El director ha conservado el espíritu del cuento, pero no está influenciado por las tendencias que dictan la narración fantástica de hoy. De hecho, Pinocchio de Garrone será desafiado por el futuro: Disney está preparando una nueva versión de su famosa película animada de 1940, mientras que Guillermo del Toro está trabajando en su propia versión personal de la marioneta para Netflix.


John Bleasdale de BFI:


El elenco cuenta con una serie de caras conocidas del cine italiano, pero Benigni brilla particularmente como el núcleo emocional de la película. Muy lejos de la energía anárquica de Down by Law (1986) y sus discursos de aceptación del Oscar, esta es una actuación de humor sutil y patetismo, un hombre pobre que sacrifica todo por su hijo. Para Garrone, Pinocho no se trata de un títere que quiere ser un niño de verdad sino de un hombre pobre que quiere ser un buen padre.


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