Por fin regresó The Walking Dead, y aunque la espera no haya sido tan larga en comparación a la que tendremos al finalizar la sexta temporada, ya soñábamos con este día. El episodio estreno fue bastante bueno y entretenido, con la suficiente cantidad de zombies, sangre, muertes, y un poco de buen humor al inicio para permanecer felices de aquí hasta el otro capítulo.
A continuación hare una recapitulación de los momentos más importantes durante el episodio y cómo nos sentimos al respecto. Obviamente ya sabes que te vas a encontrar CON MUCHOS SPOILERS, así que si aún no lo has visto, será mejor que te vayas alejando lentamente de este artículo.
Sucedieron algunas de las cosas que ya había mencionado anteriormente sobre lo que esperábamos en el resto de la temporada, pero la verdad no me esperaba lo que pasó en los primeros minutos, una parte de mi en verdad creía que el grupo al que se enfrentaron Daryl, Abraham y Sasha (servidores de Negan) terminaría matando a alguno de los tres. Pero, ¿cuál fue nuestra sorpresa?, pues cuando uno de los hombres del grupo escoltó a Daryl a la parte trasera del carro para buscar más armas, éste supongo que se deshizo de él con sus ya tan conocidas mañas de pelea, para luego matarlos a todos con un lanzacohetes, así es, justo cuando aquel otro hombre estaba apunto de dispararle a Sasha y Abraham.
No podemos negar que lo disfrutamos bastante. Vaya manera de comenzar con el episodio.
Luego pasamos al momento que nos puso a todos de nervios al final de la mitad de temporada, Rick iba muy tranquilo con el grupo, agarrados de la mano como una gran y bella familia, entonces cuando vimos que llegaron a un lugar ''seguro'' todos pensamos: ''muy bien, lo lograron, todo va a estar bien''. Pero entonces sucedió lo que nunca debe pasar en las películas de terror, tomaron la decisión de separarse porque Judith los podía poner en riesgo, por lo que el Padre Gabriel decide llevársela junto con Sam (el hijo de Jessie, a quien todos odiamos), pero claro, ese niño molesto se las dio de muy valiente y salió con que sí podía seguir con tal de quedarse con su mamá. ¿Quién diría que ese momento era clave para el futuro de Jessie, Ron y Carl. ?
Fueron algunas escenas después cuando llegó el momento, esos cortos minutos en donde no pudimos ahogar el grito, pararnos de nuestros asientos, desmayarnos, etc. Ese maravilloso instante en el que Sam comienza a recordar las traumatizantes palabras que alguna vez Carol le dijo sobre cómo los zombies se lo comerían fue simplemente perfecto. Jamas creí que no solo le darían una muerte terrible al pobre niño, si no que también decidieran que sus últimos instantes con vida los pasara aterrorizado, con horribles palabras en su mente, para que esto hiciera que el miedo lo inmovilizara y sucediera lo que tenía que suceder (se lo comieron).
Pero, ¿tenía que llevarse a toda la familia entre las patas? La verdad sí. Pongámoslo de esta manera: Íbamos a tener que lidiar con el sufrimiento de Jessie y el coraje de Ron por quién sabe cuantos capítulos, y no tenemos tiempo ni ganas de ver eso, por lo tanto lo mejor era que se murieran los tres.
Y, ¿Ron tenía que hacerle eso a Carl? Por supuesto que sí; Carl es ese personaje que realmente nunca creímos que saldría gravemente herido y a pesar de que en el cómic pasa esto y ya había rumores de que en efecto, perdería el ojo con un disparo, muchos no creímos que sucedería tan pronto.
Cuando creímos que ya era demasiada presión cardiaca, luego de que Rick dejara a Carl en las manos de Denise para que lo curara, éste salió por la puerta principal listo para destruir a todo zombie que se le atravesara en su camino. Y esto, queridos lectores, dio luz verde para que los personajes se levantaran en armas y se armaran de valentía para salir a pelear, haciéndonos sentir orgullosos de por fin ver a Eugene y al Padre Gabriel ser lo suficiente fuertes para arriesgar sus vidas y ayudar a Rick y todos aquellos que se encontraban destruyendo cráneos afuera.
¿Eso fue todo?. No, todavía nos faltaba otro pequeño momento clave en el que creímos que ahora si veríamos morir a Glenn. Dado que Maggie se encontraba arriba de un poste que estaba apunto de caerse, nuestro querido Glenn decidió arriesgar su vida y comenzó a disparar para llamar la atención de los zombies, quedándose con menos balas y los pobres intentos de Maggie por atraerlos de vuelta eran inútiles, fue entonces cuando entramos en pánico, sólo para que Abraham y Sasha se deshicieran de todos los zombies en segundos con sus ametralladoras. Que momento tan bonito.
De ahí siguió un momento padre-hijo entre Rick y Carl, pero para esto ya estábamos en esa etapa en la que hablas de cómo sobreviviste a un (casi) infarto.
El episodio final definitivamente fue mejor de lo que esperábamos; por lo general sólo tenemos la buena suerte de un momento de frustración por capítulo, a veces dos, pero no cabe duda que ésta es una señal de que las cosas van a ponerse aún mejor, y que sin la amenaza de los zombies invadiendo Alexandria, lo que viene es más grande, y todos sabemos de qué se trata, o más bien de quién: Negan.
Yo, como fanática de la serie, les aconsejo desde lo más profundo de mi corazón que tomen sus precauciones. ¿Por que?, porque nos dijeron que la serie cada vez se apegaría más a los cómics, y una parte de nosotros no lo quiso creer, pero después de este capítulo puedo decir que, efectivamente, vendrán cosas peores.
Y a tí, ¿qué fue lo que más te gusto en el regreso de The Walking Dead?
——————————————————————————————————————————————-
Natalie González es redactora en Tomatazos, fanática de las series y spoiler profesional. Siguela en Twitter (@nath1192)
