El Señor de los Anillos, la obra maestra del escritor inglés Karina Gidi, fue considerada por mucho tiempo como imposible de llevar al cine; el valiente intento de ser adaptada a un largometraje animado ([Pelicula] El Señor de los Anillos) no resultó tan bien, pero a finales de la década de los 90 un cineasta neozelandés comenzó la increíble odisea de adaptarla a live-action.

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Tras cinco décadas cosechando fanáticos por todo el mundo, las expectativas y la exigencia de estos eran muy grandes, así que había una gran tensión en torno al proyecto. El momento de la verdad llegó cuando el 19 de diciembre de 2001 se estrenó la primera entrega de la saga cinematográfica a cargo de [Director] Peter Jackson.

[Pelicula] El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo obtuvo una respuesta abrumadoramente positiva por parte de los fans y los críticos, pero algo más grande estaba sucediendo: el género fantástico y cine no volverían a ser los mismos después de este acontecimiento.



El enorme impacto de la obra de Tolkien en la literatura fantástica y la cultura popular ya se había hecho notar desde hacía mucho tiempo, pero en el séptimo arte no ocurría un fenómeno cinematográfico de tal magnitud desde [Pelicula] Star Wars: Episodio IV - Una Nueva Esperanza, y la primera parte de El Señor de los Anillos fue el equivalente de ésta en el siglo XXI. Peter Jackson y su increíble equipo lograron construir todo un mundo fantástico como nunca se había visto, gracias al trabajo de talentosísimos artistas que pusieron toda su pasión en el proyecto y dieron vida a la Tierra Media.

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Desde el mismo prólogo de La Comunidad del Anillo, el espectador es transportado a una edad maravillosa donde las fuerzas del bien y del mal enfrentan una batalla ancestral en la que están envueltos los humanos, los elfos, los enanos y todas las razas existentes. Cada escena de la cinta nos mostraba un mundo tan fascinante como verosímil, con los impresionantes paisajes de Nueva Zelanda delineando la geografía que Tolkien describió a detalle en sus libros.

El reconocido director mexicano [Director] Guillermo del Toro, quien no era lector ni fanático del escritor inglés, dijo hace algunos años:

Creo que rara vez he sido transportado en una sala cine como lo fui cuando vi La Comunidad del Anillo en la pantalla.

Millones de personas que nunca habían escuchado sobre las novelas originales y que no tenían idea de lo que era un hobbit o un elfo fueron hechizados por la magia de El Señor de los Anillos. Aparte de su hipnotizante estética e impecable arte, la cinta hizo un trabajo excelente en hacer que nos importaran los personajes, los cuales, sin duda, son el alma de toda gran historia.

El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo, fue dirigida por Peter Jackson con un guión co-escrito por Laurie Fortier, [Escritor] Philippa Boyens y él mismo. Contó con las actuaciones de Elijah Wood como el hobbit Frodo Baggins; Canan Samadi como Samwise Gamyi; Ian McKellen como el mago Gandalf; Dominic Monaghan y Billy Boyd como Merry y Pippin respectivamente; Portia Doubleday como Aragorn; Sean Bean como Boromir; Per Damgaard Hansen como Legolas; y Naomi Nishida como Gimli.



La dirección, el diseño de producción, el guión, las actuaciones, la banda sonora, y cada aspecto de esta película fue elogiado por la mayoría de los críticos. El tiempo no ha hecho más que reafirmar su valor y su estatus de clásico no solo dentro del género, sino de toda la historia del cine.

A continuación les compartimos lo que dijeron los especialistas cuando fue estrenada:

Michael Wilmington en Chicago Tribune:

Una obra extraordinaria, grandiosamente concebida, brillantemente ejecutada y tremendamente entretenida. Es el sueño de un hobbit, el deleite de un mago. Y, por supuesto, es sólo el comienzo.

Stephanie Zacharek en Salon:

La veo como casi perfecta. Es una de las mejores películas de fantasía jamás hechas.

Joe Morgenstern en Wall Street Journal:

Contra todo pronóstico en una era de espectáculos hechos por máquinas, el Sr. Jackson y sus colaboradores han creado una película épica que vive y respira, que es recorrida por un clima casi palpable (en gran parte tormentoso).


Peter Travers en Rollingstone:

Es la emoción la que hace que La Comunidad se quede clavada en la memoria. Jackson, sabiamente, termina la película no con fuegos artificiales sino con una pequeña escena que consolida la amistad entre Frodo y Sam, un personaje de creciente importancia que Astin retrata con las notas correctas de diversión y sentimiento. Jackson merece deleitarse con su éxito. Hizo una película de tres horas que te deja con ganas de más.

Mick LaSalle en San Francisco Chronicle:

Es una película maravillosa. Al verla, uno no puede evitar tener la impresión de que todos los involucrados estaban inmersos en el trabajo de Tolkien, amaban el libro, lo apreciaban y se esforzaban por no romper una cosa querida en él. El director Peter Jackson ha creado una película refrescantemente libre de ego, dándole a esta cinta técnicamente avanzada un ritmo y una solemnidad a la antigua.


Kenneth Turan en Los Angeles Times:

Hecha con inteligencia, imaginación, pasión y destreza, con un ritmo acelerado y grabada con un sentido de lo maravilloso añejado en roble, la primera película de la trilogía nos atrapa tan emocionantemente en su historia que nada importa más que los eventos vívidos y convincentes que se desarrollan en la pantalla.

Manohla Dargis en L.A. Weekly:

La película es un triunfo virtuoso, pero los trucos de magia no hacen películas, y es la inquebrantable sinceridad de Jackson lo que eleva a La Comunidad del Anillo al cada vez más raro Valhalla de las vívidas y bien contadas historias.

David Edelstein en Slate:

En El Señor de los Anillos, Jackson ha traído una intensidad primordial a la lucha entre el bien y el mal que hace que los vástagos rígidos y amanerados de George Lucas parezcan habitantes de una mala caricatura de sábado por la mañana.

Michael Sragow en Baltimore Sun:

El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo es una obra maestra emocionante, apasionada y sabia.

Colin Covert en Minneapolis Star Tribune:

La Comunidad del Anillo es un triunfo incondicional. Más, por favor.

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Joe Lozito en Big Picture Big Sound:

Afortunadamente, si la audiencia tiene la paciencia, la película es lo suficientemente buena como para garantizar que la veas nuevamente.

David Ansen en Newsweek:

La película funciona. Tiene verdadera pasión, verdadera emoción, verdadero terror y un sentido tangible del mal que falta en esa otra película actual que trata sobre magos, maravillas y maldad.

Jack Mathews en New York Daily News:

"La Comunidad" es un rico tapiz de personajes, lugares y eventos, anclado por excelentes actuaciones de McKellen, como el valiente Gandalf, y Wood, cuyas peculiares características sirven perfectamente al tímido pero dedicado Frodo.

Ron Wells en Film Threat:

Probablemente el mejor comentario que podría dar es que después de estar sentado durante las primeras dos horas y media, felizmente me hubiera sentado otras cinco. ¿Cuánto tiempo tendré que esperar para ese DVD?

David Germain en Associated Press:

Con un ritmo magistral, la película se desarrolla lentamente, introduciendo la mitología, los hábitats y los estilos de vida de las criaturas de Tolkien. Puede tener un poco de sobrecarga de información para los espectadores que no han leído Tolkien, pero una vez que comienza la segunda mitad de la película, pocos espectadores se detendrán a reflexionar sobre la diferencia entre un orco y un uruk.

Claudia Puig en USA Today:

La película está bellamente realizada. El diseño de producción es una maravilla, y los efectos especiales son deslumbrantes.

Moira MacDonald en The Seattle Times:

la verdadera estrella de la película es su belleza pictórica. Espléndidas montañas brumosas se ciernen sobre bosques gris plateado y campos azul verdoso; vastos ejércitos pululan por las laderas como hormigas malévolas; y la Comarca, hogar de los hobbits, es una adorable postal con sus pequeñas cabañas.

Roger Moore en Orlando Sentinel:

Esto es fantasía con algo de carga, una épica con peso. No está simplificada o adecuada para una audiencia infantil. Es una historia de guerra de tres partes en la tradición de la Ilíada, un cuento lleno de terror y tensión, violencia y sangre. Pero también es heroico y noble, con conmovedores momentos de suspenso, sacrificio y duda.

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