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No hay que juzgar una serie por su primer episodio. Sin embargo, es ese episodio el que consigue que un productor, y una cadena de televisión, decidan ordenar que se continúe la producción para el resto de la temporada, que puede ser una sola o la primera de muchas. Es también ese episodio el que puede convencer a la audiencia de que definitivamente no es una historia para ellos o que es algo con lo que desearán seguir mientras siga en emisión. Hay mucho en juego con un episodio piloto porque es el material que permite a muchos tener una idea del valor de una serie y no todas logran pasar la prueba.
No te lo pierdas: Series de televisión con finales que decepcionaron y confundieron a los fans
Hay casos infames de producciones televisivas que tuvieron pilotos que fueron terribles y sus estudios no dieron luz verde para más episodios. En otros casos, hay series que lograron sobrevivir a terribles episodios y vivieron para contarlo. Por lo general, cuando un estudio sabe que hay bastante potencial para una historia, vuelve a reestructurar todo lo que se hizo con la intención de darle vuelta y transformarlo por completo. Algunas de las series más destacadas y premiadas pasaron por esto, lo cual puede ser difícil de creer debido a lo bien que lo hicieron durante el tiempo que estuvieron al aire. Uno de los ejemplos más conocidos es el de [Temporada] Game of Thrones (8), pero no es el único.
Ocurre más a menudo de lo que se cree; incluso algunas de las cadenas de televisión más innovadoras, reconocidas por el nivel que tienen sus producciones, han pasado por el problema de que un episodio piloto estuviera cerca de arruinar las posibilidades de sacar adelante un proyecto. A veces, al programa le falta un personaje vital interpretado por algún actor que se une al elenco más tarde y aporta algo nuevo al relato. Cualquiera que sea la razón, algunas de las mejores series de televisión tuvieron episodios piloto sorprendentemente débiles, al menos en comparación con el resto.
A continuación, les contaremos sobre aquellas series que sobrevivieron a episodios piloto que palidecen en comparación con el resto de partes de sus respectivas historias. En ocasiones, son casos terribles que no dejan de asombrarnos por la forma en que sus estudios lograron reformularlo todo, y en otros no lo son tanto, pero sin duda contienen la calidad más baja de toda la producción y son totalmente olvidables.
Te recomendamos: Series de televisión que debieron terminar tras su primera temporada
Uno de los casos más famosos de terribles episodios piloto es el de [Temporada] Game of Thrones (6). Irónicamente, la serie tiene uno de los mejores y peores primeros episodios por la sencilla razón de que el primer piloto fue tan malo que nunca llegó a la televisión y HBO tuvo que hacer otro, el cual aparece en la primera temporada. Las reacciones que generó el piloto fueron negativas debido a que las partes básicas de la trama eran confusas, y el recast a Catelyn Stark y Daenerys Targaryen influyó mucho para que la serie sobreviva y eventualmente se convierta en un éxito (al menos hasta antes de ese final).
La primera temporada no fue perfecta. El piloto fue lo suficientemente bueno para sentar las bases, pero a [Temporada] Rick and Morty (5) le tomó al menos la mitad de una temporada para encontrar su camino. No hay que desmerecer lo que logró, pero tampoco hay que ignorar el hecho de que como episodio único no funciona bien. La voz de Morty no era la mejor y tuvieron que pasar varios episodios hasta que encontró la forma definitiva y de gustar al público. Además, las cosas que introducía eran demasiadas como para entender rápido y engancharse.
La primera conversación entre Jerry y George fue sobre la posición del segundo botón en las camisas. Es fácil entender que con un diálogo inicial como este, el piloto de [Temporada] Seinfeld fuera un fracaso. El episodio se mostró a una audiencia de prueba y obtuvo uno de los rechazos más contundentes de NBC. La mayoría de los espectadores dijeron que no estaban dispuestos a ver un segundo episodio y que tampoco les gustaban los personajes. Bueno, esa era la idea, y si hubiera sido por los ejecutivos de NBC entonces, ahí se habría terminado.
Controvertida por la forma en que muestra escenas explícitas protagonizadas por adolescentes, además de su uso de drogas y alcohol, Skins se extendió por 7 temporadas y aún es muy recordada, especialmente porque cada cierto tiempo aparecen otras producciones que tratan de hacer lo mismo. Sin embargo, suele aparecer poco entre las series que tuvieron un episodio piloto "malo" por alguna razón. En este caso no es que haya sido igual de terrible que otros ejemplos, pero pudo haber preparado mejor al espectador. El primer episodio incluyó un accidente automovilístico, una sobredosis de pastillas para dormir, una deuda con un traficante de drogas y un plan para ayudar a un joven a perder su virginidad. En comparación con otras producciones, y para la época, fue demasiado.
Hacer un remake puede ser complicado porque si es muy diferente se puede perder todo lo que hizo genial a la encarnación original y si es muy parecido no tendría sentido el molestarse en hacerlo. Ese es un dilema por el que pasó [Temporada] The Office (9) y era totalmente evitable porque el humor británico y el estadounidense tienen sensibilidades diferentes. En lo primero de la serie, la producción intentó replicar lo hecho por los británicos y las bromas no tuvieron el efecto deseado en la audiencia. Afortunadamente, después todo se dirigió a la forma que debía haber sido desde el primer episodio, logrando una dinámica que funcionó bien para la audiencia de Estados Unidos y que gustó a otros países.
Gracias a su mirada cruda al tráfico de drogas y su forma de mezclarse con el mundo de la política y la educación, The Wire es considerada una de las mejores series jamás realizadas. Incluso con todos los elogios que sigue recibiendo, no tuvo un comienzo tan bueno. No fue necesariamente un piloto tan terrible, pero igual fue inferior al resto. El piloto fue bastante más lento y llenó al espectador de cosas innecesarias. Sus intentos de hacer diálogos realistas y varios clichés en la vida de los protagonistas se sumaron pero sobrevivió a pesar de no causar el mismo impacto que la serie en general.
La popular sátira de Tina Fey fue un éxito, pero el piloto parecía cualquier parodia débil de un programa que solo quieres que termine. Lejos de ser la comedia que muchos aún adoran, el piloto de 30 Rock lo tenía todo para que la serie no llegara muy lejos. Entre su falta de magia con las referencias a la cultura pop, varias actuaciones contenidas y una cámara inestable, la aventura de Liz Lemon empezó bastante mal, pero Fey notó cada uno de los detalles que debían mejorar y eventualmente la producción se volvió consistente y pudo brillar.
Continúa leyendo: Las mejores series de 2021, según la crítica
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Hay casos infames de producciones televisivas que tuvieron pilotos que fueron terribles y sus estudios no dieron luz verde para más episodios. En otros casos, hay series que lograron sobrevivir a terribles episodios y vivieron para contarlo. Por lo general, cuando un estudio sabe que hay bastante potencial para una historia, vuelve a reestructurar todo lo que se hizo con la intención de darle vuelta y transformarlo por completo. Algunas de las series más destacadas y premiadas pasaron por esto, lo cual puede ser difícil de creer debido a lo bien que lo hicieron durante el tiempo que estuvieron al aire. Uno de los ejemplos más conocidos es el de [Temporada] Game of Thrones (8), pero no es el único.
Ocurre más a menudo de lo que se cree; incluso algunas de las cadenas de televisión más innovadoras, reconocidas por el nivel que tienen sus producciones, han pasado por el problema de que un episodio piloto estuviera cerca de arruinar las posibilidades de sacar adelante un proyecto. A veces, al programa le falta un personaje vital interpretado por algún actor que se une al elenco más tarde y aporta algo nuevo al relato. Cualquiera que sea la razón, algunas de las mejores series de televisión tuvieron episodios piloto sorprendentemente débiles, al menos en comparación con el resto.
A continuación, les contaremos sobre aquellas series que sobrevivieron a episodios piloto que palidecen en comparación con el resto de partes de sus respectivas historias. En ocasiones, son casos terribles que no dejan de asombrarnos por la forma en que sus estudios lograron reformularlo todo, y en otros no lo son tanto, pero sin duda contienen la calidad más baja de toda la producción y son totalmente olvidables.
Te recomendamos: Series de televisión que debieron terminar tras su primera temporada
Game of Thrones
Uno de los casos más famosos de terribles episodios piloto es el de [Temporada] Game of Thrones (6). Irónicamente, la serie tiene uno de los mejores y peores primeros episodios por la sencilla razón de que el primer piloto fue tan malo que nunca llegó a la televisión y HBO tuvo que hacer otro, el cual aparece en la primera temporada. Las reacciones que generó el piloto fueron negativas debido a que las partes básicas de la trama eran confusas, y el recast a Catelyn Stark y Daenerys Targaryen influyó mucho para que la serie sobreviva y eventualmente se convierta en un éxito (al menos hasta antes de ese final).
Rick and Morty
La primera temporada no fue perfecta. El piloto fue lo suficientemente bueno para sentar las bases, pero a [Temporada] Rick and Morty (5) le tomó al menos la mitad de una temporada para encontrar su camino. No hay que desmerecer lo que logró, pero tampoco hay que ignorar el hecho de que como episodio único no funciona bien. La voz de Morty no era la mejor y tuvieron que pasar varios episodios hasta que encontró la forma definitiva y de gustar al público. Además, las cosas que introducía eran demasiadas como para entender rápido y engancharse.
Seinfeld
La primera conversación entre Jerry y George fue sobre la posición del segundo botón en las camisas. Es fácil entender que con un diálogo inicial como este, el piloto de [Temporada] Seinfeld fuera un fracaso. El episodio se mostró a una audiencia de prueba y obtuvo uno de los rechazos más contundentes de NBC. La mayoría de los espectadores dijeron que no estaban dispuestos a ver un segundo episodio y que tampoco les gustaban los personajes. Bueno, esa era la idea, y si hubiera sido por los ejecutivos de NBC entonces, ahí se habría terminado.
Skins
Controvertida por la forma en que muestra escenas explícitas protagonizadas por adolescentes, además de su uso de drogas y alcohol, Skins se extendió por 7 temporadas y aún es muy recordada, especialmente porque cada cierto tiempo aparecen otras producciones que tratan de hacer lo mismo. Sin embargo, suele aparecer poco entre las series que tuvieron un episodio piloto "malo" por alguna razón. En este caso no es que haya sido igual de terrible que otros ejemplos, pero pudo haber preparado mejor al espectador. El primer episodio incluyó un accidente automovilístico, una sobredosis de pastillas para dormir, una deuda con un traficante de drogas y un plan para ayudar a un joven a perder su virginidad. En comparación con otras producciones, y para la época, fue demasiado.
The Office
Hacer un remake puede ser complicado porque si es muy diferente se puede perder todo lo que hizo genial a la encarnación original y si es muy parecido no tendría sentido el molestarse en hacerlo. Ese es un dilema por el que pasó [Temporada] The Office (9) y era totalmente evitable porque el humor británico y el estadounidense tienen sensibilidades diferentes. En lo primero de la serie, la producción intentó replicar lo hecho por los británicos y las bromas no tuvieron el efecto deseado en la audiencia. Afortunadamente, después todo se dirigió a la forma que debía haber sido desde el primer episodio, logrando una dinámica que funcionó bien para la audiencia de Estados Unidos y que gustó a otros países.
The Wire
Gracias a su mirada cruda al tráfico de drogas y su forma de mezclarse con el mundo de la política y la educación, The Wire es considerada una de las mejores series jamás realizadas. Incluso con todos los elogios que sigue recibiendo, no tuvo un comienzo tan bueno. No fue necesariamente un piloto tan terrible, pero igual fue inferior al resto. El piloto fue bastante más lento y llenó al espectador de cosas innecesarias. Sus intentos de hacer diálogos realistas y varios clichés en la vida de los protagonistas se sumaron pero sobrevivió a pesar de no causar el mismo impacto que la serie en general.
30 Rock
La popular sátira de Tina Fey fue un éxito, pero el piloto parecía cualquier parodia débil de un programa que solo quieres que termine. Lejos de ser la comedia que muchos aún adoran, el piloto de 30 Rock lo tenía todo para que la serie no llegara muy lejos. Entre su falta de magia con las referencias a la cultura pop, varias actuaciones contenidas y una cámara inestable, la aventura de Liz Lemon empezó bastante mal, pero Fey notó cada uno de los detalles que debían mejorar y eventualmente la producción se volvió consistente y pudo brillar.
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