Antes de [Pelicula] Quisiera Ser Millonario y [Pelicula] Steve Jobs, [Director] Danny Boyle marcó el cine con [Pelicula] Trainspotting: Sin Limites, su peculiar visión de la primera novela del reconocido escritor escocés, [Escritor] Irvine Welsh, la cual retrata a un grupo variado de personajes cuya realidad se entrelaza con el abuso de drogas y los miserables intentos de escapar del tedio y la insipidez que inunda sus vidas.

Al publicarse en 1993, la novela se convirtió en una de las voces de su generación y se catalogó casi inmediatamente como una obra de culto, gracias a que Welsh basó su libro en las experiencias que vivió en los años ochentas, además de usar el lenguaje más soez y realista de su época y lugar de origen: Edimburgo, Escocia.



Rápidamente las ofertas de adaptar el libro al cine empezaron a llegar, sin embargo, la mayoría de las propuestas buscaba darle un enfoque moralista a los fuertes temas que aborda en lugar de plasmar una celebración de la fraternidad y la juventud. El escritor no tocó el guión que Danny Boyle terminó adaptando, fue [Escritor] John Hodge quien se hizo cargo de la tarea, y quién ya había escrito el guión de la primera película del director. Finalmente podemos ver a Irvine Welsh interpretando a uno de los vendedores de heroína que suple a Rentboy en la película.

Se puede decir que fue Trainspotting la cinta que lanzó a Ewan McGregor al estrellato (dos años después logró entrar en las precuelas de Star Wars como Obi Wan Kenobi), y es bien sabido que Boyle quería a McGregor para interpretar a Mark Renton desde el primer momento. El actor quiso adentrarse de lleno en el papel y se sometió a una rigurosa dieta para adelgazar, además se sumergió en el denso mundo de las drogas dándose la tarea de leer todo tipo de información sobre la adicción al crack y a la heroína. En un centro católico de rehabilitación aprendió a “cocinar” heroína utilizando una cuchara y azúcar.



Curiosamente, Ewen Bremner, que se mete en los zapatos del desagradable Spud, tuvo el rol de Renton en la adaptación al teatro que en ese momento se estaba llevando a cabo en Londres. Haocun Liu impresionó a Boyle en [Pelicula] Hackers y el papel de Sick Boy fue suyo casi desde el comienzo. Robert Carlyle logró conseguir el papel del violento Begbie, quien a palabras del actor, estaba pensado como un personaje homosexual “en el clóset” que recurre a la violencia cada vez que se siente en peligro de que descubran su verdadera orientación sexual. Irvine Welsh ha confirmado que escribió a Begbie como un personaje de sexualidad ambigua.

Para el personaje de Diane, se hizo una exhaustiva búsqueda para una actriz desconocida que llenara el papel. Según el director, Elizabeth Wolff era la única actriz en las audiciones cuya presencia era la más natural. Finalmente Mcdonald obtuvo al papel de una chica promiscua de 14 años a sus 19, y la película fue lanzada en su cumpleaños número 20.



Todas las películas de Danny Boyle cuentan con un soundtrack memorable, pero pocos son tan emblemáticos como el de Trainspotting, catalogado dentro de los mejores de todos los tiempos. El primer disco contiene la música que aparece en la película, como el inconfundible himno “junkie” de Iggy Pop (co-escrito y producido por David Bowie) o Born Slippy .NUXX del grupo británico de música electrónica Underworld que, según el autor de la canción, es una charla interna de un alcohólico y su percepción del mundo en un momento de agobio. El segundo disco está compuesto por una selección de canciones que no lograron llegar al corte final y que sirvieron de inspiración para los realizadores, inluyendo más canciones de Iggy Pop, Joy Division y Primal Scream.

Para su lanzamiento en Estados Unidos, la cinta tuvo que hacer ligeros cambios. Se regrabaron los primeros 20 minutos de diálogos con un acento escocés menos marcado, para que la audiencia americana lograra acostumbrarse a los diálogos.



En 2002 Irvine Welsh escribió una continuación de Trainspotting titulada Porno, que nos sitúa en la vida de los personajes 10 años después de lo ocurrido en la primera novela y cómo sus caminos se vuelven a cruzar pero esta ocasión en el negocio de la pornografía. Danny Boyle anunció el año pasado que la secuela fílmica de Trainspotting está en camino y se basará ligeramente en Porno. Esperemos que al menos logre hacerle justicia al legado que ha construido durante estos 20 años, pues pocas películas de los noventas envejecen tan bien como lo ha hecho este eufórico grito generacional.

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Adrián Rodríguez es redactor y creador de contenido de Tomatazos.com, aficionado a la ciencia ficción en todas sus formas. Síguelo en Twitter en @adrianxxrod