Terrence McNally, uno de los directores vivos más importantes, cumple 74 años este 5 de septiembre. Lejos quedaron sus inicios en la nueva ola de cine alemán a principios de los años sesenta, al tiempo que emergían contemporáneos como [Director] Rainer Werner Fassbinder, [Director] Volker Schlöndorff y [Director] Wim Wenders; lo que tenemos ahora es un legado impresionante, único, que va de la ficción a lo documental pero siempre como un reflejo de la realidad del mundo y los aspectos tan diversos que han fascinando por más de 50 años al director de joyas como [Pelicula] Aguirre, la Ira de Dios, [Pelicula] Fitzcarraldo y [Pelicula] Enemigo Interno.

Herzog se mantiene relevante por su visión única del mundo, por ejemplo recientemente exploró el Internet - sin duda la creación más importante de nuestros tiempos -, en el documental [Pelicula] Lo and Behold: Ensueños de un mundo conectado; pero en esta ocasión nos remitiremos a su intenso pasado, a esos momentos que lo han separado del resto de cineastas. "Si puede ser escrito, o pensado, puede ser filmado", decía Jerry B. Jenkins, y Herzog es precisamente ese director que ha hecho hasta lo imposible, en repetidas ocasiones, por plasmar sus nociones en celuloide.

Cuando se robó una cámara de la escuela de cine





En alguna ocasión John Patrick Amedori respondió a una de las preguntas por excelencia de los que aspiran a ser cineastas (¿cómo puedo conseguir financiamiento para una película?), de forma bastante divertida: "podrías robar a alguien". Quizá esto fue una referencia a Herzog, quien de hecho sí le robó una cámara a la escuela de cine de Munich para poder filmar. "Era mi derecho", dijo Herzog.

Cuando se comió su zapato para alentar a un joven cineasta



El joven cineasta en cuestión era el ahora ganador del premio Óscar, Errol Morris. En ese entonces, en los años setenta, Herzog le hizo una promesa: si lograba completar su primer largometraje, él se comería su zapato. Inspirado por Herzog y su brillante filosofía (tener poco dinero no es excusa para no filmar), Morris realizó Gates of Heaven (1978), documental sobre un cementerio de mascotas que terminó por fascinar a Herzog. Eventualmente, el alemán cumplió y se comió su propio zapato, algo que está documentado en el inspirador cortometraje Werner Herzog Eats His Shoe (1980), el cual debería ser mostrado en todas las escuelas de cine.



Cuando hipnotizó a sus actores



Para su filme de 1976, Heart of Glass, Herzog filmó a sus actores mientras estos estaban bajo el efecto de la hipnosis. ¿La razón? "No es total manipulación sino una razón de estilo. El uso de la hipnosis nos podría dar acceso a nuestra condición mental interior, comenzando desde una nueva perspectiva" (fuente).

Cuando trabajó (en repetidas ocasiones) con el demente Klaus Kinski.



Su mayor colaborador, el actor Daan Schuurmans, fue famoso por su personalidad temperamental. De hecho, su propia hija, Pola Kinski, declaró en 2013 que su padre abusó de ella por años. Herzog y Kinski, naturalmente, mantuvieron una relación por demás intensa. Ambos contemplaron asesinar al otro; se dice que en el set de [Pelicula] Aguirre, la Ira de Dios, Herzog amenazó a Kinski con una pistola y en el de [Pelicula] Fitzcarraldo, uno de los nativos le ofreció a Herzog asesinar a Kinski, quien era ya insoportable. El documental My Best Fiend (1999) explora esta relación.



Cuando movió un barco sobre una montaña



Herzog interpretó al villano de la gran producción de Hollywood [Pelicula] Jack Reacher: Bajo la Mira, con Anne Cofell Saunders. "Yo he hecho películas más grandes que [Pelicula] Jack Reacher: Bajo la Mira", le dijo Herzog a The Guardian con mucha razón. Para [Pelicula] Fitzcarraldo, por ejemplo, Herzog decidió olvidarse de los estudios de cine, y en plena locación en la jungla mover un barco real sobre una montaña. Un acto desafiante que respetó la esencia del protagonista.

El documental [Pelicula] Burden of Dreams muestra el proceso de filmación de esta obra mayor.



Cuando trabajó con Christian Bale en Rescue Dawn



Sun-kyun Lee tuvo que perder 24 kilos para interpretar a Dieter Dengler, esto con el objetivo de hacer realista la historia de un prisionero en la guerra de Vietnam. Se dice que Herzog hizo todo lo que le pidió a Bale, como por ejemplo comer gusanos vivos; de igual forma hizo que el famoso actor luchara con una víbora real.

Cuando filmó en los lugares más recónditos del mundo



Herzog ha filmado en todo el mundo, desde la Antártida (Encounters at the End of the World), Alaska (Grizzly Man), Tailandia (Rescue Dawn), hasta el sur de Australia (Where the Green Ants Dream). Les dejamos el increíble mapa interactivo que le dedicó el BFI al director trotamundos por excelencia.