Kim Ki-duk fallece por Covid-19 a los 59 años

El reconocido director surcoreano Ki-duk Kim, conocido por películas como Las Estaciones de la Vida (95%), Piedad (73%) y Moebius (78%), ha fallecido a los 59 debido a complicaciones derivadas del Covid-19. De acuerdo con Deadline, el cineasta se encontraba en Letonia y varios medios locales reportaron que murió en un hospital donde estaba internado.

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El director se encontraba en ese país europeo porque buscaba comprar una casa y obtener la residencia permanente. La muerte de Kim Ki-duk fue confirmada por Vitaly Mansky, director de documentales ruso que vive en Letonia y dirige el festival de cine ArtDocFest; así como por el Ministro de Asuntos Exteriores de Corea.

Kim Ki-duk nació el 20 de diciembre de 1960 en Bonghwa, Corea del Sur, y destacó por su estilo donde la violencia y las relaciones humanas se entrelazan en complejos dilemas morales. Otro de sus temas recurrentes es el choque entre la religión cristiana y sus valores con la idiosincrasia de Corea.

Su primer largometraje fue Ag-o (Crocodile), de 1996, un filme de bajo presupuesto que tuvo buenas críticas en festivales de cine europeos y en Corea. En el 2000 la película The Isle generó una gran controversia por las escenas de violencia a animales, ya que el director dijo que se trató de violencia real. En el Festival de Cine de Venecia algunos espectadores vomitaron al verla.

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Corrió con mejor suerte en 2003 con el estreno de Bom Yeoareum Gaeul Gyeoul Geurigo Bom (Las Estaciones de la Vida (95%)), cinta sobre un monasterio budista en medio de un lago, que fue distribuida en Estados Unidos por Sony Pictures Classics. Un año más tarde Samaritan Girl tuvo su premiere en el Festival Internacional de Cine de Berlín y ganó el Oso de Plata; el filme abordó el contraste entre los preceptos del cristianismo y las acciones de la carne.

En el Festival de Cine de Venecia ganó el León de Plata por 3-Iron (2004), y en 2011 fue reconocido en el Festival de Cannes en la sección Un Certain Regard, por Arirang. Kim Ki-Duk era hijo de campesinos y fue pintor y escultor antes de dedicarse al cine; luego de un viaje de dos años a Europa cuestionó muchos prejuicios con los que había crecido y decidió que se dedicaría a hacer películas, así lo reveló en entrevista con El País.

En 2018, antes de que el movimiento #MeToo revolucionara la industria del entretenimiento, el director surcoreano fue demandado por una actriz de Moebius que aseguró haber sido maltratada y abusada sexualmente. Quien lo acusó quiso hacerlo de forma anónima para no ver afectada su carrera, pero sus acusaciones decían que el cineasta la abofeteó y la obligó a filmar una escena sexual que no estaba en el guión, donde tuvo que tocar genitales masculinos. Kim Ki-duk respondió que la actriz abandonó el set y tuvo que ser reemplazada.

En el Festival de Cine de Berlín 2018 el director fue invitado y como el evento recibió acusaciones de hipocresía por invitar a alguien señalado por comportamiento sexual, él se mostró abierto a responder todas las dudas que se tuvieran sobre el escándalo en el que estaba involucrado. Estas fueron sus palabras (vía Variety):

He explicado y respondido en la corte. El fiscal identificó mi bofetada a la actriz como problemática. Estábamos ensayando una escena, con muchas personas presentes. Mi equipo no dijo que era inapropiado en ese momento. La actriz lo interpretó de manera diferente. Ha habido un fallo. No estoy totalmente de acuerdo con eso, pero he asumido la responsabilidad. Y tales decisiones son parte del proceso de cambio de la industria cinematográfica.

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