Una reciente entrevista de Hugh Jackman para Digital Spy causó bastante revuelo en los último días. En la declaración el actor australiano aseguraba que el universo de la tercera cinta en solitario de Wolverine, Logan, se desarrollaría en un mundo completamente distinto al resto de las cintas de X-Men.
"No sólo es distinta la línea de tiempo o el tono, es un universo ligeramente diferente. Realmente es un paradigma ajeno, esto quedará claro [cuando vean la película]."
A lo que el director de la cinta, James Mangold respondió vía Twitter:
"No creo que Hugh Jackman haya dicho eso exactamente. De hecho, la acción tiene lugar en 2029, 5 años desde lo último acontecido en X-Men."
Don't think @RealHughJackman said that exactly. Simple fact. We take place in 2029, 5 yrs past anything depicted in XMEN film.
— Mangold (@mang0ld) January 22, 2017
A un par de meses para su arribo a salas de cines, la tercera entrega de Wolverine (la primera narró su origen, la segunda su paso por Japón, una serie diseñada por Frank Miller), se especula entre ésta y OldMan Logan, un cómic de Mark Millar. El cómic de Millar muestra un mundo distópico dominado por los villanos de Marvel, donde Logan reside con su familia en un páramo apartado. El mutante de origen canadiense ha hecho un pacto por no volver a usar sus garras de adamantio. Sin embargo el destino lo obliga a volver, su pasado lo alcanza.
La sinopsis oficial, señala que la cinta tendrá lugar en 2029, donde el gen mutante se ha tornado extremadamente raro. Los defensores de la estirpe mutante, los X-Men hace tiempo que se han desvanecido, sus únicos remanentes quedan en el viejo y acongojado Charles Xavier y un cansado Logan. El factor curativo de Logan se ha hecho más lento y a veces parece no trabajar en lo absoluto. Cuando una joven mutante necesita ayuda, Logan tendrá que desenfundar sus garras una vez más. Su trabajo no ha terminado.
Estos desencuentros entre director y protagonista no son de extrañar, pues toda la franquicia a lo largo de su entregas ha estado llena de errores de continuidad. No sólo por el reboot que se originó después de X-Men: Primera Generación - 87%, lo cual implicó que los personajes tuvieran versiones más jóvenes de sí mismos, sino que también hubo cambios de casting a lo largo de la trilogía original que resultaron desapercibidos para la mayoría de la audiencia. Por ejemplo el caso de Kitty Pryde. La mutante que posee la capacidad para atravesar paredes fue interpretada por tres diferentes actrices en la trilogía original: Sumela Kay, Katie Stuart y finalmente, Ellen Page.
Así que esta confusión por pequeños y ambiguos detalles lingüísticos son el menor de los males para la saga mutante.
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