¿Cuál es el secreto para que un personaje creado hace más de 50 años siga siendo relevante para el público? Esa es la pregunta que me llega a la mente cada que veo a Spider-Man en el cine, pues a los largo de casi seis décadas el superhéroe creado Stan Lee y Steve Ditko ha sido un emblema para millones de personas alrededor del mundo, lo cual aparentemente no cambiará pronto, pues él es uno de los personajes más reconocidos a nivel mundial gracias a que el cine y la televisión se han encargado de mantenerlo vivo para las audiencias.
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Con el reciente estreno de Spider-Man: De Regreso a Casa - 92%, y el obvio éxito que esta película tendrá a nivel mundial, no puedo hacer más que reflexionar con respecto al amor que el público tiene hacia un adolescente de Queens, Nueva York.
Decir que Spider-Man es el héroe más popular del mundo no es una aseveración que me hago a la ligera, pues son muy contados los personajes que logran mantenerse dentro del consciente colectivo sin importar que la mayoría de la población jamás haya leído un cómic del personaje, sin embargo, lo importante acerca de Spider-Man no es el medio por el cual lo conociste, sino por quién es.
Cuando Lee le presentó a Martin Goodman, su editor en Marvel Comics a principios de la década de los años 60, la idea de un héroe adolescente con poderes arácnidos, éste no tuvo fe en que su idea funcionaria, pues el personaje estaba lejos de los arquetipos marcados por Batman y Superman, es decir, no era musculoso (o mejor dicho, un dios entre humanos), era un jovencito a quien molestaban en la escuela y un nerd para nada atractivo y con poca confianza. Sin embargo, Lee estaba seguro de lo que quería hacer, por lo que Spider-Man debutó en Marvel Comics' Amazing Fantasy #15 de 1962 y sobra decir que el mundo de los cómics ya no sería el mismo.
Algo que distinguió el trabajo de Lee sobre el de otros escritores de la eṕoca era la aproximación realista hacia sus creaciones, pues el tener superpoderes no era su rasgo más atractivo, sino sus problemas personales. Sue Storm sufre por la falta de atención de su esposo, Reed Richards, debido a que éste es un adicto al trabajo; Bruce Banner debe cuidar sus niveles de ira para evitar convertirse en el increíble Hulk;Tony Stark es un alcohólico; los X-Men son marginados por la sociedad y Spider-Man es prácticamente el lector de cómics promedio.
La concepción inicial de Peter Parker era la de un adolescente de preparatoria con superpoderes que debía no sólo enfrentar las amenazas del Duende Verde y El Lagarto, pues también tenía que lidiar con las penas y vergüenzas que muchos de nosotros pasamos a esa edad: el acné que puede volverte el blanco perfecto para las burlas, no poder entablar siquiera una palabra con la chica que te gusta, ayudar en el hogar porque simplemente no pueden pagar las cuentas, etc. Todas estas fallas que Lee le dio a Peter no fueron un descuido, pues sirven para que los lectores logren relacionarse con el personaje, después de todo el fracaso es algo con el que todos nos podemos identificar.
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Batman puede ser el mejor detective del mundo, pero es un multimillonario que nunca ha tenido que estresarse por no tener el dinero de la renta. Superman puede dejar de ser el reportero de El Diario El Planeta, pero eso no diferería el hecho de que es casi un dios para nosotros. En cambio, Peter tiene que evitar que lo corran de un periódico para simplemente pagar la renta de un departamento en Hell’s Kitchen al mismo tiempo que debe mantener una relación amorosa, lo cual no siempre ha sido su mayor fuerte. Él es una persona real, leer acerca de sus problemas es una forma para enfrentar los nuestros.
Sin embargo, cuando Peter se pone su traje de Spider-Man, sus inseguridades desaparecen, cobra la confianza que muchos lectores quisieran tener para hacerle frente a sus problemas. Su sentido del humor lo ayuda para aligerar los peligros que constantemente tiene que encarar para defender a Nueva York. Como quisiéramos que hacer eso en la vida real fuese así de fácil, pero ver cómo él lo hace resulta inspirado, por algo la frase “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad” sigue siendo relevante, pues luego de que el tío Ben le dice estas palabras a Peter su mundo da un giro, comprende que sus poderes no están sólo para facilitar su vida, sino que debe de utilizarlos para el bien, un mensaje que cualquiera puede entender sin importar la edad. Spidey es el héroe que habita dentro de todos nosotros, no por nada muchos personajes de los cómics han señalado que el trepamuros será algún día el héroe más importante de la historia.
A lo largo de los años hemos visto como Spider-Man se ha convertido en uno de los héroes más importantes del mundo, pero que no ha perdido las razones por las que lo amamos. Puede tener casi treinta años, pero no ha perdido su sentido del humor y todavía no ha encontrado la fórmula mágica para hacer de la vida algo más placentero, pero ni modo, ahí estaremos nosotros para acompañarlo.
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Actualmente los superhéroes son algo con lo que le público lidia todos los días, los vemos no sólo en el cin, la televisión y los cómics; sino también en ropa, juguetes, loncheras, lentes, gorras, comida y miles de otros productos. En 2014, THR reportó que Spider-Man propiciaba ganancias superiores a los $1,300 millones de dólares, lo cual lo deja muy por encima del segundo lugar, pues Batman a penas consiguió $494 millones de dólares. Eso es sólo una muestra de la popularidad que este arácnido tiene alrededor del mundo.
La era de los superhéroes en Hollywood ha facilitado todo esto, pues con las tres diferentes encarnaciones que el personajes ha tenido en los últimos 15 años han servido para que cada espectador tenga su versión favorita, sin importar que sea el ñoño de Tobey Maguire, el intrépido de Andrew Garfield o el jovial de Tom Holland; hay uno para cada tipo de fanático.
Spider-Man está aquí para quedarse, pues es más que un personaje de historietas, él es nuestro amigable vecino y siempre estará allí para nosotros.
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