Kim Basinger fue la primera modelo exitosa a la cabeza a Hollywood con la esperanza de una carrera en la pantalla grande, pero pocos han logrado alcanzar el mismo grado de éxito con el público y el reconocimiento profesional que se ha ganado. Kim Basinger se crió en una familia de artistas; su padre había sido un músico de jazz y su madre una bailarina que era parte del ballet de agua. Los padres de Basinger la inscribieron en clases de baile a una edad temprana para ayudar a superar su fuerte caso de timidez; con el tiempo, descubrió que le gustaba tanto el baile y el canto, y comenzó contemplando una carrera en el mundo del espectáculo. Comenzó a competir en concursos de belleza cuando era una adolescente, y ganó el concurso de Miss Junior Georgia, que la llevó a la competencia nacional en la ciudad de Nueva York. En ese momento era una bella y escultural rubia, Basinger fue descubierta por un representante de la prestigiosa agencia Ford Modeling y le ofreció un contrato; mientras que ella tenía la esperanza de dejar su huella como cantante de cabaret, decidió sabiamente mudarse a la Gran Manzana que resultó ser un paso en la dirección correcta. En poco tiempo, Basinger ganaba 1.000 dólares por día a través de trabajos como modelo, y había firmado como la chica Breck Shampoo; en su tiempo libre, estudió actuación y dio conciertos de canto ocasionales.